26° Regresando a la preparatoria.

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" ¡No sabes cuánto te extrañé!"

No es de extrañar que Jingyi estuviera sonriendo ampliamente en frente todos los enfermeros, doctores y pacientes del hospital. Sonriendo y festejando su salida del lugar más aburrido de la historia, hasta comenzaba a considerar el hecho de estudiar en la biblioteca a estar en el hospital un día más.

Ya había pasado un mes desde el incidente. Y sentía toda la energía emanar de su cuerpo como una vela aromática recién prendida para dar luz y olor al mundo solitario e incoloro.

Sus huesos se relajaron y sus músculos comenzaron a doler por el esfuerzo de estar de pie en la puerta principal del hospital, junto a su madre y padre.

Wei Ying feliz de volver a ver a su pequeño sano y salvo de cualquier mal, y Lan Wangji con su cara indiferente pero llena de dulzura y cariño a sus seres más preciados.

Una familia extraña, una familia de verdad.

— ¡Muy bien! — gritó Jingyi.

— ¡Hora de regresar a casa!— le siguió Wei Ying.

— Mm.— dijo el Lan mayor.

Y así, subieron al auto para llegar a su destino.

Y así, subieron al auto para llegar a su destino

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Dos semanas después

— Ya es hora— susurró Jingyi apunto de salir de casa.

Quería sentir el viento golpear su cara, el sol quemar antes de llegar a la preparatoria, los sonidos de los carros, trenes, bicicletas, etc. Quería volverá ver todo.

Era absurdo lo que pensaba.

Iba a verlos a todos, no es como si hubiera muerto o quedado paralítico, era muy dramático en pensar que el aburrimiento puede matar. Es decir, la soledad mata, la desesperación mata, pero el aburrimiento, no.

El aburrimiento solo es una sensación de ver lo mismo, hacer lo mismo, todos lo días. Es seguir una rutina que ya conocemos y no experimentar algo nuevo.

Jingyi entendía eso, o bueno, comprendía en ese sentido que es el aburrimiento.

— Vamos, Jingyi.— dijo su padre a lado de él.

— ¡Mmh!— asintió sonriendo.

—" Volveré a ver a todos"—

Cuando llegó a la puerta principal de la preparatoria, sintió una desconfianza en todo su cuerpo como si fuera su primer día en un lugar desconocido que no conocía a nadie, como un niño nuevo. Parecía tonto el hecho de sentir eso, pero de verdad, como podría controlarlo si vería nuevamente a Sizhui. A su Sizhui, y aunque fuese en la vida pasada suyo y no ahora, aún sentía las ganas de besarlo y acurrucarse en el pecho de él. Esconderse en el cuello de Yuan aspirando su aroma, mientras escucha las palabras más hermosas y delicadas de la historia.

| Un poco de Confusión | ZhuiYiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora