Vánica. El tiempo todo locura

Capítulo 47

Narra Vane

-¿Mudarnos? En plan ¿juntas?-

-Sí.-

-O sea, ¿tú y yo?-

-No, Juan y yo.- Dijo en forma irónica. -Claro que tu y yo.- Rió.

-Es que...- Resoplé y me mordí la parte superior del labio.

-Mi amor, es solo una formalidad, al fin que prácticamente vivimos juntas. Cada vez que estás en Madrid, es más el tiempo que te pasas en mi casa que cualquier cosa. Es solo un trámite.-

-Lo sé, es solo que...-

Empezó a reír a carcajadas, claro, imagino que mi cara era para retratar.

-No puedo creer que te asuste tanto, mi amor.-

-No es eso, es que sería la primera vez que viviría con alguien, ¿entiendes?-

-No te creo, ¿y que tal Inma o Malú?-

-Con Malú nunca dimos ese paso y con Inma, vivíamos en el mismo edificio, pero no en la misma casa, éramos vecinas.-

-¿O sea que yo seré tu primera vez? ¡Que emoción!-

-No he dicho que sí todavía.- Advertí señalando.

-No tienes de qué preocuparte, seré dulce y tierna.-

-¡Jo! Que no he dicho que sí.- Respondí aguantando la risa. -Vale, tu resuelve la sorpresa y entonces te doy una respuesta, ¿estamos?-

-Perfecto. ¿Dónde quieres poner tu sala de ensayo? ¿Te parece en la habitación que da al patio?-

Sonreí, aunque me gustaba tener poder sobre mis cosas, también me gustaba cuando ella decidía por las dos. Era un paso importante en mi vida, era verdad que no me había mudado antes con nadie, oficialmente hablando, con todas las parejas mantuve mis ideas y vueltas de sus casas a la mía, pero nunca una casa en común y ¿quería mudarme con ella?

-Oye, ¿y desde cuándo lo tienes pensado?- Pregunté.

-Desde hace...mmmm... ¿una hora? Desde que vimos a Nali.-

-¿De verdad? ¿Y lo has decidido así, tan de repente?-

-Sí, es que ella está tan segura de dar ese paso, que dije, ¿por qué nosotras no?-

Volví a sonreír, vale, quizás era hora de dar ese paso, no veía razón para no hacerlo.

Narra Mónica

Vanesa partió a un nuevo show y ese fin de semana no la podía acompañar por cuestiones laborales, así que decidí enfocarme en la sorpresa.

-Pues yo no veo nada en tu cuello, Mónica.- Dijo Patri.

-Es metafórico, obviamente, tía.- Remarcó Gaby.

-No empecéis, necesito vuestra ayuda, no que os paséis pelando.-

-Ya, ya, vale. "En el hueco que va del hombro a tu cuello ya me atreví a dejarte alguna cosa", ¿qué podría ser?- Preguntó Gaby con su mano en su barbilla.

Las tres miramos detenidamente el escrito, me acaricié el cuello y recordé el collar que usé la noche anterior, que Vanesa me lo había pedido unas horas antes para "verlo de cerca"

-¡Eso! El collar.- Dije.

Busqué en el bolsillo de la chaqueta porque lo había guardado y al mirarlo, efectivamente el dije tenía pegado algo.

-¿Un botón? ¿Qué se supone que adivine de un botón? ¡Joe!-

-No es un botón común, tiene unas inscripciones, mirad.- Señaló Gaby.