(Asami/Takaba)(Akihiko/Misaki)(Viktor/ Yuuri)(Kaede/Rintarou)
25 años pasaron desde que aquellas criaturas tan especiales habían sido desaparecidos del mapa durante el cruel proyecto de eliminación total de los omegas.. Aquellas criaturas ya no exis...
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En el camino a la habitación sus pasos se sienten muy pesados, el aire también entra y sale forzoso, su mente, sus pensamientos se nublan cada cierto tiempo, es una bruma de tonos rojos y latentes.
No tenía idea de lo que les esperaría, pero a esas alturas, Asami está particularmente ansioso y con grandes expectativas.
Cuando está frente a la puerta de la habitación, es silencioso mientras tantea la cintura de Takaba para hacerle bajar y entrar, en cuanto la puerta se cerró, Asami lo estampó contra la pared y le dio un beso brusco en los labios.
Takaba es receptivo, abrió la boca para recibir la lengua, hay un belicoso y salivante enredo, jadeos y aliento caliente.
Mientras se besan insistentes, Akihito envuelto en ansias enredó una pierna en la cadera de Asami, quería restregarse contra él, contra la dureza de su entrepierna punzante y despierta.
Los gemidos tenían un desastroso eco en la habitación, Asami soltó la boca de Akihito con saliva que fluía desde la comisura de sus labios rojos he inflamados.. Era un poco hipnótico, esa cara desecha en lujuria.
-No te detengas ¿Qué haces?- Takaba es muy lamentable.
Asami se había separado un poco de él, la intención era quitarse la ropa, pero su alfa no pensó igual, solo estiró las manos anhelante al omega y a tirones le quitó todo lo que cubriera su piel.
Takaba sonríe.
Quizá sus instintos dominaban, pero ambos sabían que había algo más.
Los ojos de Asami se tornaron muy oscuros, el iris se veía casi negro, mientras que sus pupilas quedaban algo razgadas y de un color ambarino, el hombre parece una bestia, una bestia maravillosa.
En cuanto a Takaba todo es similar, pero su pupila aparenta un color dorado.
-Estoy perdiendo.. La razón- La voz de Asami está teñida de sensualidad, ronco y profundo.
Akihito solo le veía de su lugar, a su mente llegan ideas muy pero muy locas, no quería ni podía detener la tempestad demente llena de sexo en su cabeza.
-Yo también.. Siento, que mi cordura se está yendo Asami-
El aroma de un alfa inhundaba las fosas nasales de un omega, y no solo su nariz se llenó de él, cada poro en su piel era atacado con violencia porque el alfa quiere empaparle de feromonas.
Cómo omega no se quedaría atrás, él también comenzaba a liberar su aroma, llegando a su alfa.. Asami inhaló profundo.
Era extraño como funcionaba aquello de los aromas, es decir..
En su vida había tenido sexo con otros alfas, pero jamás liberó un aroma en especial como sabía que hacía ahora, claro, usaba preservativos, su omega no fue expuesto.
