-Fue maravilloso- contestó olvidando traducirse por el asombro -Fue genial- Tradujo está vez.
-Me alegro de que te gustara- dijo con una sonrisa.
Después de eso, Tom se quitó los patines, los limpio y seco bien y se sentó a comer algo, había quemado muchas calorías, si no se alimentaba podía descompensarse.
Connor y Yaroslav se sentaron junto a él, también comieron mientras conversaban, el de cabello azul recordó lo que Tom le había dicho antes de conocer al Ruso y ahora le encontraba toda la razón del mundo, Yaroslav resultó ser alguien realmente agradable.
Finalmente Tom hizo unos estiramientos para que no le doliera el cuerpo al día siguiente, reunió sus cosas y se despidió de todos los patinadores, se despidió de Connor en la puerta y empezó a caminar hacia su trabajo, tal vez no tenía un trabajo estable como Connor, pero le daba lo suficiente para vivir.
Llegó al pequeño restaurante donde era mesero, no era el trabajo ideal y para nada quería trabajar de eso toda su vida, pero era lo único que pudo conseguir antes de graduarse, igualmente no es como si las ofertas fueran a aumentar mucho ¿En qué momento pensó que era buena idea estudiar una carrera con tan poco campo laboral?
Ignorando esos pensamientos entró al lugar y fue a una habitación del fondo para ponerse su uniforme y empezar a trabajar, el lugar estaba tan lleno como de costumbre, había una fila que llegaba hasta afuera, lo que quería decir que tenía que cubrir muchas mesas pues no había muchos meseros.
Corrió entre las mesas tomando órdenes, llevando comida, calculando cuentas y resolviendo dudas, siempre manteniendo una sonrisa para los clientes, fueron horas hasta que empezó a bajar la cantidad de personas en el local y tanto él como sus compañeros pudieron respirar un poco.
Estaban atendiendo a los últimos clientes antes de cerrar cuando Tom sintió su teléfono vibrar, era un mensaje de su papá, lo que era raro, él no le mandaba mensajes muy seguido, además, estaba en una "cita" con su madre, no debería estar pendiente del teléfono.
Papá:
Thomas tu madre y yo vamos a volver antes, vamos a volver cansados ¿Puedes tenernos comida? Llegaremos en unas horas
22:30 PM
Suspiró para seguir con su trabajo, seguramente se hubieran aburrido del otro, no es que se quejara, hace años había aprendido a lidiar con el hecho de que sus padres no se amaran, tampoco es como si se odiaran después de todo, realmente eran grandes amigos, pero no una pareja.
Si se ponía a pensar, nunca había escuchado de un niño como él, la mayoría cuando habla de hijos no planeados lo hace mencionando descuidos en fiestas o parejas que no se protegieron, pero jamás había escuchado de un niño no planeado que naciera de un par de amigos con derecho.
A pesar de lo que se podía pensar, a estas alturas no le importaba tanto, descubrió que sus padres no se amaban cuando era bastante pequeño y ya no lo afectaba tanto o intentaba convencerse de eso.
Decidió no encerrarse en eso, no lo beneficiaba en nada así que alejo el pensamiento y se centro en su trabajo, compraría algo de comida en el camino a casa, no quería que lo regañaran por quemar la comida.
Cuando por fin cerraron tomo sus cosas y empezó a buscar en el camino un lugar donde comprar, no traía mucho dinero pero podría comprar comida para sus padres y una galleta o yogurt para él, después vería que comer.
Compro unos fideos en un restaurante Chino que vio en el camino, con eso listo ya podía ir más tranquilo al apartamento, no iba a dejar a sus padres hambrientos después de un largo viaje.
Durante el camino estuvo bastante atento a su alrededor, era raro que aún no lo atacarán, más después de que sus barreras mentales fueran debilitadas, por mucho que Connor lo estuviera ayudando, nada le aseguraba que estaba a salvo.
Cuando llegó abrió la puerta con la llave que estaba en su mochila y dejo la comida en la mesa, la calentaría cuando sus padres llegaran, por mientras se cambiaría de ropa y dejaría sus patines ventilando.
Ya estaba acostumbrado a hacer sus cosas solo, sus padres salían muy seguido, así que aprendió a hacer muchas cosas por si mismo, excepto cocinar, jamás pudo aprender eso. El sonido de la puerta interrumpió sus pensamientos.
-¡Estamos en casa!- la voz de su madre sonó en el apartamento.
-¡Voy!- dijo para que supieran que estaba en casa, terminó de cambiarse y fue a la cocina, donde estaban sus padres.
-¿Como está tu cabeza Thomas? ¿Que tal esta Yaroslav?- pregunto su padre para iniciar una conversación.
-mejor, Yaroslav está bien- dijo mientras servía la comida en dos platos.
-Ya te había dicho que ese deporte es peligroso, deberías dejarlo- le sugirió su madre mientras dejaba sus cosas en una silla.
-Y yo ya le dije que no lo voy a dejar, es lo que me gusta- contestó algo molesto, no era común pero su madre aveces hacia esas cosas.
-Si no vas a dejarlo, por lo menos deberías estudiar una carrera en la que ganes mucho dinero, no vas a vivir con nosotros por siempre- secundó su padre.
-¿Pueden parar? Por favor, no quiero pelear- dijo intentando calmarse, sus padres lo estaban presionando para que se fuera, otra vez, como si fuera tan fácil.
-Thomas, cariño, no deberías estar tan a la defensiva, recuerda que él enviado divino debe ser respetuoso y perfecto- dijo su madre mientras le tomaba la mejilla.
-Mamá... ¿Podría parar con eso? Me gustaría algún día poder vivir mi vida sin tener que ser "el enviado de Dios"- dijo casi como un susurro, su rostro mostraba tristeza y desgano pero no quería molestar a su madre.
-Largo de mi casa- dijo cambiando su expresión a una seria y su voz a una mucho más dura -Dijiste que quieres vivir como te plazca ¿No? Pues vete.
-¿Que?- pregunto para estar seguro de lo que había escuchado.
-Ya escuchaste a tu madre, vete- apoyo su padre.
En vista de eso suspiro antes de ir a por sus cosas, si sus padres no lo querían allí, no iba a quedarse, tomo un bolso en el cual poner lo que le hacía falta, pero se dio cuenta de que todo lo que necesitaba ya estaba allí, rió para si mismo antes de salir de la casa.
Una vez en la puerta se dio cuenta de que no tenía donde ir, pensó en llamar a su mejor amigo Johan, pero cuando estaba por hacerlo recordó que habían peleado, pensó en quien más podía llamar, la mayoría de sus amigos o vivían con sus padres o no podían recibirlo, pensó en Connor, pero lo descartó puesto que ya se había quedado en su casa y no quería abusar de su hospitalidad, pensando en eso, decidió llamar a su última opción, Yaroslav.
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ohoho~ ¿que será del pobre Thomas~? ¡haha! las cosas son más interesantes ahora 6w6-.•🍭Editor se despide,¡gracias por leernos!🍭•.-
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White Demon (Cancelada)
Paranormal"Un médico con muchos secretos y un patinador de hielo dispuesto a descubrirlos" Connor es un chico de 23 años quien, trabajando como médico, conoce a un chico que da vuelta a su mundo, ¿será por el estrés que conlleva su estilo de vida y forma de c...