El Santuario

13. ¡Aquí Está Negan!

Era un sentimiento que también cruzaba por el pecho de Negan. Desde la muerte de Lucille se había sentido vacío y falto de motivación...ahora sentía que en algún momento podría empezar de nuevo. Si seguían creciendo así se harían imparables, luchando codo con codo, generando confianza.

- Esto es bueno - comenta acercándose a la hoguera, balanceando el bate de buen humor - La seguridad dentro del grupo digo. Realmente podemos conseguir lo que queramos... - sonríe - Quizá deberíamos volver al hotel y tratar de despejarlo o incluso encontrar un lugar mejor.

La gente está alrededor de la hoguera, comiendo ciervo. Una de las mujeres que venían del otro grupo está temblando junto al fuego, mirando al suelo. 

- ¿Tienes frío? - pregunta estúpida - Ponte esto - se quita la chaqueta con aire caballeroso. Él debía cuidar de esas personas, las había salvado - Iré a por una manta.

La mujer se aleja de él con miedo sin decir nada. Negan se agacha con una media sonrisa, poniéndole la chaqueta sobre los hombros - Tranqui chica, no muerdo.

- ¿Te gusta lo que ves? - pregunta uno de los hombres nuevos. Ni siquiera se había aprendido sus nombres. Levanta una ceja confuso - Si quieres probar la mercancía díselo a Gared, este es un mundo completamente nuevo, todo vale.

Negan frunce el ceño. Puede sentir sus ojos brillar con la ira contenida. ¿Puta mercancía? ¿Estaba oyendo lo que creía estar oyendo?

- ¿Qué cojones quieres decir exactamente? - su humor cambia de forma radical, dando paso a un tono más grave del habitual. El hombre le mira con miedo.

- Vamos tío, ya sabes.

- Sí, creo que ya sé - se pone en pie, mirando al hombre desde arriba - Debo decir que tengo un jodido problema con eso. Yo sé lo que es amar a una mujer, recalco lo de amar - le agarra de la camiseta - ¿Has perdido a alguien cercano a ti? Incluso si no lo has hecho deberías ser consciente del puto mundo que te rodea. Es ellos contra nosotros...¿vale?

- Claro tío, perdón - se va a mear en los pantalones.

- Así que deberíamos tratarnos un poco mejor - el hombre asiente, notando cómo sus pies se alejan del suelo. Él podría estar levantándolo todo el día solo por ver cómo se caga de miedo - Si le haces eso a una mujer...bueno...quizás te parezcas un poco más a ellos. Lo que estuvieras haciendo se termina aquí y ahora o aquí es donde nos separamos.

- Está bien tío, lo siento - Negan le suelta, aún enfadado - No sabía que no te iba esta mierda, simplemente seguimos las normas de Gared - levanta los hombros - Como él ha cogido a una de las tuyas tú puedes probar una de las nuestras. Es simple trueque, no quería ofen...

No termina la frase. Negan le da una patada que lo deja confuso contra el suelo, agarrando el bate para golpearle.

- ¿¡Qué cojones acabas de decir!?

Echa un vistazo rápido a su alrededor. La gente le está mirando en silencio sin saber bien qué hacer...pero ninguna mirada es azul, no su azul. Ivy. ¿Dónde está?

Aprieta el cuello del hombre, chasqueando los dientes con fuerza por la ira.

- ¡IVY! - su grito resuena por todo el campo. Vuelve a mirar al pedazo de mierda que tiene entre las manos - ¿¡DÓNDE ESTÁ!? 

El hombre señala hacia los vestuarios con los ojos muy abiertos, luchando por liberarse. Negan lo lanza, caminando rápido prácticamente estrujando el bate.

Cuando unos sollozos cruzan sus oídos la rabia se vuelve odio. Cuando ve la escena frente a él el odio se vuelve imposible de controlar. Agarra al hombre del suelo sin darle tiempo a que se suba los pantalones y lo lanza hacia la hoguera con un gruñido animal.