Capítulo 19

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Shawn

Todo esto...En pocos segundo se había quebrado.

La invasión se hizo en menos de lo que pensaba, aquellos seres con los que había convivido ahora estaban enterrados bajo escombros, muertos a miles de pies bajo pedazos de concreto, barillas y tal vez cenizas.

¿Cómo pasó todo esto?

Mis pasos eran callados, tan suaves y poco audibles por sobre cada escombro...¿Qué había hecho para sobrevivir?, ¿Por qué es que pude salir de todo ese lugar sin tantos rasguños?

¡La nota!

Aquella carta mental que en algún momento dominó mis sueños y se hizo presente más de una vez en mis pesadillas...Un rostro, una voz, un mismo sentimiento.

Miedo.

Escuchaba los gritos de toda la gente, aquellos que antes bailaban, se divertían o convivían entre estas calles ahora solo vestían bajo una bruma de silencio y muerte, todos ellos...Cada uno se encontraba con los ojos cerrados, abiertos, tal vez algunos hasta dormían en algunos casos, podría haber otros que tal vez solo estaban paseando o haciendo un trayecto hacia la escuela, otros podrían ir rumbo a sus casas a comer; pero no, ahora ya no era así, todos, cada uno de ellos estaban muertos.

-Hora de irse-Aquella voz...Su tono tan frío, familiar; entraron bajo mis oídos como cuchillas contra mi piel-¿Acaso no quieres irte?

Le vi, con cuidado, aquel cuerpo tan estilizado; alto, con un saco enorme, largo, una máscara con una simple sonrisa puesta en grande, su voz...Ese no era él...Él, no hablaba, solo golpeaba, se expresaba en acciones, lo hacía ver todo de otra manera...Él sr...

-Hora de irse Shawn

Lo volteé a ver, aún con esa máscara puesta, la sonrisa tan poco humana que mantenía aquella cosa en su rostro era más que aterrador; su energía que emanaba la podía sentir ahora más de cerca, aquel maldito golpe dentro de mi pecho, los latidos aumentaban cada vez por segundo, estaba tratando de hacerme caer...

Me giré, el pequeño campo de fuerza creado contra esas cosas apenas era de uso, su energía era fuerte, las emociones que guardaba y cubría me hicieron que faltara el aire de poco a poco.

-Ya voy...

Tomé sin ganas, rendida aquella mochila que había dejado a lado de los escombros, con cuidado, la coloqué en mi hombro y me dirigí hacia él.

Anthony

Ese chico...Sería un grave problema...

-Espera...-Pedí deteniendo su mano de crear aquel portal.

Observé a todos lados, abrí mis sentidos y solo hice que mi energía se dispersara por todos lados, creé un gran escudo por todo el edificio caído para así sentir cada cuerpo sin vida, cada diminuto sobreviviente o rastro de vida cercano; sabía de antemano como era la energía de aquel guerrero, la pequeña gota que se encontraba dentro de su corazón y la manera tan suave en que vibraba ante nuestras miradas.

Sigue con vida.

Suspiré, aliviada, podría estar completamente segura qué seguiría con vida, por lo menos sobreviviría.

-Gracias

De golpe hice que el escudo cayera, en silencio y con calma fue que apagué mis habilidades; una mentira...

Siempre fue eso.

Dejé que aquel ser me llevara lejos de este sitio, lejos de la muerte y la destrucción; lejos de todo eso que torturaba al ser humano y lo hacía ver tan frágil y vulnerable.

Todos ellos estaban en el descenso, tan abajo como podría estar una cucaracha, tan bajo como en un acantilado, hasta el fondo, algunos tal vez tratando de ascender, otros procurando esconderse ante los que los pisaban para subir...Pero en realidad, ni uno de ellos lograba salir, ni uno era digno de poder pisar a otro; eres no era un ascenso, ni un descenso; ellos los proclamaban, proclamaban la libertad y el dominio de sus habilidades, de los ascendidos, proclamaban el poder usarlos a su favor, proclamaban esta tierra suya...Así era.

La ProclamaciónWhere stories live. Discover now