→ D O C E

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Jun se tapó la boca, las risas querían salir a pesar de todo

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Jun se tapó la boca, las risas querían salir a pesar de todo. Su plan había fallado, el intento de que HeeMin cayera al suelo al poner su pie en el camino fue en vano, otro de sus tíos evitó que la castaña se estampara al suelo. Sin embargo, el agua que estaba en la jarra que llevaba su tía fue directo a parar al rostro y torso de SeokMin.

El pelinegro no tenía que adivinar que fue obra de Jun.

—Cachorrito —HeeMin habló impresionada- perdóname, yo la verdad no sé qué pasó, tropecé y-

—No, está bien —interrumpió con su mano, el cual también llegó a mojarse— iré a dentro a secarme.

El agua escurrió por el cabello y su barbilla, se levantó dando una mirada neutra a Jun a lo lejos, el pelirrojo se sonrojó con fuerza al ser descubierto. SeokMin se negó rotundamente a la ayuda de su esposa.

—Que lindo —murmuró al pasar al lado de Jun.

Fue una traducción que claramente decía sé que fuiste tú.

El menor bajó la cabeza un tanto avergonzado. Le siguió cuando su madre ordenó que le ayudara a buscar una toalla.

—Lo siento —entregó la toalla.

—No estuvo bien lo que hiciste.

—Ella te tuvo siete años en su vida, lo hice como una forma de desquitar mi enojo —Formó un puchero cruzando sus brazos, luego mostró una sonrisa— Además fue gracioso.

—No, no lo fue.

—Entonces por qué te estás riendo.

Sacaron una que otra carcajada al unísono después de todo, por el accidente previo.

SeokMin lo atrajó agarrando la cintura negando con la cabeza y besó los labios del pelirrojo, inmediatamente Jun correspondió enrollando sus brazos en el cuello de SeokMin sin importar que la playera estuviese aún húmeda.

Estaban encerrados en la pequeña lavandería que permanecía hasta el otro lado de la casa, por algún motivo sabían que no podían ser descubiertos en aquel pequeño lugar.

SeokMin aplastó las firmes nalgas con sus manos cuando el beso se volvió profundo. Un pequeño gemido por parte de Jun se escuchó entre el beso, sus pelvis chocaban haciendo fricción en sus erecciones.

—No lo puedo evitar, te vez tan hermoso como todos los días —se separó viéndolo con las pupilas dilatadas.

—Seokie~

Murmuró enamorado el menor antes de que los besos pararan en su terso cuello. Jun no sabía a qué poner atención, se estaba perdiendo en las lamidas eróticas en su cuello que no percibió las manos de SeokMin desprender la bermuda color crema.

La prenda cayó al suelo, dejando a la vista los glúteos y muslos descubiertos. SeokMin se chupó el dedo índice y lo llevó hasta el esfínter, besó a Jun con tal de callar los gemidos mientras abrió las mejillas y metía con lentitud el dígito siendo bienvenido por cálido interior, de igual forma, también lo besó para callarse a sí mismo; la delgada mano de Jun amasaba su exitación sobre el pantalón como le gustaba.

Aunque SeokMin no quisiera, quitó de las estrechas caderas la lencería celeste. Cuando las paredes de Jun se extendieron más, el pelinegro supo que ya estaba listo para él. SeokMin hizo dar media vuelta al menor a que viera la pared, antes de sacarse el miembro duro trató de buscar su cartera en el bolsillo, pero desgraciadamente lo había olvidado.

— Qué esperas —Jun meneó sus caderas de un lado al otro impaciente, tratando de atraer la atención del mayor.

—No traje preservativo.

—No esperaba que te pusieras uno.

Ya con con su hombría al aire SeokMin rozó la punta en la entrada, Jun impulsivo empujó sus caderas hacia atrás intentando auto penetrar, pero el pelinegro fue más rápido y lo sujetó con fuerza para que la acción no fuera ejecutada.

—Lo sacaré antes de llegar, ¿de acuerdo? —Habló en el oído.

Jun asintió con la cabeza empezando a jadear, la voz sonó tan sensual que su miembro palpitó. SeokMin besó una última vez al menor, mientras su longitud empezaba a estirar el interior con delicia.

—Hay que ser precavidos al hacer ruido.

El pelinegro susurró cuando se empezó a mover sin despegar las pieles uno del otro, así se evitarían el ruido lascivo. Lo que no esperó fue el placer que le obsequió aquella pose, la paredes se apretaban a su alrededor, que cada vez que quería seguir sintiéndolo proporcionaban más rápido las embestidas silenciosas.

Las uñas de Jun arañaban la pared, necesitaba gemir el nombre del mayor, detestaba que las advertencias se pusieran en su contra cuando se sentía entre las nubes. Respiraba con pesadez cada que las penetraciones golpeaban y rozaban su próstata, estaba seguro de que no aguantaría por más tiempo.

SeokMin abrazó la cintura y pegó su labios en la nuca del pelirrojo, sentía muy cerca su orgasmo al empujarse fuerte y profundo al interior del menor. Inmediatamente en los golpes extensos, Jun no se pudo contener. Todos sus músculos se tensaron cuando los hilos blancos salían directo a la pared.

—Estás tan profundo —susurró, su mano guío la de SeokMin hasta su pelvis.

En efecto, se podía sentir como la punta de movía en el interior de Jun como si quisiera traspasar las capas de piel. Aquello hizo que SeokMin enloqueciera.

El labio inferior de Jun fue mordido con fuerza, las embestidas seguían torturando su punto, que a su vez alargaban el clímax, poco después se fue desvaneciendo dejando que los espasmos recorrieran su cuerpo.

El pelinegro le siguió, las contracciones en su hombría fueron el motivo para hacerlo. Salió de Jun tan rápido como pudo y se derramó en unos de los muslos internos, jadeó con cansancio golpeando su aliento en las hebras bermejo. Tanto silencio los hizo perder fuerzas.

— ¿Por qué aún no he visto a mi madre consolar a HeeMin porque le pidieron el divorcio?

Jun mostró un aura de preocupación cuando SeokMin no respondió.

—No piensas seguir con ella, ¿verdad?

—No, por supuesto que no —Suspiró— Ella me evita cada vez que podemos vernos.

— ¿No es eso una excusa?

—Incluso llega muy tarde en las noches.

Se mantuvieron en silencio por pocos segundos —Sí, Junnie. Ella también me engaña.

Una sonrisa empezó a crecer desmesuradamente en el rostro de Jun, fue como si le hubieran dado la mejor noticia en su vida.

Una sonrisa empezó a crecer desmesuradamente en el rostro de Jun, fue como si le hubieran dado la mejor noticia en su vida

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Seduction ➮ᏚeokᎻuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora