Peligroso Amor "Mentiras que duelen" (Segunda Parte)

Capitulo 12: "Estoy sola de nuevo"

No recuerdo que sucedió después de la devastadora noticia que me dio el médico, solo recuerdo a varias enfermeras que entraron a sujetarme fuertemente, solo se oían mis gritos desesperados, tan fuertes y desgarradores fueron que vi a Arturo parado en la puerta, estaba pasmado, no le permitieron acercarse a mí, solo lloro, podía verlo llorar repitiendo mi nombre y diciendo "Lo siento, lo siento mucho Lucía..."

Todo se hizo borroso, de ahí solo tengo pequeñas lagunas mentales de lo que pudo haber pasado mientras dormía, recuerdo a Arturo en todo momento tomando mi mano, también a Mariana, mi amiga del alma, pero no estaba él, la persona que quería a mi lado "En las buenas y en las mala, en la salud y la enfermedad", el ya no estaba, no quería despertar y ver que era verdad, que ya no lo estaría, solo se escuchaba a los doctores que hablaba con ellos.

-No sabemos por que aún no despierta señor...quizás no quiera hacerlo, no sabemos como se maneja la mente humana...y desgraciadamente no podemos saber como se sienta luego de un post parto.

Cuando la sedaron, no pensamos que su mente reaccionaria de esta forma, el animal de mi hermano no queria contestar las llamadas, iba a la casa y me decían que no venía a dormir, pensé en ir a la oficina, pero no se que me duele más, si ver como el también se consume por el dolor o saber que ella no despierte nunca más, eran opciones dolorosas, demasiado, para ser verdad.

La verdad era que yo tenía que despertar, enfrentarme a mi vida, por que nadie mas lo iba a hacer, creía cerviz mente que todo era parte de mis miedos, así que puse todo me valor y me enfrente a mi destino, quizás este me tenía algo, algo por que vivir.

-No puedo creer que no hayas ido a ver a tu esposa al hospital Leonel.

-Arturo, tengo trabajo que hacer, así que te pido que te retires de mi oficina. Tengo cosas más importantes que hacer. Esas palabras te hicieron explotar, te acercaste a su mesa dando un fuerte golpe, estabas indignado, Lucia no era una cosa, no era un objeto, era una persona, una mujer que había perdido a su hijo, que necesitaba del hombre al que amaba.

-Eres un maldito animal. ¡Una basura como ser humano! Dijiste eso llorando de rabia e impotencia, el tenía esa familia que habías dejado pasar por el tiempo. Tu esposa acabe de perder a tu hijo IDIOTA, ¿crees que tú dolor solo importa?

Me había quedado tieso, nunca había visto a mi hermano de esa forma, con mucha rabia, pero no era su vida, no era su esposa, y no mandaba en la vida de Lucía y mía, cuando levanté la mirada vi a Isa que había entrado asustada por la reacción de Arturo.

-No te metas en nuestras vidas Arturo. No lo hagas. Vete de mi oficina. Me miro incrédulo ante ni respuesta.

-Se va a morir si la dejas. ¿Por qué estas siendo duro con ella? No se si la forma en la que se lo dije sonaba a suplica, pero era lo que sentía, más allá de los años que vivimos juntos, la conocía mejor que él.

- ¿Por qué? Solo lo miré y seguí con mi trabajo.

-Solo ve a firmar el alta, solo el "esposo" puede hacerlo.

Salió de mi oficina dando un portazo. Los días para mi siguieron normal, me quedaba en la casa con Isa, ella se desvivía por que este feliz con ella y lo conseguía o al menos eso creía.

Llego el momento de dejar el hospital, ya me encontraba arreglada para irme, salía de la mano con Mariana, cuando estábamos en recepción vi a Leonel con Arturo.

-¡Arturo! Ambos voltearon, pero Leonel volvió a dirigir su mirada a su hermano.

- ¿No vas a verla? Vi que se iba a ir.