vainilla. 𝐎𝟏

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Al llegar al local tomaron asiento, Namjoon pidió un helado de vainilla, cosa que hizo sonrojar levemente al alfa, fue para pedir este y el suyo de fresa, volvió sentándose frente de él entregándole su helado.

—No dejas de mirarlo, ¿tanto te gustó? —Hoseok lo miró sonriente haciendo que el omega sonrojado lo abrazara contra su pecho.

—Es hermoso, de verdad, lo amo demasiado, creo que es mi cosa favorita.

—El alfa viene junto al ramo —le guiño el ojo al menor quien rio con sus pómulos teñidos de un color rosa carmesí que contrastaba bien con él.

Dejo el ramo en sus piernas para poder comer, parecía un niño pequeño pues sus ojos se iluminaron ante el sabor tan delicioso, tanto, que no se había dado cuenta de que la comisura de sus labios tenía helado.

El alfa al ver esto estiró su brazo hacia la cara del menor, con su pulgar limpió los restos, importandole poco el estar manchado, Namjoon dejo de comer para mirar al alfa sonrojandose más de lo que ya, a este punto estaba seguro de parecer un tomate.

Terminaron sus helados en un silencio cómodo, después se levantaron, Hoseok lo llevo a un arcade, a esas horas no estaba tan lleno, el menor chillo de emoción una vez dentro del lugar. Amaba jugar en los arcades.

Fue una máquina de realidad virtual que tenía temática del océano, subió a la plataforma, se colocó los visores, el juego inicio, peces pasaban a sus costados, el reía y se movía saludando a los animales, cosa que enterneció a Hoseok, sacó su móvil para grabar al omega que parecía un niño.

Después fueron a una de baile, pero namjoon admitió era malo en eso, se sentó en una banca mirando al mayor moverse con agilidad, aplaudía dándole ánimos, Jung bailaba una canción con dificultad, pero que logró completar gracias a que el omega estuvo ahí para animarlo.

Aún sabiendo su miedo a los zombies y cosas de terror, se armó de valor para entrar a una cabina de la famosa serie The Walking Dead, sostenían armas que los defenderían de aquellos muertos vivientes. Namjoon defendió a Hoseok de ser asesinado, el mayor chillaba y tiraba torpemente del gatillo, acciones que le parecieron adorables al omega.

Al salir de la cabina, Jung se disculpó un montón de veces siendo contestado por Namjoon quien le decía protegerlo siempre, incluso si de una fantasía se trataba, por último decidió llevarlo a una pequeña laguna donde se te permita subir en lanchas. Subieron a una, Namjoon se sentó al lado de Hoseok quien paso un brazo por el hombro del menor apegandolo a él.

Namjoon recostó su cabeza en su hombro, con el ramo en sus manos sonrió mirando el atardecer, el sol brillando en su máximo explendor mientras se escondía.

—Gracias Hoseok hyung —murmuró el omega, Jung lo miró.

—Sabes, el que debe agradecer debo ser yo, tu me diste permiso de encontrarte.

Namjoon levantó su cabeza, tenía los labios ligeramente entre abiertos, Hoseok se relamió los labios, se veían tan esponjosos, rápidamente apartó la mirada a los ojos del castaño quien sonreía.

—Dices cosas muy lindas hyung, me dará diabetes —admitió mientras reía levemente.

—Tú lo harás primero si sigues siendo todo un ángel.

El moreno pego más el ramo a su pecho, sintió que la distancia dejaba de existir, sus respiraciones chocaban levemente, Jung tomó la mejilla del menor, cortó distancia juntado sus labios con los de Kim. Movía los belfos lentamente haciendo que el menor pidiera más duración.

Había amor, cariño, protección, todo lo bueno en una unión de dos labios, se separaron con lentitud, el omega tenía lo ojos cerrados: —No me lastimes, todo es tan nuevo que da miedo...por favor alfa.

El avellana abrió los ojos con sopresa, su voz salió tan débil que no entendía, todo estaba bien, ¿entonces por qué el omega se sentía expuesto a lo malo?, acunó el rostro del menor obligando que sus miradas se conectaran.

—No omega, te amo desde el primer instante que tú llegaste a mi vida, te quiero como no tienes idea, es por eso que te cortejare como lo mereces —ahora tomo sus manos, namjoon sentía que era un sueño, y no quería despertar.

—Está bien, dios, lo amo demasiado hyung —lo abrazo escondiendo su rostro en su hombro, el olor a vainilla llegó a sus fosas nasales sonriendo mientras aspiraba aquel bonito aroma.

El paseo finalizó, Hoseok no soltó la mano del omega camino a su casa, pues no quería dejar que se fuera solo, ya una vez frente a esta, Namjoon se giró sobre sus talones uniéndose en un abrazo que el alfa acepto gustoso, cuando ya era momento de irse, Jung beso su jazmín quien sonrió sonrojado, entonces Kim se armó de valor y beso la nariz de su alfa quien se sorprendió ante aquel acto.

—Vaya con cuidado hyung.

—Sí mi jazmín, oye —dijo antes de que el menor cerrara la puerta—. Te amo, mucho amor no lo olvides.

Sonrojado sonrió: —Yo también hyung, tampoco lo olvide —cerró la puerta soltando un suspiro abrazando el ramo.

—Jazmín, jamás, lo prometo.