-Tienes que dejarme ir, Mon.- Dijo Vanesa intentando zafarse de mis manos que tenían aprisionada su cintura en la cama.
-Solo un ratito más.-
-Tengo que viajar y tú tienes que ir a la radio.- Me besó y se levantó.
-Solo cinco minutos más.- Dije en tono caprichoso tirando de su brazo.
Intentó resistirse, pero de a poco la traje de nuevo a la cama e hice que caiga sobre mí.
-Vale, cinco minutos, pero solo cinco minutos o no llego.-
-Me parece maravilloso.-
Llevé mis manos cintura de nuevo y empecé a besarla, ella ya estaba totalmente vestida para viajar, vale, que solo iba un día, pero es que desde el viaje a Copenhague no nos habíamos despegado, solo un día que tuve que ir a la radio y ya, y me encantaba tenerla en casa, si bien todavía no nos habíamos "mudado" juntas del todo ya lo teníamos casi todo empacado.
En fin, los besos empezaron a cobrar intensidad, su pierna se coló en medio de las mías y mis manos ya estaban bajo su camiseta tocando su piel, pero el sonido de una bocina retumbando insistente nos hizo reaccionar.
-Joder, es Ana, me tengo que ir.- Dijo y de un salto se levantó. -Te amo. Te llamo ni bien llego, ¿vale?- Se puso la chaqueta, cogió la maleta y salió de la habitación.
-Oye, no olvides la cena familiar.- Dije mientras buscaba no se qué en su chaqueta.
-Sí, sí, cena familiar importante para discutir no se qué, entendido. ¿Has visto mis llaves?-
-¿Las llaves que hiciste sin mi permiso?-
-Esas mismas, ¿las has visto?-
-Las pusiste en la funda de la guitarra.-
-¡Verdad! Gracias, te amo.-
Un beso fugaz y salió de la casa con su guitarra al hombro y maleta en mano. Saludé a Ana con un gesto de mano, Vane subió al coche y pusieron rumbo a su nuevo destino, al que tenia que viajar el día anterior, pero digamos que estuve un poco intensa y no la dejé escapar.
-¿Cómo algo tan simple como despedirla desde la puerta de casa puede ser tan hermoso?- Pregunté a Nali que llegaba a mi lado. -Lo siento, no quise...-
-No se preocupe, que yo no tenga suerte en esto del amor, no significa que no comparta su felicidad. Dijo al tiempo que me abría la puerta del coche para subir. -Hasta con las ojeras que le llegan al piso se ve bien.- Sonrió con malicia.
-¿Qué? Ay no, ¿con esta cara voy a trabajar? Madre mía.- Exclamé tras verme al espejo.
-Se ve bien, tranquila.-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y sí, con esa cara me fui a trabajar, evidencia de las escasas horas de sueño, de los días increíbles que vivimos juntas y eso mismo fue mi inspiración para el podcast del día "Hagan que los detalles sean para tanto", por sus detalles, por su amor y por su forma delirante de besar y mientras sonaba Deja Que te Bese (que mi chica lo cantó en Junio con Ale Sanz) dejé fluir... "Háganme caso, miren a un lado y a otro, busquen a su actor o a su actriz principal, entornen ligeramente los ojos y déjense besar"
