Lo quería en sus
brazos. Lo deseaba
en ese instante. Y ha-
ría cualquier cosa
para tenerlo ♡
📩 S e o k h u i
📩 I n c e s t o
📩 Extensión: 22 capítulos
✒️ Capítulos c o r t o s.
📢⚠I. Historia con contenido homosexual, escenas e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un año después
SeokMin cogió las llaves de su auto del recipiente, después de pasar por el centro de seguridad. Había sido lo único que llevó en sus bolsillos cuando se lo llevaron de la residencia Wen, para dar paso a una de sus más grandes pesadillas.
No hubo juicio, nada en lo que pudiera dar una razón para defenderse y conseguir su inocencia y libertad. No tenía idea de que algo así pudiese suceder, sólo le quedó aceptar el castigo que la señora Wen impuso para él y Jun.
Un largo año dónde jamás recibió visitas del menor, llamadas, e incluso cartas. Todo se hizo acatando órdenes como la madre de Jun lo deseó.
Fue un gran dolor en el pecho. Había angustia y desesperación inyectándose cada día en sus venas al no saber nada de él. Extrañó a Jun todos los días, soñando con él una que otra noche, sin dejar de recordar cada segundo los grandes y brillantes orbes, esa bella sonrisa, y ese hipnotizante olor que emanaba del figurado cuerpo lechoso.
No podía negar que también lloró por él, sólo esperaba que los días transcurrieran como una ráfaga de viento, y por fin, concluir con castigo tan infernal.
—La persona que te dejó salir de este lugar, debe tener grande influencia —habló un policía cerca del modulo— incluso pidió que limpiaran tu nombre.
El pelinegro agachó la cabeza, caminó a la salida con vergüenza inundando sus pómulos.
La brisa golpeó con delicadeza estando afuera, los barrotes de acero se empezaron abrir a un espacio reducido.
SeokMin no tenía la esperanza de que alguien esperara por él al salir del reclusorio, así que estuvo apunto de deshechar la idea ingenua de su mente.
Instantáneamente que su panorama se abrió, sus ojos se fijaron en aquel esbelto joven parado a metros de él, radiante incluso si las nubes grisacéas se empezaron a juntar.
El rostro de SeokMin se iluminó cuando verificó que su cabeza no le hacía un mal juego. Tomó una gran bocanada de aire y lo soltó en un suspiro de alivio mientras apresuraba la caminata hasta llegar a su lado, cada vez intensificando ese cálido sentimiento alrededor de su corazón.
Al estar frente suyo, no dudó en rodear la estrecha cintura de Jun con cariño y fuerza, sintiendo como todo su cuerpo se acoplaba perfectamente con el del menor.
Se quedaron ahí durante unos segundos, minutos tal vez, no le importaba. Era Jun, su hermoso y bello Jun.
—Junnie —Se alejó un mínimo espacio, tomando el rostro con una mano y pasando a perderse en el iris claro de los ojos.
—Hola, mi amor —Saludó con lágrimas escurriendo de los bordes.
Sonrieron con melancolía. Y como si dos imanes se trataran, juntaron sus labios, fundiéndose en un beso apasionado y de amor. Lleno de reconciliación. Intentando revivir la llama del pasado, buscando los recuerdos gratos que jamás se fueron de sus corazones.
