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Bajo del bus que me deja a dos cuadras de la cafetería donde trabajo, entro por la parte trasera del local y voy a los casilleros que hay para empleados, a dejar mi bolsa y ponerme mi delantal. Saludo a mis compañeros de trabajo agarro la libreta y un lápiz y me pongo a trabajar.
Un rato despues estoy atendiendo una mesa donde hay chicos un poco mas grandes que yo, cuando suena la campanita de la cafetería indicando que a entrado un nuevo cliente. Me quedo viendo al grupo de hombres que entraron y buscaron una mesa algo retirada de las demás vienen vestidos muy elegantemente pero hay uno que me llamo más la atención es alto como de 2 metros y tiene un buen cuerpo porque el traje le queda bien y lo que más resalta en el son sus tatuajes que resaltan en sus manos y cuello. Estoy tan concentrada viéndolo que no me percato que los chicos que estaba atendiendo me están hablando y salgo de mi trance

- disculpen ya les traigo sus órdenes. Dije rápidamente y fui por ellas

Cuando voy a la cocina por la orden de los chicos me percato que el hombre al que estaba viendo me sigue con la mirada, rápidamente apartó la mia y sigo mi camino. Yo no soy de andar viendo a los chicos o hombres pero este me llamo mucha la atención hasta me imaginé que tal vez pude haberle llamado la atención, pero desecho eso rápidamente ya que nadie se fijaría en una niña cómo yo eso me lo dejó muy claro mi padre cuando me pegaba o maltrataba, me decía que no servía para nada y nadie se fijaría en una niña patética cómo yo me decía todo eso cuando yo apenas era una niña.
Cuando ya tengo la orden de la mesa donde estoy atendiendo se los llevo rápidamente y sigo con mi trabajo pero en todo momento siento la mirada del hombre en mi pero lo descarto rápidamente diciendo que son babosadas mías.

Enamorada de Un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora