—Claro. Ten, el baño está allí para que te cambies— Connor no sabía en qué momento se había girado hacia Tom y mucho menos sabía cuándo le contesto, pero ya no podía echarse atrás.
Tom le agradeció antes de dirigirse al baño con la ropa, por otro lado Connor estaba asustado de lo que podría pasar, sabía que probablemente su ojo se vería de color gris, aún así, se tomó un segundo para pensar que era la primera vez en años que su ojo cambiaba por una persona, supuso que se debía a que hace mucho no podía ser el mismo sin temor a que lo usarán en su contra, no le dio más vueltas al asunto y empezó a buscar con que dormir, como no lo necesitaba, no tenía un pijama en realidad.
Cuando Connor encontró algo cómodo que ponerse, Tom salió del baño terminado de acomodarse la ropa, el peli-azul pensó que no le molestaría tener esa vista más seguido, la ropa le quedaba algo larga pero no se le veía nada mal, pudo apreciar su pálida piel, con algunas pecas, producto de la exposición al sol y su delicada pero firme figura. Tom era el tipo de personas que practicaba con libros en la cabeza para tener una postura impecable, realmente ese chico era hermoso.
—Ponte cómodo, yo iré a cambiarme— mantuvo un tono calmado como había aprendido desde que era pequeño y con una minúscula sonrisa, se dirigió al baño.
Una vez en este y con la puerta cerrada, sacó las guardas de su lente de contacto (las cuales escondía cada vez que tenía visitas), se quitó los guantes, se lavo las manos y procedió a quitarse el contacto, revelando su ojo gris, una vez hecho eso, se volvió a poner los guantes y se cambió de ropa, se tomó un segundo para respirar antes de cerrar su ojo derecho y salir.
Al salir del baño, pudo ver a Tom sentado en la cama, se veía algo incómodo, como si no estuviera cómodo en su propia piel, miro a Connor con algo de desconcierto antes de apartar por un segundo la mirada y tragar saliva.
—¿Por qué tienes el ojo cerrado?— preguntó con un tono que claramente decía "si no quieres decirme está bien", Connor por primera vez en su vida sintió que estaba bien decir la verdad, lo cual lo aterrorizó, él nunca se fiaba de nadie tan a la ligera, sabía que eso podía acabar mal.
—Yo... Tengo un desperfecto en el ojo, normalmente uso lentes de contacto pero si quiero dormir tengo que quitarmelos— la expresión de Thomas mostró entendimiento, seguido, se acostó en la cama y miro a Connor.
—No te preocupes, todos tenemos un desperfecto o algo que nos gustaría cambiar de nosotros mismos, estamos en confianza, si tú me muestras el tuyo, yo te mostraré el mío ¿Que dices?— parecía que la curiosidad le había ganado y decidió que ese era un trato justo, así él podría satisfacer su curiosidad y ambos quedarían iguales, Connor, apesar de los riesgos y sin saber bien porque, decidió acceder.
Se recostó en la cama al costado de Tom y susurro un "de acuerdo" tan leve, que si no se ponía atención se perdería en el aire. Abrió lentamente su ojo, dejando ver ese color gris que ahora era casi como el metal, estaba asustado de la reacción del contrario, una vez su ojo estaba abierto, se quedó en silencio mirando al albino, esperando su reacción.
—Es hermoso— fue su respuesta, antes de llevar su mano a la mejilla de Connor y acariciar suavemente una zona cercana al ojo, el cual rápidamente cambio a un verde oscuro, estaba confundido, esperaba otro tipo de reacción, una que concordara con lo que él sentía por su ojo, desagrado —Tienes el ojo más bello que he visto— Tom estaba prácticamente hipnotizado por los colores cambiantes de aquel ojo, un ojo tan... Hermoso y... Honesto... De una forma única.
—¿No crees que es horrible? No es muy normal que digamos— no sabía cómo sentirse, pasó tantos años avergonzado de ese ojo, odiándolo e intentando esconderlo y... ¿Ahora alguien le decía que era hermoso? "El golpe en la cabeza debe haberle afectado" era lo que rondaba en su mente.
—No digas tonterías, puede que no sea normal, pero es parte de su encanto, no veo porque te avergüenzas de el— Connor se sonrojo y su ojo se volvió azul oscuro, no era capaz de comprender cómo Tom podía pensar eso —¿Que significa cada color?
—Bueno, mi ojo cambia conforme a mis emociones— Tom se acomodó más cerca, curioso de la explicación del contrario —el celeste es la felicidad, rosado es amor, el naranja es frustración, blanco es la tristeza, verde claro es la calma, verde oscuro es confusión, morado es envidia, amarillo es el sadismo, el burdeo es placer, azul oscuro es vergüenza, el marrón asco, el gris miedo, rojo es alerta o enojo y negro es odio. Los demás sentimientos son muy complejos.
Tom lo miro con una sonrisa, Connor estaba avergonzado, pero a la vez se sentía bien, el más bajo no lo estaba juzgando como creyó que haría, al contrario, lo estaba halagando, así que decidió quitar la atención de si mismo.
—Te toca, yo mostré lo mío, ahora es tu turno— Tom reaccionó como si hubiera salido de un trance, después del sobresalto inicial se sentó en la cama de espaldas a Connor.
—Bueno, esto es algo que jamás le he contado a nadie, verás, sabes que los albinos no podemos salir al sol ¿No?— hablo mientras se quitaba la camiseta, Connor trago grueso mientras miraba la espalda del contrario.
—Claro, tienen un alto riesgo de contraer cáncer de piel— por supuesto que lo sabía, era médico después de todo.
—Bueno, desde que nací tengo estas pecas "por exposición al sol" que por alguna razón tienen una forma... Peculiar— termino de quitarse la camiseta y Connor pudo ver las pecas que formaban una especie de alas en su espalda.
—No lo veo como algo malo, de hecho es bastante curioso... Ah... ¿Puedo?— pregunto mientras acercaba lentamente la mano, mostrando sus intenciones.
—Claro, adelante— fue la respuesta que susurro, Connor delineo con los dedos las pecas que manchaban esa piel blanca como la porcelana, le pareció un detalle maravilloso, que de alguna forma esas pecas se posicionará para formar algo así.
—No veo porque no te gustaría, a mí me parece genial— dijo suavemente lo que pensaba.
—Bueno, resulta que mi madre se obsesionó con la idea de que era una señal divina— solo bastaron esas palabras para que Connor comprendiera la situación, la palabra obsesión nunca se llevaba bien con la religión, mucho menos si la palabra "padres" estaba allí también.
—¿Fue muy malo?— pregunto con delicadeza, mientras alejaba su mano. No quería traer malos recuerdos.
»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»¡hahaha~! ¿que tal? soy el editor yyyy vengo a decir que ojalá no enloquezcan esta cuarentena!
🍬¡gracias por leernos!🍬
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White Demon (Cancelada)
Paranormal"Un médico con muchos secretos y un patinador de hielo dispuesto a descubrirlos" Connor es un chico de 23 años quien, trabajando como médico, conoce a un chico que da vuelta a su mundo, ¿será por el estrés que conlleva su estilo de vida y forma de c...