→ D I E C I S I E T E

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SeokMin quedó absorto viendo la espalda arqueada de su novio, y también por la forma en que la falda alrededor de la estrecha cintura se movía con ellos

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SeokMin quedó absorto viendo la espalda arqueada de su novio, y también por la forma en que la falda alrededor de la estrecha cintura se movía con ellos. Los movimientos eran constantes, sin sobrepasar la línea de lo despiadado, sintiendo como Jun absorbía su eje con la misma delicia de siempre.

Los gratificante sonidos lascivos de sus pieles chocar, tanto como los melodiosos gemidos que su novio sacaba, sólo hizo que el ardiente deseo en su pecho creciera cada vez más y obligara a sus manos  apretar las caderas sobre la pieza de una forma posesiva.

SeokMin pasó un brazo por el pecho de Jun hasta enredarlo en el hombro, el torso inclinado del pelirrojo se alzó hasta chocar con el tórax de SeokMin. El pelinegro plasmó sus labios por los costados del cuello, después enterró su nariz en cabello rojo, oliendo el suave olor, ese hipnotizante olor natural del menor que le volvía loco.

Era la segunda vez que la silla del comedor casi los hacía caer de frente por los múltiples golpes. SeokMin se exasperó un tanto, está vez no dudo en bajar a Jun de silla y enviar el pecho blanco a la mesa de madera.

Su acto de amor fue una clase festejo en cuanto a la ruptura del matrimonio. HeeMin había tardado en entregar el juego de papeles una semana y también en insistir por llamadas a SeokMin para que se olvidara del divorcio, sin embargo, perdió ante todo y aceptó con melancólica firmar los documentos.

Ahora, Lee SeokMin era civilmente soltero.

Jun había llegado a su lado justo cuando concluyó por fin su liberación, se había sentado en su regazo y le besó juguetón, después empezó a seducirlo con su mirada llena de amor y deseo, con la falda que le quedaba tan bien, y las piernas descubiertas.

Por fin eres mío. Mi Seokie~

El azabache lo volteó, dejando acostado al pelirrojo y viendo el rostro angelical que su novio poseía, con las mejillas brillando y desbordando el color del placer circulando por ellas.

Le hizo el amor con dulzura, con profundidad, y acelerando segundos después. Sus cuerpos estaban tan juntos, tanto que sus pechos se tocaron y sus corazones empezaron a conversar en sintonía de los latidos. Saborearon sus labios, amando la sensación de las penetraciones.

Jun extendió más las piernas hasta donde se lo permitieran. Pronto los reconocibles cosquilleos en su pelvis baja se hicieron notar, provocando que su segundo orgasmo del día le cegara la vista. Su mente repetía una única palabra, un único nombre, aquel hombre del cuál estaba perdidamente enamorado.

Ah... Estás con muchas... Ah... Energías el día de hoy —Jun gimió.

En cuanto había llegado, sus palabras brotaron por si mismas cuando no sintió signo de que su mayor le haya acompañado. SeokMin seguía estrellándose en su interior como si no hubiese fin.

—C-creí que los ancianos no duraban demasiado... Ah... —Le provocó, sin detener los gemidos al compás de los golpes.

Instantáneamente, SeokMin detuvo todo moviendo al escuchar tal semejanza.

— ¿Anciano? —Miró a su hermoso novio con las cejas alzada.

Éste sonreía burlón desde abajo, con sus hebras revueltas y el aura con todo menos inocencia —No puedo creer que dijeras eso —Jun rió con una pequeña lágrima de placer resbalando.

—Es cierto —murmuró riendo.

La virilidad de SeokMin palpitó dentro de Jun. Su expresión endureció.

—Bien, entonces éste anciano hará que te sientas de maravilla —gruñó.

Con un rápido movimiento, SeokMin ladeó el esbelto cuerpo de su amado y subió una pierna en su hombro. Lo penetró con algo de salvajismo, sin parar, tanto que una vena sobresalió de su frente mientras lo hacía.

Las intenciones que Jun quería dar con las provocaciones, hicieron que su sangre calentara. El jueguito de su novio estaba apunto de terminar, y lo comprobó cuando su nombre fue gemido repetitivas veces y seguido vio como de la pequeña abertura del miembro regó la mesa con la sustancia blanca.

—No llegaste, de nuevo —jadeó el pelirrojo, desilucionado.

— ¿Te preocupa? —SeokMin besó la mejilla y luego los labios, poseído por sus olores mezclados.

—Sí —El mayor volteó a mirarle— Estoy empezando a pensar que no te complazco apropiadamente, Seokie.

—Claro que lo haces —se adelantó a explicar, antes de que su novio sacara conclusiones por si mismo— es sólo que, acostumbré a tu cuerpo que sea muy sensible. Créeme, no han pasado ni díez minutos.

Jun se sonrojó. Cuando quiso enredar sus piernas en la cintura de SeokMin, éstas se vieron temblar, sólo hizo avergonzarse más frente al pelinegro.

—No sé si pueda ir a la parrillada de hoy. Seokie, siento que me dejaste invalido —se quejó con linda expresión.

SeokMin sonrió, en seguida lo besó con pasión y volvió a moverse dentro de Jun. El menor también empezó a mover sus caderas, está vez sin el propósito que llegó a preocuparle. 

Esa misma tarde Jun sacaba pequeños quejidos cada vez que se sentaba después de ayudar a su madre. Estaba completamente seguro que los domingos serían la única excepción para no complacer sus apetitos sexuales.

 Estaba completamente seguro que los domingos serían la única excepción para no complacer sus apetitos sexuales

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Apreciemos la manera en la que seokmin sigue con sus ojitos a junnie♡

Apreciemos la manera en la que seokmin sigue con sus ojitos a junnie♡

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Seduction ➮ᏚeokᎻuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora