"» Jingyi se enamora de su mejor amigo, Lan Sizhui. Y Sizhui tiene como pareja al primo de Jingyi, Jin Ling.
» ¿Cómo terminará este desenlace de amor?
» Donde un amor. Una amistad. Un secuestro. Y un sentimiento correspondido que parece imposible de...
Jingyi no sabía que era peor: Si llegar tarde a la preparatoria o que esté lloviendo en plena mañana. Sin embargo, de lo algo estaba seguro.
Llegaría tarde y completamente mojado.
— ¡Grandioso día!— grita en medio de la calle dando la mejor carrera de su vida.
Esquivando a la gente, objetos y el portón de la preparatoria, llega a su destino teniendo que dar un salto para pasarla pese a la altura de este. Celebró su logró con un bailecito antes de volver a correr, sin embargo no contó que del otro lado estuviera su mejor amigo esperándolo.
Wen Yuan al ser el número uno del todo el colegio, iba a registrar a los atrasados o impuntuales dando al final la lista al director, por su gran honestidad y respeto que le tenían ningún estudiante reclamaba porque era una ley en la preparatoria. Pero, lo que sin duda no se esperaba, por nada del mundo, es que un chico saltara la puerta de ingreso con gran majestuosidad.
Su sonrisa calmada seguía ahí. Por suerte.
— Lan Jingyi— llamó el Wen.
— ¡A-YUAN!— exclama asombrado.
Primero: Él no se acordaba de la tarea que tenía su mejor amigo. Segundo: Estará castigado por toda la tarde.
Si Lan Jingyi hubiera memorizado los días que le tocaba turno a su amigo, tal vez no hubiera saltado la puerta de entrada y, tal vez, no recibiría un castigo más. Sin embargo, romper las reglas no está mal después de todo.
O eso decía su madre cada vez que lo castigaban.
Suspiró, y se levantó de donde cayó para acercarse a su mejor amigo. Tenía que darle la razón del por qué llegó tarde y del salto que dio.
— A-Yi — habló el joven más alto.
— Fue culpa de esa maldita alarma— respondió con un bufido, inflando sus cachetes de manera tierna.
— Vocabulario, Jingyi— regañó el Wen antes de morirse de ternura al ver a su amigo de esa manera.
Le dieron ganas de morder esas mejillas o, aunque sea, acariciarlas por un segundo. Se mantenía a raya gracias al control que tenía de su cuerpo y mente. Por suerte no cometió otra locura como la vez en la que el Lan fue a disculparse personalmente.
Más tarde agradecería a su profesor por enseñarle el autocontrol.
Jingyi miró curioso a su amigo, casi en todo el trayecto que lo conoció nunca se distrajo con facilidad, y más aún cuando de deberes se le otorgaba. Era algo lo cual admirar, pues no podía quedarse observando a su mejor amigo de ese modo, aun cuando estaba con su primo. Aún le dolía, pero no aceptaba tales sentimientos hacia Sizhui.
El Lan desvío su mirada para percatarse que era más pequeño que su amigo. Con más razón mostró su molestia e hizo un puchero que saco más de suspiró al grupo de atrasados.
« Un momento. ¿Cuándo habían llegado tantas personas?» cuestiona Jingyi en su mente.
— Bien. Todos tendrán un castigo— se escucha de repente una voz muy familiar para Jingyi.
— Si maestro Lan Xichen— respondieron sus compañeros, incluyendo el Wen.
— ¡Tío!— exclamó el Lan menor.
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