CAPÍTULO 5

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Kamino

La azabache sentía de vez en cuando la mirada de su maestro provisional en el camino al salón, se sentía avergonzada realmente comenzaba a odiar el tener esas visiones pues llegaban en los momentos donde las situaciones más incomodas se podían desarrollar. El trayecto fue corto y silencioso haciendo que cuando llegasen a su destino la menor sintiera un ligero alivio, entraron en silencio intentando no desconcentrar a los iniciados.

— Maestro. — Dijo a modo de saludo en cuanto entraron, los niños dejaron los cascos y sonrieron cuando la notaron, les sonrío para después dirigirse de nuevo a su maestro.

— Tenemos un problema y pensé que usted podría ayudarnos. — El pequeño ser verde asintió animándolos a continuar, el castaño detrás de ella explicó lo que pasaba, su maestra escucho atentamente su explicación del planeta y las coordenadas, el maestro Yoda río divertido y se dirigió a los iniciados.

El maestro Kenobi un planeta perdido ha, que vergüenza, que vergüenza. — El de ojos azules se dirigió al proyector y puso el mapa, como siempre el planeta no estaba en las coordenadas, pero aun así dio su explicación en voz alta para que todos escucharan, el maestro Yoda miró un tanto ceñudo el mapa, yo solo podía observar a los niños tratando de idear algo, se notaba como pensaban en todas las opciones posibles, incluso el maestro Yoda lo hacía, pero ninguno llegaba a una conclusión.

— ¿Alguien alguna idea tiene? — Preguntó, un pequeño alzó la mano, lo reconocí al instante, era uno de los pequeños que en las ocasiones en la que acompañaba a mi maestro a dar alguna clase, siempre me hablaba, era sumamente adorable y muy agradable el pequeño. El mayor le cedió la palabra comenzó con una explicación breve de lo que pensaba, el pequeño tenía la misma teoría que yo, en realidad mi maestro temporal y yo sabíamos que era lo más probable solo que necesitábamos otro punto de vista que nos aclarase el panorama en otra opción o simplemente que confirme nuestras sospechas. Ambos nos miramos y después nos asentimos, ahí estaba la respuesta, después de unas palabras de mi maestro una despedida a los iniciados emprendimos camino al hangar tenía un extraño presentimiento y eso comenzaba a inquietar me pues no podía distinguir si era malo o bueno. Llegamos a este y nos prepararon rápidamente una nave que sería nuestro transporte en la misión.

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Miraba el espacio por la ventana de la nave para dos personas, el castaño iba de piloto y yo de copiloto, al parecer a palabras del mismo tenía el mismo afán de hacer maniobras suicidas que su aprendiz así que el pilotaba, en realidad lo dijo después de que estuviera pilotando durante casi la mitad del viaje lo cual no tenía lógica pues solo habíamos entrado a una atmosfera con asteroides así que debía esquivarlos o hubiéramos muerto, llevábamos un ritmo lento y silencioso pero eso no me molestaba tenía tiempo en buscar el significado a mi visión, no recuerdo mucho, solo los cuerpos era alarmante pues no tenía demasiado contexto para entenderla por lo que me rendí después de un par de minutos intentando encontrarle razón, a veces eso pasaba, no entendía las visiones era cansado el don pues no solo robaba mi energía si no que me dejaba confundida y ni decir de las feas caídas que he sufrido durante años. Además de que a veces no recordaba tantas visiones y no podía hacer algo para cambiar lo que veía fuese bueno o malo pues si lo hacía repercutía y podría pasar algo peor además de que alteraba el curso del equilibrio en la Fuerza.

Cuando llegamos a Kamino el clima no era muy bueno, estaba lloviendo incluso podía presumirse que era una tormenta, fuertes vientos nos azotaban moviendo nuestras túnicas que eran las únicas prendas que nos abrigaban aunque no por mucho pues ya estábamos empapados ambos de pies a cabeza, volví a quitar el cabello que se me pego a la frente, el viento y el agua se las ingeniaban para que mi propio cabello me estorbara, voltee a ver al maestro Kenobi y el lucia normal, ni un solo mechón le obstruida la vista, era impresionante el cómo se mantenía luciendo igual de bien, volví a apartar otro mechón de cabello empapado y ahí fue donde una Kaminoana salió a recibirnos su acercó a nosotros presentándose con el nombre de Taun We, diciendo que ya nos esperaban, cuando dejamos atrás la plataforma de aterrizaje, nos adentramos en la instalación me deslumbro un poco, las paredes eran de un blanco pulcro y brillante al igual que las luces, había pequeños detalle en color plata pero eran metal, está al lado de esa mujer me hizo sentir más pequeña ya que era incluso más alta que el castaño a mi lado, la seguimos por varios pasillos hasta llegar a una sala donde estaba un kaminoano muy parecido a la que nos guiaba, al parecer él era quien dirigía todo por aquí, era el primer ministro del lugar quien se presentó como Lama Su, cuando nos dijeron que nos esperaban el mayor y yo nos volteamos a ver confundidos, definitivamente eso no lo veíamos venir, nuestra confusión aumentó cuando mencionaron que el Maestro Sifo-Dyas había ido a ese lugar y encargo clones en nombre de la República hace más de diez años, casi los mismos años que llevaba muerto, eso sólo podía significar una cosa tal vez era que algo grande se avecinaba, el maestro Dyas pudo verlo venir de algún modo y fue en ese momento en el que comencé a relacionar las cosas de las visiones que he tenido, en una de ellas podía ver una pelea con disparos de blaster así que suponía que debía de tratarse de clones pero aunque fuese así solo era una parte del rompecabezas aún faltaban muchas piezas más, eso sería difícil pues las visiones no seguían un orden eran aleatorias, había concluido que solo se trataban de un aviso para saber cómo es que debíamos actuar, mi papel era el de asegurarme que todo sucediese conforme se me mostraba en la visiones, así tuviese que condenar miles de vidas..

EMPIRES  (Obi-Wan Kenobi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora