Castigo.

372 27 24
                                    

Kaede había regresado en una frenética carrera desde el laboratorio hasta la sala médica donde se encontraba Rintarou, después de confirmar el embarazo, quería hablar con él, necesitaba verlo.

Al llegar se detuvo en el arco de la entrada a la sala sosteniendo una de sus manos en el borde, Rintarou conversaba en armonía con sus compañeros, a pesar de todo, se notaba un poco más tranquilo.

Kaede es consciente de que su presencia en ese momento debe ser muy densa, tanto como para que todos se dieran cuenta de que había regresado a la sala.

-¿Kaede san?-Rintarou ve a Kaede y en el fondo de su corazón ya sabe qué es lo que tiene en mente.

-Gracias por cuidar de Rintarou-Kaede se acercó y agradeció a Misaki y los otros chicos-Necesito conversar con él a solas, así que me lo llevaré por un momento. Pronto será la hora de almuerzo, podrán comer todos juntos en el comedor ¿Me imagino que quieren ponerse al día no?- Cuestiona con simpatía, ganándose algunas sonrisas, pero gran molestía en Viktor y Asami que estaban un poco alejados sin perder su vista en cada cosa.

Kaede tomó la mano de Rintarou y le dirigió fuera de la sala, yendo directo hacía su habitación en completo silencio.

Al llegar, le hizo ingresar y en cuanto la puerta se cerró, se abalanzó hacía él en necesidad, estrechándole entre sus brazos, no queriendo soltarle más. La situación era delicada.

-Kaede san ¿Que oc..-

Quedó sin habla, Kaede le había tomando de la nuca y le besaba intenso.. Muy intenso.

Rintarou se estaba poniendo nervioso, Kaede no parecía querer detenerse, eso, sumado que a dos pasos estaba la cama del alfa.. Estaban solos.. Se gustaban.. Y se estaban besando de manera muy subida de tono, debían detenerse, no era correcto.

En cuanto a Kaede, a diferencia de lo que pensaba Rintarou, ese beso era algo que quería compartir antes de darle la noticia.

Era el último beso que compartirían antes de hundirse en la preocupación.

Con unas últimas mordidas y pequeñas succiones en el labio inferior de Rintarou, Kaede despegó su boca y no quitó su vista de la persona frente a él, Rintarou se veía hermoso, con sus brillantes ojos castaños, y un sonrojo tan característico en él, Rintarou se le hace aturdidoramente etéreo.

-¿K..Kaede san?-

-Hablé con Usami-

-Oh..-

-Rintarou.. Estás en estado, nuestras sospechas eran ciertas, estamos esperando un hijo-

-¿Q..Que?.. Kaede san ¿Qué haré ahora?.. Yo.. ¡No sé que hacer!, todo el día he tratado de mantener la calma, pero ahora.. ¡Me siento desesperado!-

-"Que haremos ahora" Rintarou, estamos juntos en ésto, tranquilo, no te alteres, mírame, hay algo que tienes que saber, nunca terminaré de pedirte perdón por todo lo que te hice, y por lo que mi cobardía sigue repercutiendo en tu vida pero te sacaré de aquí, cueste lo que cueste-

-Pero Kaede san ¿Cómo?-

-Hay alguien que nos va a ayudar, él me había dicho que necesitaba un tiempo así que trataremos de mantener éste tema entre nosotros, ya hablé con Usami y él no dirá nada, al menos por ahora, si alguien abre la boca antes.. Me contactaré con la persona que nos ayudará, y los planes tendrán que adelantarse.

Nadie te pondrá un dedo encima, ni a ti.. Ni a nuestro hijo, soy capaz de todo Rintarou-

Pese a lo rápido que se estaba dando todo, Rintarou cree en Kaede y en la ferocidad de sus palabras y sentimientos.

EXPERIMENTO OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora