15° Desapareció. [Editado]

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"¿Dónde estás bebé?"

Nota: En está parte no narrará Jingyi.
Es una aclaración en vez de una nota, pero.
Ustedes me comprenden.
Estoy media kuku.

Wei Ying sabía perfectamente que hoy no llegaría temprano a su hogar. Sabía el horario de su esposo para llegar a casa, y estaba muy seguro de que él no llegaría ese día.

La noche se hizo presente cuando él salió de su trabajo. La luna iluminando su caminó le llenó de ánimo. Vería a su pequeño travieso correr por toda la casa para darle un abrazo gritando madre y estampar un beso en su mejilla.

Wei Wuxian estaba feliz, emocionado por el regalo que tenía para su hijo.

El carro arrancó, y se dirigió a su casa.

Tarareaba una canción que se transmitía por la radio, moviéndose energéticamente en su puesto, mientras observaba las calles llenas de autos iluminados. El trabajo lo tenía desgastado, el caso de esa investigación lo tenía un poco sofocado y enojado. Solo su familia le daba ese motivo para seguir contento y avanzar para capturar a ese hombre cabecilla de la mafia, horrendo y deshonesto.

Sabía que no iba a ser fácil.

Pero, ese Wen, debe estar en la cárcel.

¿Debería decir la pena muerte? Porque eso se merece aquel hombre.

Aquel hombre que hace cosas malas, pero calculadas, haciendo difícil su captura. Ese hombre que abandonó a Wen Ning y a Wen Qing junto al pequeño A-Yuan. Ese hombre no merece vivir en esta vida; porque...

Su codicia es mala.

Wei Ying llegó a su hogar en media hora. Guardo el auto y caminó muy feliz saltando hacia la puerta. Ingreso la llave y entró llamando a Jingyi. Espero unos minutos para ver a su pequeño, pero... No lo vio llegar.

Gritó de nuevo, ahora preocupado por la tardanza. Corrió al cuarto de su hijo y abrió la puerta alarmado. No importaba si lo encontraba en una situación vergonzosa, hasta prefería ese escenario a no encontrar nada en la habitación. Presentía algo. No sabía que era. ¿Tal vez intuición? ¿Mal augurio?

La puerta golpeó la pared por la fuerza empleada por el hombre y lo asustó más.

— ¿Por qué no está aquí?— susurró. Dio media vuelta y llamó— ¡Jingyi! ¡Jingyi! ¡¿Dónde estás bebé?!

Recorrió la casa en un instante.

« ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué su bebé no aparecía? ¿Está castigado? ¿Esta con Jin Ling y Sizhui? ¿Está en camino?»

No, Jingyi nunca se demoraba más de las seis. Se supone que debe estar aquí antes de las seis. ¡¿Por qué no está aquí?!

Wei Ying se estaba desesperando. Cogió su teléfono, y marcó a su sobrino. El tono sonó tres veces antes de que alguien contestará.

Hola

— ¡Jin Ling! ¿Esta Jingyi contigo?

— ¿Por qué te oigo agitado? No mejor ni me digas. No me quiero traumar.

| Un poco de Confusión | ZhuiYiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora