Han pasado casi 4 años desde la muerte del Şehzade Murad, todos en el palacio estuvieron de luto casi un año, pues veian que la dinastía Otomana estaba por desaparecer.
Aunque no todo fue tristeza, pues la sultana Handan tuvo un nuevo hijo con su esposo Burak Paşha, llamado Korkut, pero un año después del nacimiento del Sultanzade, notaron que este se encorvaba mucho cuando empezó a caminar, los médicos le dijeron a los padres del pequeño que a él le estaba creciendo una joroba. Muchos lo tomaron como una nueva desgracia para la familia.
Mohamed no habia vuelto a llamar a sus aposentos a Iris o a otra mujer, pues se estaba enfocando en los asuntos del estado (tal vez tratando de calmar el dolor que le provocó la muerte de su hijo). También se estaba preparando para conquistar las ciudades sagradas de Medina y La Meca, conquistar el Sultanato Mameluco de Egipto y obtener el título de Califa del Islam, deponiendo a Al-Mutawákkil III, el actual.
La madre sultana Fatma estaba preocupada por el futuro de la dinastía, así que fue al Harén para escoger ella misma una muchacha para su hijo.
-¡Atención! ¡La sultana madre Fatma está aquí!- dijo un eunuco anunciando a la madre del Sultán
-tu Hatun- dijo Fatma señalando a una muchacha -da un paso al frente- ve que ella lo hace y luego se dirige a la Kalfa -quiero que preparen a esa chica, esta noche irá con mi león-
-como quiera sultana- dice Amina Kalfa
Iris (quien volvió a dormir en el Harén desde que el príncipe Murad murió) se enojó mucho, pero logró ocultar bien su enojo. Entonces planeo poner algo en su comida y bebida para que no quedara embarazada, pero no sabía que la muchacha se había dado cuenta y al momento de la comida, intercambió la suya con la de otra chica (la cual no tenía nada fuera de lo común)
-mi querida madre- dice Mohamed besando la mano de su madre y la lleva a su frente -¿A que has venido?-
-como bien sabes, ya han pasado 4 años desde la muerte de tu hijo- dice Fatma
-lo sé madre, una de mis mayores penas-
-muy cierto hijo mío, así que pensé en que ya es tiempo de que vuelvas a estár con las mujeres de tu harén. Hoy fui allí y escogí personalmente a una muchacha para que estés con ella esta noche. Alá mediante quedará en cinta y dará a luz a un nuevo príncipe-
-que así sea madre-
-¿Estás diciéndome que aceptas dormir con la muchacha que mencioné?-
-por supuesto, además, pensaba tener un nuevo hijo antes de partir al campo de batalla a conquistar las ciudades sagradas del Islam y el Sultanato Mameluco de Egipto-