Jimin estaba escondido detrás de un arbusto, Hoseok miraba por encima de el hombro del alfa, no había guardias ahí, sólo una combinación de olores, de omegas y alfas.
—No es seguro entrar, algo trama, su olor es fuerte desde aquí.
—Lo más seguro es que nos está esperando —murmuró el mayor, Jimin asintió mientras se sentaba.
—La única ventana es la de el segundo piso, pero haríamos mucho ruido.
Las opciones eran escasas, ambos alfas lo sabían, Hoseok recordó a Namjoon, su promesa y cachorro, pero no podía huir teniendo a ese molesto alfa detrás de su omega.
Sabía que Namjoon podía enfrentar a su padre, no dudaba de él, pero en un estado así no quería complicar a su pareja, ni la vida que trae dentro, suspiró. Este problema se terminaba hoy.
Se levantó de los arbustos seguido de Jimin, Park se mordía el labio nervioso, el olor de Taehyung se intensificó, pero parecía que a Hoseok le importaba poco.
El alfa abrió la puerta, siendo recibido por la oscuridad, se adentró seguido de Jimin quien cerró con cuidado está, sin saber que, cierto alfa los miraba desde la oscuridad, avanzaron unos pasos más cuando, Kim soltó feromonas alertando a los alfas.
En un abrir y cerrar de ojos, Jimin se encontraba en el suelo, este se movía ante la persona encima suyo, Hoseok miró los ojos ámbar de alfa, por fin cara a cara, su lobo salió a la defensiva, ambos caminando en circulos, como una danza.
—Así que tu eres el alfa, que encantador, esperaba más.
—Su hijo tiene al mejor de ellos.
Una risa ronca resonó en el lugar, Jimin presenció como sus lobos estaban presentes, la primera vez se vió a Hoseok enojado, con el lobo peleando por amor.
—Tú no de interpondrás más, Namjoon será mi omega.
Aquella palabra dió directo a los instintos del lobo de Jung, mostró sus colmillos, dispuesto a abalanzarse sobre el alfa puro, Kim se adelantó cayendo encima de Hoseok, iniciando una pequeña pelea.
—Vaya, ya iniciaron —dijo Seokjin quien estaba sentado en la ventana mientras fumaba.
—¡Jimin hyung! —gritó Jeongguk con todas sus fuerzas, Jin rio ante los intentos pobres del omega.
—Ay bebé no te gastes esa voz, mejor grita mi nombre —se bajo de la ventana, apagó el cigarrillo con su pie, acercándose a Jeon quien temblaba. — eres precioso.
En la planta baja, Jimin escuchó la voz de su omega, ahora su lobo estaba fuera, tiró fuerte de la persona que lo apresaba, escuchando el impactó sobre la madera, corrió subiendo las escaleras, sin más tumbo la puerta con una patada, al ver a sus amigos gruñó con fuerza.
—¡Ggukie!
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Namjoon se sobresalto levemente, si su preocupación estaba algo calmada, ahora no podía evitar sentirse bastante preocupado, su mordida le pulsaba levemente.
Min ki lo tranquilizó, pero eso no ayudo, pues el omega comenzaba a entrar en pánico, se levantó con la angustia a flor de piel, el menor hizo lo mismo que él.
—Debo ir, me necesita.
—Hyung no, Hoseok hyung estará bien.
Namjoon miró al omega, liberando bastantes feromonas debido a su estado actual, el menor de los Min lo abrazó para poder tranquilizarlo.
Kim cerró sus ojos, sabía de la conexión con su alfa una vez es marcado, se concentró pese a la distancia, en cuestión de segundos ya estaba con su alfa, sintiendo los golpes, su lobo atacando, después el de su padre.
Suspiró, aún con los ojos cerrados, le dolía ver como recibía golpes, como enfrentaba un problema que era suyo.
“Alfa” llamó “por favor alfa, no, te necesito, dejame ir”
Abrió sus ojos con lentitud sabiendo que Hoseok lo había escuchado, pero la pelea no se detenía, no le importaba que él saliera herido, tenía que demostrarle a su pareja cuanto lo ama.
Se alejo de Min ki quien miraba como el omega salía por la puerta del apartamento, quiso ir tras él, pero una voz lo detuvo.
—Déjalo ir, sabe que hacer —dijo Yoongi recibiendo un asentimiento por parte del omega.
Namjoon corría, siguiendo el aroma de su alfa, unos minutos después ya estaba frente la lúgubre casa, se sintió aliviado al oler los aromas de Sook y Jeongguk. Cerro sus puños con nervios, decidido fue hasta la puerta principal, la abrió, sus ojos acostumbrándose a la oscuridad.
Lo primero que vió fueron pedazos de ropa, sangre, seguido de los alfas, Taehyung sobre Hoseok, dándole una secuencia de golpes a su rostro, algunos torpes pues el menor se defendía.
Y también sus ojos color ámbar.
—¡Alfa!
Ambos pararon, Taehyung miró a su hijo al mismo tiempo que Hoseok quien se quedo paralizado al ver a su pareja ahí, Kim se levantó yendo al omega.
—Bebé has vuelto —abrió sus brazos a Kim para abrazarlo, pero este dio un paso hacía atrás.
