Instagram.

14.2K 673 32
                                    

—Ya me voy.

—¿Cómo dices?

—Que ya es la hora. —Señalé el reloj de su mesa. —Me voy a casa.

—¿A la tuya o a la mía?

—Yo a la mía y tú a la tuya. Tengo planes esta tarde.

—¿Qué planes?

—Eric, venga ya. —Me estaba empezando a cansar de dar explicaciones de todo lo que hacía.

—O me lo dices tú o me lo dicen ellos.—Dice señalando a la gente de fuera.

—Merienda en casa con Olivia, su novio y sus amigos. Hasta mañana.

—Espera que aviso al señor Wharf. ¿Los mismos amigos que los de la fiesta?

—Pues supongo Eric no me han dado tantos detalles. Y no hace falta que llames a Lucas ya pido un taxi.

Se levantó de la mesa y vino hacia mi. Un metro noventa delante impone y más si es el tío más guapo del planeta.

—Si quieres irte a casa te lleva el señor Wharf.

—Bien.

No iba a discutir ahora mismo por eso. Lucas estaba en la puerta del edificio esperándome. No hizo falta que le dijera a donde llevarme y cuando llegamos avisó a Eric y se marchó. Eric el controlador.

Olivia estaba en casa esperándome con su copa habitual de vino. Me ofreció una y rápidamente acepté bebiéndomela de golpe.

—Chica despacio. Por lo que intuyo tampoco has pasado aquí la noche y yo estoy deseando que me cuentes todo con detalles, pero ahora ayúdame a preparar la merienda.

—¿No hubiese sido más fácil quedar en un bar y pedir algo?

—No seas aguafiestas Gabi y corta los sándwiches. —Me pasó el plato y el cuchillo. —Cuéntame qué tal con Eric.

—Pues bien.

No quería empezar a hablar de mis sentimientos contradictorios porque iba a empezar a tener incontinencia verbal y no sabía qué podía salir de ahí.

—¿Pues bien? Y ya. Eso es todo.

—Y yo que se Oli con él es todo complicado. Es controlador, celoso, maniático y tiene tanto poder que es hasta peligroso.

—Y... te encanta.

—Y sabes que a mi no me gusta ser el centro de atención de atención y con él es todo así. Deberías haber visto su casa en la sierra, tiene una biblioteca privada. Tiene gente que cocina para él, no se cuantos coches tendrá y hasta hay un guardia en la puerta de su casa. ¿Y yo? Yo apenas tengo dinero en el banco y nuestra casa es diminuta. Mírame Oli...

—Claaaaro, y alguien no se puede fijar en ti por como eres. —Soltó Olivia.

—No es eso.

—¿Entonces? Das vueltas a todo hasta el cansancio. Disfruta de tu buenorro todo lo que puedas y si no sale bien pues eso que te has llevado.

Y quizás Oli tenía razón y le daba vueltas a todo mil veces. Terminé de preparar la merienda y nos fuimos al salón. Cogí el móvil para ver si tenía algún mensaje de Eric pero nada.

—Mira qué foto tan bonita me hice en la fiesta del otro día. —Oli me pasó su móvil y vi la foto en Instagram.—No entiendo por qué aún no te has abierto una cuenta.

Justo llamaron a la puerta y con el móvil en la mano fui a abrir.

—¡Hola preciosas! —Saludó Hugo.

No me acordaba de los demás casi hasta que apareció Jorge.

—Hola Gabi.

—Buenas, ¿qué tal?

—Todo bien, ¿qué hacíais? —Preguntó éste.

—Esperaros mientras intentaba convencer a Gabi de que ya era hora de abrirse una cuenta de Instagram. —Gritó Oli desde el sofá.

—¿No tienes una? —Me dijo Jorge bastante sorprendido.

—No, no tengo y no estoy segura de querer una. Tampoco sé cómo se utilizarlo.

—Dame tu móvil yo te enseño, venga es divertido.

Me pensé si quería tener esa red social pero finamente accedí y fui a buscar mi móvil a la habitación. Rápidamente descargó la aplicación, me preguntó algunas cosas para poder añadirlas las perdió y me pasó el teléfono para que escogiese una contraseña.

—Mira, ya está. —Me enseñó el móvil. —Ahora lo que queda es subir la primera foto y seguir a toda la gente que quieras ya seamos nosotros o incluso famosos que te gusten.

—No tengo fotos para subir.

—Dame tu número de teléfono y te paso una foto que te hice en la fiesta.

—¿Me hiciste una foto? —Me quedé mirando a Olivia que subía y bajaba las cejas rápidamente mientras intentaba no reírse.

—Si, estabas muy guapa.

Le di mi número y buscó en su móvil la foto que me había hecho para segundos después mandármela. Me la enseñó mientras ponía un pie de foto que se inventó en aquel momento: "Chaos makes the muse".

—Y listo. Ahora solo tienes que seguir a la gente que quieras y aquí puedes subir historias que son fotos que duran 24h. Toma prueba, mi nombre es Jorge López.

Busqué el nombre y le di a seguir, era más fácil de lo que me esperaba. Seguí a Hugo y a Oli, mi madre también tenía instagram donde subía fotos de comidas, que moderna era mi madre. Estuve un rato viendo fotos de la gente y dando corazón, tenían razón, era divertido. Volví a ver la foto que Jorge me había hecho, no salía mi cara y era una foto muy bonita mientras bailaba en la pista.

—¿Quién quiere algo de comer?—Oli se levantó y yo la seguí detrás.

—¿Una foto?—Entré preguntando en la cocina.

—Parece que no tienes solo a uno loco ja ja ja.

—Olivia por favor. —Le reñí.

—La foto es preciosa no te enfades, venga vamos a llevar esto.

Elegimos una película y nos reímos mucho todos, pude conocer más a Jorge y me agradó bastante. Jugamos a las cartas y bebimos vino, demasiado, cuando se hizo tarde todos se marcharon y nosotras recogimos como pudimos metiéndonos a la cama, mañana todavía había que trabajar.

Mi equilibrio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora