CAPÍTULO 9

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Las pruebas Jedi

Obi-Wan

Cuando el sol ilumino mi rostro abrí los ojos mi cuerpo aún seguía resentido por la batalla, el dolor en mi brazo y pierna se hicieran presentes, recordé todo lo vivido de nuevo, desde que habíamos llegado a Kamino hasta el combate que tuvimos con Dooku, la preocupación no solo por mi alumno, sino que también por la joven que había robado mi corazón se hizo presente. Aún estaba un tanto aturdido tantas cosas pasaron en tan poco tiempo que era un poco difícil procesarlo.

Una enfermera llego para decirle que ya se podía marchar claro no sin antes recordarle que debía tener cuidado con sus heridas pues aún no sanaban del todo, cuando salía del ala de enfermería paso al lado de la habitación donde aún estaba aquella joven azabache, se mantenía con los ojos cerrados y con el semblante imperturbable, debía esperar a que esta despertara para tener aquella conversación que ambos habían dejado pendiente, el mayor debía pensar bien en que es lo que seguiría, el iniciar una relación no estaba en sus planes y debía dejarle en claro eso a la joven pues no podría permitir que esta dejase de lado sus sueños por estar con él, no podía ser tan egoísta.

— Obi-Wan, de pie verte es un gusto. — Hablo el pequeño ser verde que logre divisar llegando a la habitación de la joven.

— Maestro Yoda. — Salude haciendo una leve reverencia ante él.

— Mi Padawan preocuparte no debe, fuerte ella es. — Anuncio el más sabio haciendo que la vergüenza de verme descubierto se hiciera presente, de nuevo mis ojos fueron al interior de la habitación y suspire, lo que el mayor pedía me era imposible.

— Lo sé, maestro, es solo que...Durante la misión su energía la abandonaba. — Respondí con voz baja, había sido una verdad a medias, realmente esa situación si me había alarmado pero mi preocupación actual no se debía a eso si no a que pasaría después de aquellas confesiones en Geonosis.

— Recuperarte debes, misiones nuevas tu aprendiz Padawan y tu tendrán. — Evadió el más sabio llamando mi atención, algo me decía que tanto aprendiz como maestro ocultaban algo realmente importante, lo cual en alguien como el maestro Yoda no era común pues el jamás le ocultaba nada al Consejo.

Naileah

Cuando desperté me sobresalte los recuerdos pasaban rápidamente por mi cabeza y esto hizo que un dolor agudo me invadirá en esta zona. Cuando mis ojos enfocaron a mi alrededor pude darme cuenta de que me encontraba en el ala de enfermería del Templo, un lugar que cuando era más pequeña visitaba con bastante frecuencia, pero eso era cosa del pasado pues ahora solo terminaba en ese lugar cuando una misión terminaba como lo había hecho esta. Al mirar con detalle el lugar pude percibir la presencia de mi maestro quien estaba en la entrada del pequeño cuarto donde me había recuperado, la confusión se hizo presente pues mi maestro casi nunca se mantenía tan al pendiente de mi recuperación, no quería decir que no me apreciara si no que él decía que la presencia de alguien interfería en la recuperación.

— ¿Maestro? — Pregunté incrédula, el pequeño ser verde simplemente me brindó una de sus típicas sonrisas calmadas para comenzar a acercarse a mí, su mirada me examinaba como buscando algún desperfecto, sentía que me quería decir algo, pero me mantuve en silencio esperando que hablara.

Mi joven Padawan, brillante eres como de ti lo esperaba. Una guerra se avecina y la oscuridad a caer sobre nosotros comienza. — Su pequeño discurso solo consiguió confundirme pues no era nada de lo que esperaba que me dijera. Tomé aire y me dispuse a sacar todo lo que carcomía mis pensamientos, había algo que quería decirme, pero no entendía a donde iba aquel discurso.

EMPIRES  (Obi-Wan Kenobi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora