🌼 25 🌼

1.2K 192 19
                                    

Namjoon levantó la vista encontrándose con Jimin y algunas bolsas en sus brazos, el menor al verlo sonrió, se acerco al omega para poder meter la llave y abrir la puerta.

—Con confianza, seguramente Hoseok se desmayará.

El omega asintió, sin mas entro al hogar, pronto la vainilla inundo sus fosas nasales haciéndolo sonreir, escuchó unos pasos, era el alfa quien tenía ropa deportiva que lo hace ver bastante atractivo. Jung abrió sus ojos con demasía para después ir hasta Namjoon y abrazarlo.

Jeongguk venía detrás suyo, ahora tenía una gran sonrisa al notar lo mucho que sus lobos se extrañaron, tanto, que no se dio cuenta que cierto alfa ya lo abrazaba por su cintura.

—¡J-jimin hyung!

—Ahora eres mío bebé —se acercó más al castañito quien cerro sus ojos debido a lo incómodo que se sentía.

—¡Park Jimin aléjate de ggukie hyung! —ahora cierto pálido tenía al omega en brazos mientras fruncía el ceño al alfa.

—Los dos cálmense.

Jung tuvo que parar el teatro que los menores montaron, después se volvió a su pareja quien en ningún momento dejo de sonreir. Pero no podía quedarse más, lo sabía, tomo aire para poder hablar, pensando que decir.

—Ya no hay tiempo para explicarte mañana, Seokie, mi padre es un hombre asqueroso que está buscándote, ya... Ya no es seguro que estemos juntos.

Todos estaban en silencio, las suposiciones fueron reales, Hoseok tenía una inmensas ganas de llorar y abrazar al omega para no soltarlo jamás, bajo la mirada a sus manos unidas. A veces parecía que el destino no los quería juntos.

Namjoon sentía su corazón doler, más que otra cosa, soltó las manos de su alfa para dirigirlas a su rostro, levanto este con delicadeza conectando sus miradas, ahora su corazón se rompió, los ojos del mayor estaban levemente cristalizados. Se acercó para besara estos con ternura.

—Amor... Mi jazmín, no, no te vayas —susurró dirigiendo sus manos a las de Kim quien ya tenía las lágrimas corriendo por sus mejillas—. Escapemos, puedo darte todo, sólo dime que sí.

Entonces los suspiros se hicieron más intensos por parte del omega, entregó su cuerpo a los brazos de Hoseok que no tardo en protegerlo con estos, sintiendo su aroma, su calor. Beso repetidas veces su cabeza en afán de calmarlo, Namjoon sólo se dejó acariciar, cada rincón de su cuerpo le pertenecía a Jung.

—No quiero que nos encuentre, que pagues por esto, si me amas —salió del cuello del alfa para mirarlo con aquellos bonitos ojos cristalizados—. Déjame salvarte.

Jung negó, ahora tomó el rostro del omega para poder besarlo con todo el amor que sentía por él, dejando en claro cuanto lo ama, que sería capaz de la mayor locura por estar a su lado. Se separaron hasta que su cuerpo pidió oxigeno, Namjoon soltaba pequeños sollozos.

—Dime que sí amor, prometo que iremos tan lejos, tan lejos, que ni Dios nos podrá encontrar.

Kim rio al darse cuenta que su alfa no de daría por vencido, alzó la mirada complice que hizo sonreir al más grande: —Vámonos hyung, lo más lejos que podamos.

Si tendrían que dejar de existir para que sus lobos se sintieran libres. Y sin duda lo harían

Seokjin se extrañaba el por qué Namjoon no salía de su habitación, fuera de sus intenciones, quería conocer más a aquel omega que le hacía perder la cordura un hombre tan poderoso como Taehyung

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Seokjin se extrañaba el por qué Namjoon no salía de su habitación, fuera de sus intenciones, quería conocer más a aquel omega que le hacía perder la cordura un hombre tan poderoso como Taehyung. En ese momento le resto importancia.

Así pasaron las horas, hasta que oscureció y Jin se alarmó, fue a la puerta de la recamara del menor, toco un par de veces sin obtener respuesta alguna. Llego un punto en el que su paciencia se acabó, abrió está dando paso a la habitación, un bulto se encontraba en su cama.

—Demonios niño, ¿tienes idea de qué hora es?, levántate ya.

Nada, el alfa apretó las mandíbula, fue hasta la cama para quitar las sábanas con enojo, a su vista quedo las almohadas acomodadas, tiró la sábana al suelo con fuerza.

-Jodido niño, me las pagará -salió de la habitación, tomo su chaqueta para salir de la casa, en un abrir y cerrar de ojos, el alfa ahora era un lobo de un gran tamaño, con el pelaje negro, ojos ámbar y grandes garras.

Comenzó a correr, era bastante rápido, sólo podía verse una sombra negra moverse con gran velocidad. El olor a jazmín no tardo en llegar a sus fosas nasales, acompañado de uno más lo que hizo sentir feliz al lobo.

Vainilla.

Aceleró el pasó, había una gran estela de aroma de ambos chicos, sí que se movieron rápido, pues aún faltaba algunos kilometros para que el aroma del omega se intesificara. Sin pensar mucho ando con más rapidez que su lobo le permitía.

Después de varios minutos, el aroma lo llevó a la estación de metro, frenó buscando con la mirada algún rastro de Namjoon. Pero nada, ahora estaba en su forma humana, el aroma recién fresco le avisaba que no estaba tan lejos.

—Oh querido, corre, corre cuanto puedas, no podrás huir de mí.

vainilla. 𝐎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora