| Un poco de Confusión | ZhuiYi

6° Nueva alumna [Editado]

¿Quién es ella?

Si Lan Jingyi no estuviera sentado al frente de la clase de literatura, estaría completamente dormido en el fondo del aula, lo cual significaría: no ser molestado, no ser castigado. Pero al ser él, que ha sido regañado por tercera vez consecutiva en aquel día, necesitaba un descanso urgente.

— Joven Lan, ¿quién fue el chico que plantó el árbol más grande en la historia?— preguntó su profesor.

El silencio delata la ignorancia del chico Lan para toda el aula.

Se escucha la leve voz del director Lan Qiren a través de la puerta. Y, todos voltearon a mirar aquella dirección por mera curiosidad, sin contar los que tienen miedo.

El profesor dio la orden para que pasará su superior, y dando una leve reverencia, continúo con su labor de revisar las hojas de evaluación.

Lan Qiren, también llamado por Jingyi el viejo barba de chivo, entro al aula con su aura de respeto, y habló en tono alto.

— Buenos días, alumnos. Hoy vengo a informarles que tendrán una nueva compañera de intercambio― dice con voz tranquila―. Ella viene del extranjero, así que por favor no quiero ninguna queja de irrespeto u otro motivo— terminó de decir— Entra.

Una chica bajita de estatura entro al aula como un robot, causando la risa estruendosa de Jingyi que se escuchó por el salón. Él se encontraba en los primeros puestos, por lo cual, fue el primero en verla.

La niña era linda, con su cabello suelto y sus ojos color café. Pero... Ahí viene el "pero".

Ella estaba más tiesa que una roca.

Se paró enfrente de la clase dando una leve reverencia a todos por respeto. Levantó la cabeza para escribir su nombre en el pizarrón y, después de eso, dio la vuelta intentando no tropezar. Movió sus labios para pronunciar su nombre y edad.

Y otra vez se escuchó la risa estruendosa de Lan Jingyi.

— Cállate, idiota— le dijo el a su primo.

Él se detuvo.

— Me llamó Xiao Aoi. Tengo diecisiete años y vengo de intercambio de Estados Unidos. Un gusto— terminó de presentarse. Su tono fue como el de un robot nuevo. Ni ella se creía lo tonto era su comportamiento.

— ¡Hola! Soy Lan Jingyi, un gusto — se presentó el chico muy sonriente. Le encantaba hacer amigos y está no fue la excepción.

La chica sonrió tranquila. Se alivió al ver qué no había cagado su presentación.

— Bien. Siéntate donde gustes— dijo el profesor.

Ella obedeció, viendo el último puesto. El único vacío. Sonrió para sus adentros y encamino lentamente hacia el lugar mientras escuchaba los murmullos de sus compañeros. Tropezó con sus pies, pero pudo mantenerse el equilibrio. Suspiró y siguió su camino.

» ¿Por qué una estudiante viene a mitad de curso?

» ¿Vendrá de una familia reconocida?

» Obvio que ha de ser rica. ¡Solo mírala! No cualquiera puede estudiar en esta escuela prestigiosa.

» Tienes razón.

» Es linda, tal vez pueda conquistarla.

» ¿Qué dices? Es solo una extranjera más no tiene nada de especial.

» A de ser millonaria.

» Entonces es solo una engreída.

— ¡Silencio!— alzo la voz el profesor—. Los murmullos están prohibidos dentro de clase.