Constantine [Keanu Reeves y Tn]

6.

—Detective— ella se giró y me sonrió tiernamente— lamento lo que pasó ahí adentro.

—No te preocupes, el sr. Constantine seguramente es un maldito— reí ante eso, ella se llevó una mano a la frente y negó— Lo siento, me dejé llevar, no debería decir eso...

—Seguramente si lo es, tranquila —conteste, no sabía cómo comenzar, era difícil para mí decir siempre lo mismo cuando un alma pedía de mi ayuda, porque pensaban que era una especie de burla, pero tenía la sensación de que era muy abierta al tema, y ya que habíamos hablado de la muerte y demonios, decidí proceder por ahí— ¿Es católica detective? — ella asintió.

—Muy devota, como mi hermana.

— ¿Cree en las personas que pueden verlos? No solo a ángeles y demonios sino también a los muertos— ella me miró de reojo.

—¿Alguna especie de psíquico? — asentí— Bueno, Isabel decía que podía verlos todo el tiempo, por eso estaba siempre internada, algunos días más que otros.

—Entiendo— dije, ella sonrió triste.

—¿Quieres que te lleve a casa? — pregunto mientras se soltaba el cabello, me tomo un poco por sorpresa, ya que eso no tenía nada que ver con lo que hablábamos.

—Si no es molestia.

—No lo es

Hubo un silencio, entonces, cuando iba a soltarle que había hablado con Isabel antes de que ella se fuera, apareció ni más ni menos que el mismo John Constantine corriendo y detrás de él venía James.

—Necesitamos hablar—me dijo, James apareció junto a mí, quise preguntarle dónde había estado, pero no podía hacerlo frente a ellos, me mandarían a donde estaba Isabel seguro. John pareció mirar a James o en su dirección, sabía que era imposible, así que no le tome importancia.

— Los he visto venir— me dice James, sin entender ruedo los ojos de un lado a otro esperando— Vendrán pronto.

—¿Tn? —me llamo John, negué volviendo a la realidad.

—Creo que, no es una buena idea que hablemos ahora— le informe caminando a donde estaba Ángela.

—Si quieren, pueden hablar un rato, antes de irnos— nos informó Ángela caminando a su auto, dejándome sola con John.

—Escucha, algo rato está pasado y sé que tienes algo que ver en eso— hice una mueca de disgusto— No parecías muy asustada cuando estaban los di...

—Doce—lo interrumpí, él sonrió.

—Cuando los demonios soldados estaban sobre ti, no me preguntaste nada, incluso me dijiste que te las arreglarías— dio un paso más cerca de mí— ¿Ya has lidiado con ellos antes?

—¿A dónde quieres llegar con esto? — miro a mi alrededor para parar su vista a algo detrás de mí.

—Yo también puedo verlo— me susurró— Se que él se comunica contigo y tú con él, ya que nadie más que personas como nosotros podemos verlo.

—¿Personas como nosotros? —me crucé de brazos esperando una explicación— ¿Cómo que personas como nosotros? ¿Es decir tú y yo? ¿Qué tenemos en común? — él sonrió, una sonrisa auténtica, sin burla, una de verdad.

—Personas que ven los que otros no—sentí un balde de agua fría caer sobre mí, ¿acaso él...? — Si, soy como tú— contesto como si hubiera leído mi mente, su sonrisa seguía ahí, como que la sonrisa de una persona que comprende a otra, admito que me sorprendí cuando Isabel me lo dijo, pero me negué a hacerme ilusiones y a creerle debido a que estaba en un hospital psiquiátrico y...está muerta, los muertos rara vez hablan cosas lógicas y coherentes.