| Un poco de Confusión | ZhuiYi

5° Jin Ling. [Editado]

¡Eres idiota!

Jin Ling observaba detenidamente al par de amigos echados en el suelo, mojados y riendo a todo pulmón. Se sentía enojado, celoso de cierta felicidad compartida. Le dolía inconscientemente el corazón, la inseguridad se implantada en su razón le hacía dudar de su novio, y frunció el ceño fastidiado.

Abrió la puerta de golpe, cortando la escena de sus amigos, causando un sonido que se escuchó por toda el aula y pasillo de la escuela.

Su presencia demandante aterro a los dos jóvenes sucios, que se levantaron del suelo rápidamente. Ambos chicos, Jingyi y Sizhui, veían al joven de lunar rojo con miedo, esperando un regaño o golpe del mencionado joven. Mas, Jin Ling se mantenía en silencio, provocando temblor a sus cuerpos que perdieron el equilibrio por la resbalosa losa y, otra vez, cayeron.

El Jin sobo su frente más enojado de lo normal. Le carcomían las ganas de gritar todas sus verdades e inseguridades, de hacer una escena que dejaría a fuera su dignidad; pero, su orgullo era más grande que su cuerpo, así que resistió. Y mirando de manera amenazadora a ambos adolescentes, se retiró del salón con pasos firmes.

Él sabía perfectamente lo que sentía su primo y, aunque comprendía que el chico no haría ninguna jugada para dar a conocer sus sentimientos, sentía inseguridad de que eso cambiara para su novio Lan Sizhui.

Son celos. Él lo sabe muy bien. « ¿Por qué ocultarlo?»

— ¡Eres idiota!— exclamo en medio del pasillo, porque sabía que lo escucharían.

Ambos Lan se miraron atónitos intentando comprender a quién le había dicho aquello. Sin embargo, intuitivamente Sizhui se levantó para alcanzar a su novio y hablar al respecto. Y, cuando iba a salir, fue detenido por la mano de Jingyi.

Lan Jingyi quería ver a su primo y explicarle lo sucedido. Deseaba arreglar ese error, porque no se permitiría observar como una relación terminaría por su culpa. No importaba su ropa, no importaba su imagen ahora, solo importaba su primo y su relación.

Jingyi sentía culpa, dolor y celos. Su misma existencia le quemaba el alma, y su corazón palpitando con fuerza no le ayudaba. Sonrió, ya sea de tristeza o dolor, dándole una razón a Sizhui para que se quedara y lo dejara ir; porque entendía y comprendía a Jin Ling.

Y, aunque sabía el final de su historia, quería ver sonreír a su primo.

Le dolería, reconoce que es él quien sufriría al terminar esa misión. Pero, ver de nuevo esas sonrisas en el rostro enamorado de ambos chico, le hacía conocer que él no se merecía a Wen Sizhui. Que él no era, y no será, la felicidad de aquel chico.

Se levantó despacio para no volver a caer, con su uniforme igual de sucio que del su mejor amigo. Salió del charco de agua con cuidado, antes de volver a mirar a su amor imposible.

Sizhui se sorprendió. « ¿Por qué su amigo tenia tristeza en sus ojos?»

— Yo hablaré con él— aclaro—, soy el único que puede abrirle los ojos.

Sonrió una vez más mostrando su determinación, y, luego, corrió por el mismo camino que huyo Jin Ling. Volteo solo para gritar unas palabras que dejaron al Wen en shock.

— ¡Cámbiate el uniforme o sino el viejo te dará un castigo!

El chico que siempre rompe las reglas, le da consejo al que no las rompe. Que irónico.

Yuan no puedo decir nada, pues el muchacho lo tomo desprevenido. Sizhui sentía que él debía hablar con Jin Ling, ya que era su novio después de todo, y como pareja tenían que arreglarlo. La responsabilidad es de él, no de su mejor amigo.