Seduction ➮ᏚeokᎻui

￫ N U E V E

No sabía cuánto llevaban besándose. SeokMin había perdido la noción del tiempo, pero adueñarse de los labios vírgenes que Jun le regaló fue demasiado para no para.

Los probó, lamió y mordió. Estaba tan sumido en el placer de su boca que no tomó en cuenta la fricción que generaba en sus entrepiernas. El cinturón que rodeaba a SeokMin sonó por las decididas manos de Jun. El mayor detuvo la acción.

—Quiero que me hagas el amor.

—Jun. No... No me pidas eso —sonó cansado.

Se volvieron a besar, sacando unos cuantos suspiros extra. SeokMin estaba lleno de excitación que podría hacerlo sin titubeos, sin embargo, el cuarto vacío y empolvado no tenía nada de especial, no era algo que quisiera SeokMin que Jun recuerde con gozo. Jun no merecía un cuarto frío y con telarañas.

El pelinegro tomó los costados del rostro en sus manos y le dio un último beso apasionado y profundo, donde el estómago de Jun dió vuelcos por las alborotadas mariposas, y sus piernas temblaron por cierto sentimiento que se expandió demasiado rápido, tuvo que sujetarse en los hombros ancho antes de que pudiera derretirse en el suelo. Nunca lo había sentido antes, estaba tan feliz que lo haya hecho con SeokMin.

—Tenemos que irnos —trató de evitar la mirada bochornosa de Jun— tus padres se preocuparan si no llegas temprano a casa.

Jun mostró unas sonrisa boba cayendo en cuenta lo que acabo de sucedee. SeokMin salió de la habitación primero, pero se vio obligado a detenerse por unos brazos rodeando su torso desde atrás. Miró de soslayo, encontrando al de hebras rojizas enterrado en su espalda.

Esbozó una pequeña sonrisa, lo tomó de la mano y siguió caminando. Jun observaba como obra de arte la parte posterior de SeokMin y de vez en cuando su moreno perfil, estaba dichoso por saber que su amor era recíproco.

Antes de arrancar el auto Jun sujetó la barbilla para obligarlo a ver, las pupilas de pelirrojo se mantenían dilatadas y después de segundos en silencio volvieron a tomar sus labios en un beso suave.

—Déjame arreglar todo esto —Acarició la mejilla de Jun— No será tan fácil como podríamos imaginarnos, pero yo pienso arriesgarme para salir de ésto pronto. ¿Está bien?

—Sí —Asintió repetidas veces mientras se sonrojaba.

Ya podía sentir la adrenalina pasar por sus venas, ocultar sus sentimientos que estaban creciendo desmesuradamente a sus padre y de igual forma a su tía HeeMin, le daba un revoltijo en su estómago. SeokMin proporcionó un beso dulce en la frente tapada por las hebras rojas.

Durante el camino Jun abrazaba el brazo abultado, tenía en cuenta que estaba siendo algo empalagoso pero quería aplacar los fuertes latidos de desasosiego, por otro lado, SeokMin no se inmutó, dejó que el pequeño Wen mostrara ese cariño que estuvo guardando y que SeokMin recibiría con todo gusto.