"Helina es una chica de 17 años como cualquier otra. Vive junto a sus padres y a su hermana menor Abril. Esta en último año de educación media... Todo marchaba bien hasta que en su primer día se da cuenta de que consta de nuevos compañeros, un grupo...
(Tragame tierra, y escupeme a miles de kilómetros de este lugar)
-¿Pasa algo malo?- dije al mismo tiempo en que buscaba mi celular en mi chaqueta.
-¿Iras a la fiesta en la playa?- note como evitaba el mirarme.
-Claro, a regañadientes, pero asistiré, ¿Y tú?- tuve que preguntar para parecer normal, ademas, necesitaba estar segura de que no me hicieran nada malo entre toda la multitud que asistiría.
-¿A regañadientes, por qué?, pues ahora que lo dices... Si, asistiré.- dijo a la vez que me compartía una sonrisa.
(¡El mundo se iba a colapsar! Por primera vez vi al chico más serio sonreír sin siquiera forzase a hacerlo)
-No soy de fiestas, no son lo mio, pero mis amigas se han empeñado en que asista.
-¿Asistirás con tus amigas? Creí que irían con mis hermanos- dijo mirándome con extrañeza.
-Si, pero allá me juntare con un amigo para no quedarme sola.- me miro con una expresión que daba miedo... ¿Estaba... enojado?
-¿Es tu novio?- lo mire impresionada por su pregunta tan repentina.
-¡¿Mi novio?! Noo, es solo un amigo con el cual me estoy conociendo.- logre divisar de reojo como su cara cambiaba a una totalmente a una expresión aliviada.
-"Creo que nunca lo conocerás para llegar a más"- escuche su voz decir esa frase a lo que reaccione...
-¡¿Disculpa?!- dije algo enfadada
Me miro extrañado como si lo que hubiera dicho no fuera tan malo...
-Helina, no he dicho nada, ¿Te encuentras bien?- Abri los ojos como platos, jure haber escuchado decir esa frase.
Claramente ya estaba perdiendo la cabeza y todo era por culpa de los Johnson.
-Si, me tengo que ir, adiós.- dije en el momento en que salia de este lugar.
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Llegue a mi casa, guarde mi auto y me dirigí a la entrada principal, estaba tan exhausta que no lograba poner las llaves en el cerrojo, cuando casi me caigo de cara porque Abril abrio la puerta de golpe para luego decirme...
-¿Acaso vienes borracha?- Amaba a mi hermana, de verdad, pero siempre tenia las palabras exactas para hacerme poner mala cara.
-Muy graciosa Abril, sabes que no tolero el alcohol. Solo que estoy muy cansada.- Me apresure a entrar y note que mis padres estaban en la sala de estar, me tumbe en el lado vació de mi mamá y la abrace.
Siempre le daba muestras de amor y ella me las devolvía con un tierno beso en la frente para luego acompañarme en el abrazo.
-¿Como te ha ido en tu trabajo?...- me pregunto mi padre.- O solo te fuiste a pasarla bien- dijo mirándome con una mirada coqueta. El con mi hermana eran iguales.
