Enamorada de Un Mafioso

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Son las 3 de la mañana y no logro dormir, estoy tan nerviosa y ansiosa por todo lo que pueda suceder hoy. Ayer cuando me despedí de André me prometió que estaría en el aeropuerto y que todo saldría bien, confío en el y en Dios que así sea.

Mi pequeño bebé duerme plácidamente en su cuna, me acuesto otra vez tratando de dormir tengo que estar al cien para cuando todo suceda. Cierro los ojos relajandome cayendo en un sueño profundo.

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Oigo la alarma, estiró mi brazo para apagarlo. Me levanto aprovechando que Noah aún no ha despertado para ducharme. Entro al baño quitándome toda la ropa, entro a la ducha y prosigo a haciarme.
Una vez duchada salgo hacia el vestidos dónde dejé mi ropa que me pondría, me visto con un vestido negro ajustado a mi cuerpo con medias negras y unas zapatillas rojas y listo.

Estoy terminando de arreglar mi cabello cuando Noah despierta, con una sonrisa me acerco a la cuna tomándolo con cuidado, este llora fuerte.

- Mi bebé tiene hambre? Hablo como si me entendiera.

Sonrió cuando se lleva su pequeño pulgar a su boquita y comienza a chuparlo asiendo un sonido raro cuando lo hace. Rápidamente se lo quito para bajar el escote de mi vestido y sacar mi seno, ya que no llevo sostén para más comodidad y así no se me escurre la leche por lo apretado.

Siente una vez en su boquita comienza a succionar, comienzo a mesearlo por la habitación veo la hora y son las 7 en una hora nos iremos, y es aquí donde mis nervios vuelven carajo!! Necesito calmarme. Una vez Noah termina de alimentarse le saco el aire para proseguir a ducharlo y cambiarlo.

Le coloco una trajecito verde que lo hace ver adorable, coloco su gorro sus pequeños guantes lo envuelvo en dos mantas azules, no quiero que enferme más que lo duche. Oigo unos toques en la puerta.

- Adelante. Digo dándole paso a un guardia.

- Buenos días mi señora, estamos listos para partir.

Suelto un suspiro asintiendo me coloco mi abrigo, agarro a Noah y el guardia toma la pañalera y salimos hacia las camionetas. Volteo a ver la casa donde pase tantas cosas, más momentos tristes que felices pero bueno así es la vida, desde ayer todo el personal que trabaja aquí los distribuimos a diferentes zonas, los guardias se irán con nosotros. Ya que son todos de alta confianza de André.

Me monto a la camioneta soltando un suspiro, desde ahora todo cambiará para bien o para mal, no se que nos depare el futuro en la nueva cuidad, solo espero que Dios nos ayude ya que lo que estamos apunto de hacer no está nada bien pero yo siempre me he portado bien así que cruzó mis dedos para que Diosito no me deje desamparada ni a mí ni a nadie que nos acompañaré en todo esto.

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Dos horas después estamos estacionado en el aeropuerto donde ya nos espera el avión de André, me ayudan a bajarme e inspeccióno el lugar antes de bajar a Noah y colocarlo en su portabebés. Una vez hecho camino rodeada de guardias hacia el avión pero la conversación de un guardia hace que me detenga cuando voy a subir las escaleras del avión

- Como carajos que André no ha llegado? Preguntó a los dos guardias

- Señora es que hubo complicaciones.... Lo corto cuando trata de explicarme.

- Que complicaciones ? Juro que estoy apunto de entrar en pánico.

- Mi señora no puedo darle esa información por órdenes, pero ya todo se está arreglando. Habla nerviosamente.

- Carajo!! Susurro tocando mi frente.

Trato de calmar mi respiración, los guardias insisten en que entre ya al avión pero no lo haré hasta que el maldito de André se encuentre aquí, necesito asegurarme que no me dejara, que no nos dejara. Noah comienza a removerse en su portabebés.

- Llévalo adentro y cuídalo como si fuera tu vida. Digo entregándole a Noah a un guardia.

- Si mi señora. Dice tomándolo y subiendo al avión.

- Mi señora pero el señor Black indico que...

- Me vale una mierda lo que dijo Black, yo no entraré a ese puto avión si no es con el. Digo perdiendo ya mi poca paciencia.

Estos asienten resignados, veo a los guardias esparcidos en todo el área que se encuentra el avión, comienzo a caminar en círculos. Ya ha pasado como media hora y no aparecen.

Estoy tan centrada en como asesinar André, el hijo de su madre me había prometido que todo saldría bien. De repente se escuchan los chirridos de unas llantas. Suelto un grito ahogado cuando cuatro camionetas se acercan, y en una de estas se baja Andra aún vestido con su traje gris de la cárcel.

Corro hacia su encuentro, tirandome encima de él enrollando mis piernas en su cintura. Este gustoso me recibe abrazándome. Choco nuestros labios en un beso urgido donde el rápidamente toma el control, nos separamos por falta de aire.

- Carajo André estaba asustada. Digo agarrandolo del cuello para verlo a los ojos.

- También estoy contento de verte amor. Dice con una sonrisa socarrona en sus labios.

- Te amo. Susurro dándome besos por toda su cara.

- Yo también amor.

- Vamos ya porfavor. Ruego viendo al rededor de nosotros.

Este asiente indicándole a los guardias que estaciones las camionetas juntas, trato de bajarme pero este lo impide y camina conmigo hacia el avión. Me deja en el suelo cuando ya estamos adentro, al fin digo suspirando.
André coge a Noah y se sienta en un sillón que hay cerca de la ventana, este me extiende su mano, rápidamente la toma sentandome en su regazo y poniendo a nuestro Noah en el mío.

Unos guardias suben al avión, ya que los demás se irán en otros aviones al igual que sus padres y hermana. Este le indica que podemos irnos.

- Es hora de irnos a nuestra nueva vida. Me susurra en el oído.

Asiento emocionada dándole un casto beso, al fin nos iremos no de una manera buena pero las circunstancias a si lo hicieron. Y sólo queda esperar para llegar a nuestro destino y esperar lo que la vida nos tenga preparado.