El carácter espontaneo, liberal, carismático y único de Eva Duprey le tocó aterrizar al otro lado del mundo, el oriente. Llega a un país y una ciudad opuesta en muchos aspectos a los que deberá acostumbrarse, pero en ese transcurso pasan cosas. Entr...
Ya me encuentro esperando a que Seong Jin venga por mi para ir juntos a Busan, estoy muy agradecida con él porque accedió a acompañarme y pues a llevarme hasta allá a entregar estos importantes documentos. Cuando hace unas dos horas mi padre me dio la orden de llevar yo misma personalmente estos documentos mi corazón por poco se sale de mi pecho porque sinceramente tenía mucho miedo por tener que ir sola, en este país que no conozco y que no hablo el idioma principal. Pero, cuando Seong Jin me dijo –"Bien. Te paso a buscar a tu residencia en diez minutos. No tardes"- mi cuerpo, mi mente y todo mi ser suspiro con relajación.
Me di una ducha, me vestí y maquillé más rápido que una bala y bajé a la recepción del edificio de mi residencia. Veo mi reflejo en uno de los cristales y para a ver sido rápida no escogí mi vestimenta mal, un alivio más. Me vestí con un vestido casual ajustado al cuerpo a mitad de muslo, color negro con una rayas roja y blanca vuelta redonda del vestido en el área del pecho y unos tenis blancos. Como accesorios un bolso pequeño negro y unos lentes negros.
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Mirando por los cristales de la recepción veo el auto de Seong Jin llegar, salgo del edificio y subo rápido a su auto.
-Hola -lo saludo sonriente. -Toma -le entrego una bolsa.
Seong Jin toma la bolsa y se encuentra con unas alcapurrias.
-¿Qué es eso? -me pregunta al ver la comida que le he traído.
-Eso son "Alcapurrias". Es una fritura típica de Puerto Rico. Es una masa que consiste de plátanos y esta rellena de carne de res. ¡Pruébala! Gloria las acaba de hacer y he pedido dos para ti -lo animo a que las pruebe.
Se que claramente no sabe que es por eso me llena de entusiasmo que la pruebe. Ojalá le guste, porque son muy ricas. Seong Jin toma la alcapurria y le da un primer mordido, en la primera mordida se queda callado mientras continúa masticando y analizando el bocado y de repente me mira con los ojos más abierto de lo normal, como asombrado.
-¡Que! ¿Te gusto? ¿Esta rica? -le insisto en saber.
-¡Wao! Esto está delicioso. Nunca antes había probado nada similar ¿Quién dijiste que lo hiso? -me pregunta y le da otro mordisco a la alcapurria.
-Las preparó Gloria, nuestra cocinera. ¡Me alegro que te haya gusta! -aplaudo bajo con emoción.
-Me tienes que dar estas cosas más a menudo -comenta y le afirmo.
Seong Jin termina de comerse las dos alcapurrias y arrancamos rumbo a Busan. Al principio del camino estamos callados, ambos. El silencio en lugar en los que estoy cerca de otra persona me incomoda, porque soy una persona muy energética y social.
-¿Qué tal si coloco una canción y bajamos los cristales? El día está muy lindo y ya que estamos más alejados de la ciudad sería bueno tomar un poco de aire fresco y sol ¿te parece? -le ofrezco.
