21° Rescate. 1

1.1K 168 34
                                    

"¿Qué puedo hacer para recordarte?"

Jingyi se levantó con un dolor en la espalda por una mala postura al dormir.

Se había caído de la silla sin darse cuenta, además de que su cuerpo adormecido se acomodó en el suelo para seguir durmiendo.

No sabía que hora era. ¿Cuánto había pasado desde su secuestró? ¿Una semana y un día? ¿Dos semanas? ¿Un mes?

Ya estaba tan perdido y aturdido.

Su cara era una obra maestra. La persona que tuviera el privilegio de verlo ahora saldría corriendo. Seguramente llamaría a un padre para que lo exorcise ahí mismo.

Se levanta del suelo y sus pies descalzos tocaron el frío piso debajo de él. Sintió el dejá vú en su mente, había tenido esa sensación anteriormente en su vida.

Frío como el hielo. Suave como un conejo. Fresco el aire del bosque.

Hermoso y maravilloso.

Pisadas fuertes resonaron fuera del cuarto. La gente estaba alborotada e inquieta, corrían de un lugar a otro gritando— ¡emergencia a sus lugares!— no hay paz. Los pasos no cesaron, pero la puerta fue abierta repentinamente.

Wen Ruohan entro furioso junto a un guardia que cubrí su rostro con una máscara negra.

En cerio, ¿Qué tienen con las máscaras?

— Escuchas muy bien niño.— dijo entre dientes— Tienes que acompañarme a otro lugar. Si te resistes, una persona morirá por tu desobediencia.

— ¿Acaso tengo opción?— habló Jingyi sin emoción.

— Piensas correcto.— sonrió— Ahora, camina.

Jingyi sin decir una palabra, camino descalzo hacia la puerta sosteniendo la colcha en sus hombros. El viento se estrelló en su cara, helado y fresco, estornudo tapándose la nariz con la colcha y vio algo muy horrible. Se detuvo por sorpresa. La colcha cayó al suelo en un golpe sordo.

¿Por qué está aquí? ¿Tío Ning?

— Camina. — ordenó el hombre.— Sabes quién es, ¿verdad?

Asintió.

— ¿Quieres que viva? Se obediente y escucha.—

Wen Ning estaba golpeado de pies a cabeza con su pijama de osito puesta y desordenada. Sangre salía de su mejilla y labio inferior, se veía tan miserable y débil.

Estaba inconsciente. Sujetado por otro hombre enmascarado.

Se acercó a el lentamente observando su cara pálida y llena de hematomas. Tocó con su dedo índice la nariz de él, y sintió el leve temblor del hombre. Frío, su cara helada y mugrienta dio una sensación de tristeza y lastima.

Se parecía a un soldado caído. A un general muerto.

General fantasma.

— T-Tío Ning— lloró Jingyi.

— Vamos, no hay tiempo.— habló el hombre.

Recogió rápidamente la colcha e intento ponérsela al Wen golpeado, agarró al hombre de la cintura para abrigarlo del frío. Pesaba mucho, después de todo era un hombre que sobrepasaba los veinte. O él era muy débil.

Lo cargo hasta la parte inferior de la casa gigante, antes de llegar a la entrada un disparo se escucho desde la lejanía y Jingyi cayó al suelo.

Su cuerpo fue aplastado por otra persona en el acto. Fue tan doloroso.

| Un poco de Confusión | ZhuiYiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora