Planes.

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Desde que era un niño siempre fue especial, adquirió dones prematuramente.

Un perfecto y perceptivo olfato, inteligencia, fuerza, entre otras cosas que no hicieron más que provocar orgullo en los Park.

Pese a que siempre su padre cumplió sus caprichos materialmente hablando, Dojin siempre sintió que le faltaba algo muy importante en su vida.. Su madre.

Cada vez que se atrevió a preguntar por ella, a su padre se le desfiguraba el rostro severamente..

"Maldita Omega"

Siempre era igual, siempre decía lo mismo, su padre la odiaba aún entre recuerdos, una mujer, una omega muerta ya hace años y que en su casa no habitaba ni siquiera en fotografías.. No había nada de ella.

Con los años entendió perfectamente que su madre fue eliminada junto a todo aquellos seres que poseían tan odiada condición.

Su padre se encargaba personalmente de "revelarle" los horribles actos de su madre, utilizando su condición, encantos, aroma y belleza, él siempre sintió en el fondo de su ser, que algo no cuadraba con esa descripción tan malvada de su progenitora.

Entre todas esas ideas insertadas en su mente, sumado a sus dudas y confusiones, él optó en ir por la vida indiferente al tema de los omegas, al fin y al cabo ¿Qué importaba?.. Ya no existían, entonces ¿Por qué preocuparse tanto de ello?

Con los años se hizo un alfa codiciado, era un joven de buena apariencia, atractivo, inteligente, educado, de las mejores familias en su país de origen y aparte de todo era músico, tenía una banda, la cual estaba teniendo bastante éxito y poseían centenar de admiradores y fans que enloquecían al verle.

Una vida envidiable.. Aún así.. No le llenaba como quería. Si así era vivir, era bastante aburrido.

La monotonía llegó en el punto de máximo éxito en su vida, las ideas no llegaban y la inspiración se había ido.

Intentó recuperar esa motivación y la inspiración necesaria de muchas maneras.

Viajando, conociendo otras culturas, otros estilos, conociendo otras personas, incluso teniendo sexo, pero nada..

Todo aquello cambió cuando en una de las tantas fiestas a las que aburridamente asistía, conoció a un ser bastante particular.

Era un chico algo pequeño y endeble para ser un alfa como él se jactaba. Kim Hyesung.. Su omega.

Llenó sus sentidos.. Y él, como un "buen alfa" le hizo daño y cometió errores en nombre de sus bajos instintos. Hyesung por su parte, le hizo conocer lo que es enamorarse perdidamente al punto de querer dar tu vida si es necesario. Su forma de enamorarle fue particular, lo que menos hacía su omega era demostrarle interés.

Pese a todo el amargo pasado, ama a su familia, a Hyesung y ahora también a su hijo, su pequeño Byul. Por ellos daría una dura batalla, por los omegas que su maldito padre quería acabar.

 Por ellos daría una dura batalla, por los omegas que su maldito padre quería acabar

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