Capítulo 16

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Ya había comenzado.

Como se tenía planeado, jamás pensé que fuera tan sencillo.

Desde esta base tan pacífica me hicieron reaccionar ante la situación tan imponente e inigualable que se estaba creando en estos tiempos; la búsqueda había iniciado desde los antiguos tiempos, desde que el primer Portador fundó las tierras lejanas, alejando a los humanos de los denominados por ellos mismos "Dioses", así nos veían por nuestras habilidades, por la manera en que nuestros antepasados les ayudaron a formar sus construcciones, sus ciudades e islas.

Nosotros les hicimos un favor a la reciente población dándoles estudios, dándoles deidades en quien creer y en que formarse para así ir creciendo como sociedades divididas por ciertos parámetros o estigmas puestos por seres vivos o gente más rica y familias pobres, un sistema formal creado para hacer la vida seguir un ciclo unilateral que predefiniera una historia a vítores y llantos, vista desde el lado ganador únicamente, oculto por los perdedores, llorado por ellos y pedido a voces calladas por las ganancias y por aquella nueva sociedad creada a base de mentiras y llantos.

-Venimos de la sangre de dos seres separados, de dos hilos desiguales, natamente crecieron hasta formar a los que ahora conocemos como humanos y dioses

-Dioses falsos-Corrigió una voz a lo bajo.

Atrayendo la mirada de los demás, de todos dentro de la sala, así le vimos, sorprendidos por escucharle hablar por primera vez, con arrogancia e incertidumbre, se podía decir que él era la cabeza de todo esto, pero a veces nos sorprendían los comentarios tan conservadores que mantenía de una sociedad vieja, la cual hizo que cambiaran la forma de vernos, dejaran de venerarnos y respetarnos.

-¿Por qué es que nos seguimos llamando "dioses"?-Preguntó aquel ser tomando asiento en el marco de la ventana-¿Acaso no esa era ya pasó?

Todos quedamos atónitos, su voz transmitía paz; era como si flotaras al escucharle nada más; pensé en crear aquella barrera tan sensible y delgada, pero no sentía que fuera a afectarnos, pocas veces quedábamos bajo el poder de la voz de uno como ellos; giré la cabeza viendo a los demás en la sala, cada uno se notaba hipnotizado, haciendo que sus expresiones se calmaran pareciendo estatuas grecas, meramente exponiendo un rostro ilusionado.

-Hoy iniciaremos con una nueva era

Eso fue lo único que necesitamos escuchar.

Entonces todo cobró sentido entre nosotros.

Nuestros ojos se abrieron totalmente, varios de ellos se iluminaron dejando ver el elemento de origen del que nacieron; todas sus expresiones cambiaron hasta el hecho de volverse meramente neutras, sin mover algún musculo o si quiera parpadear.

-Sincronícense

De golpe las máscaras surgieron sobre nuestros rostros, ni uno esperó el momento en que nos diera la orden; ya estábamos preparados para esta oportunidad, necesitábamos lograrlo.

Era el momento en que haríamos descender toda esta sociedad.

Haríamos el cambio que necesitaba este lugar, seríamos quienes liberaríamos a toda la gente de una maldición con la que nacimos, por fin podríamos limpiar toda esta basura y regir algo que era nuestro por derecho.

-Señor-Susurré sonriente retirando la máscara.

Si, la capa de protección que había creado antes que él nos hablara funcionó, pensé que no sería necesario, pero necesitaba hablar con él, al principio me sorprendió que fuera posible el poder soportarlo, pero no iba a perder una oportunidad tan precisa como esta.

-¿Qué sucede Wicca?-Preguntó con los brazos entrelazados.

Él era el único que podía mantener un gran poder y aun así resguardarlo para no dañar con sus simples palabras, era el más fuerte de nosotros y así parecía ser tan débil, daba pena y parecía un pequeños inválido, se veía muy vulnerable.

-¿Puedo ir a cazarlo señor?-Pregunté bajando la cabeza con respeto.

Un silencio, demasiado largo, muy poco expresivo; el poder de dicho ser empezaba a oprimir la capa que había creado para no ser influenciado bajo su voz de una manera tan potente.

-Tráelo vivo Wicca-Susurró.

Escuché sus pasos y por primera vez le pude ver cómo era en verdad.

Un ser viejo, con mucha sabiduría bajo su mirada, el poder que emanaba era tal que parecía una fuente desbordante, que tratabas de cubrir con un pedazo de madera, pero aun así dejaba escapar todo aquel río de fuerza y poder inmensurable.

-Es hora de Proclamar lo que era nuestro por nacimiento

La ProclamaciónWhere stories live. Discover now