Los pensamientos sobre Lucille habían recorrido su mente durante toda la noche. Su mirada muerta clavándose en la suya, la forma en que se levantó de esa cama del hospital. Agradecía la presencia de otro ser humano con él dada la situación: Estaba seguro de que podría haberse vuelto loco él solo, acompañado solo por los gemidos de los muertos y el recuerdo de Lucille.
Negan se estira, mirando a la mujer dormida en el interior del coche. Se ha pasado la noche dando vueltas sobre sí misma, buscando una postura cómoda para dormir.
Bueno, joder, ella al menos había dormido.
Aún no tenía muy claro qué pensar acerca de Ivy. Al principio había pensado que simplemente estaba tan chocada como él, pero poco a poco se iba dando cuenta de la maldita realidad: Ivy era demasiado snob para vivir en un mundo así.
No le importaba tener que quedarse por la noche a vigilar él solo. Joder, la mujer había probado con creces ser de utilidad pero Negan no tenía claro si iba a ser capaz de conseguir que sobreviviese, no alguien así. Esperaba estar equivocado.
Cuando la puerta del coche se abre y la mujer aparece, Negan no puede evitar soltar una leve risita contenida. Ivy le mira frunciendo el ceño, con el rímel corrido, la ropa tres veces más ancha de lo que debería y unas ojeras del demonio.
- Buenos días - comenta entretenido. A Ivy no parece hacerle mucha gracia - ¿Creías que esta mierda era una pesadilla? He podido verlo en tus ojos durante un breve segundo antes de descubrir que tu puto mejor amigo seguía aquí.
- Te odio - responde sin más, caminando como un pato hacia él. Su barriga ruge con hambre y Negan no puede evitar lanzar otra risotada al aire. Al menos la mujer empezaba a coger confianza.
Ignorándole, la mujer abre el maletero del coche con la poca dignidad que le queda, sacando un bollo de chocolate. Lo mira con el ceño fruncido, como si realmente no quisiese comérselo.
- ¿En serio te vas a poner exquisita? - Negan se levanta, poniéndose a su lado y agarrando otro bollo para él - ¿Qué pasa?
- Yo desayuno pan integral - Negan eleva las cejas. Él creía que era alérgica o algo así, no esperaba que lo hiciese por asco pero su cara no dejaba lugar a dudas. ¿Aún no había entendido que estaban en una apocalipsis? - ¿Crees que esta figura se mantiene a base de bollos de chocolate de dudosa procedencia?
- Si de verdad esto es el apocalipsis quizá tengamos hasta que comernos un perro muerto - comenta Negan, entretenido por la mirada asqueada de la mujer - Si te sirve de consuelo, a mí personalmente me gustan más rellenitas, tienes de dónde agarrar - Negan cierra los ojos unos segundos, pasando las manos por un cuerpo curvilíneo imaginario solo para molestarla - De todas formas te ves como la mierda, no follarías ni con un desesperado.
La mirada que le lanza hace que Negan pierda la sonrisa. Tener esos ojos azules taladrándole con puro odio había sido un poco traumático. ¿Quién iba a adivinar que esa mujer tendría un fuego tan ardiente dentro? Él desde luego no. Al menos eso la volvía lo suficientemente interesante como para mantenerle entretenido.
Al final Ivy termina por abrir el bollo, mordisqueándolo insegura. Negan se apoya contra el coche, sintiéndose bastante cansado. Había estado sin dormir antes, pero eso no quitaba la maldita necesidad de echar una cabezada.
- Necesito ducharme, me siento asquerosa - inquiere Ivy, mirando su ropa con crispación. Negan chasquea la lengua - Y algo que ponerme. Las botas que rompiste ayer eran carísimas, así que deberías buscarme otras - su tono hace que Negan entorne los ojos. Quizá la confianza no era todo lo que él necesitaba - Me duele la espalda de estar durmiendo ahí.
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El Santuario
Fiksi PenggemarCuando todo comienza, Negan no tiene un propósito: su vida se termina junto con la de su esposa, no siendo más que una cáscara de supervivencia. Todas las personas a su alrededor mueren y él sobrevive. Él e Ivy. La vida se convierte en algo tan nimi...