9. Un matrimonio inesperado

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- ¡Cariño! - Ivy abre los ojos en un breve segundo. Se encuentra frente a frente con Negan, solo a uno a dos dedos de distancia - ¡Cuidado!

Ambos se levantan como un resorte. Ivy agarra la escopeta por instinto y abre la ventana mientras Negan sale corriendo hacia el exterior, apartando la cómoda en un segundo. La mujer apunta a los mordedores que estaban abalanzándose sobre una pareja.

Los tiene a tiro, sabe que puede hacerlo. Los vivos están lo suficientemente alejados como para que, aunque ella falle que es lo más probable, no salgan malheridos.

Al final Negan aparece con su bate y les destroza la cabeza sin vacilar. Ivy baja el arma y se la echa al hombro, corriendo tras él. No está en condiciones de hacer esos esfuerzos.

- No pretendemos robarle, solo buscamos un sitio seguro, se lo aseguramos - el hombre ya no cumple los sesenta, y posiblemente la mujer tampoco. Ambos tienen el pelo canoso y parecen bastante cansados. Ivy le echa un rápido vistazo a Negan en reconocimiento. El hombre le devuelve la mirada.

- Soy Negan - señala a la mujer a su lado - Esta es Ivy.

- Perdón por preguntar pero...¿Tienen algún campamento? - el rostro de Negan permanece impasible, algo bastante impropio en él - Mi mujer y yo hemos estado aquí fuera, escapando de los muertos.

- Solo estamos nosotros - Ivy se decide a hablar. La gente educada siempre es bienvenida a su vida - pueden quedarse si gustan. Hay una piscina municipal a unas calles de aquí. Ahí pueden asearse - Negan se apoya en ella, claramente mareado. Ivy le sujeta apretando los labios.

- Yo soy Pete, y esta es mi mujer Sarah - el hombre le regala una mirada preocupada - ¿Su marido está bien? ¿Le han mordido?

Negan gruñe en respuesta, dejando caer el bate al suelo. Ivy trata de agacharse, pero Pete lo recoge por ella.

- Solo tiene un resfriado - acepta la ayuda, guiando a los dos extraños hacia la casa donde se estaban quedando. Es difícil llevar el peso de Negan así. Por suerte el hombre está consciente y le ayuda como puede.

- Parece más grave - Sarah interviene mientras observa a su marido ayudar a la mujer a entrar al hombre a la casa. Lo dejan en el sofá como un peso muerto - Solía hacerle a mis nietos remedios caseros para la fiebre - Ivy la mira - ¿Sabe si hay algún supermercado cerca?

- Vi uno ayer mientras comprobaba el perímetro - lo cierto era que no había querido entrar sola habiendo provisiones en las casas. En los supermercados casi siempre había mordedores rondando. Ahora, viendo que la situación lo requería, no le importaba tratar de conseguir lo que Negan necesitaba. Él habría hecho lo mismo - Si me dice lo que necesita, iré a traérselo.

- Ni de puta coña - la voz de Negan es rasposa. La señora se sorprende bastante por su vocabulario - No vas a salir ahí sola. No te doy regalos para esta mierda.

- Como si estuvieses en condiciones de impedírmelo - bufa Ivy, rodando los ojos. Negan hace amago de levantarse, pero no tarda en dejarse caer en el sofá de nuevo - Quédate ahí. No tardaré - se gira hacia Sarah, decidida - ¿Me puede apuntar lo que necesita?

 No tardaré - se gira hacia Sarah, decidida - ¿Me puede apuntar lo que necesita?

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