Dormí un par de horas y tuve que apagar el móvil por la noche debido a la insistencia de Eric. Había mensajes como: "¿Dónde coño estás Gabriella?, "Estoy buscándote por todas partes y no te encuentro", "Contesta al jodido móvil ahora mismo", etc. Y más de quince llamadas.
Hugo y Oli habían dejado una nota en el salón diciendo que tenían algunos planes con la marca de ropa de Oli y que no iban a estar pero que tenía comida en la nevera y me podía quedar todo el tiempo que fuera necesario. Yo quería irme a mi casa, meterme debajo de la ducha y dormir en mi cama. Cogí mis cosas y pedí un taxi.
Cuando llegué a la puerta de casa lo que me encontré me dejó sin habla. Eric estaba sentado en el suelo apoyado en la puerta y dormido. Estaba para comérselo entero.
—Eric. —Intenté moverlo para que se despertase. —Eric despierta.
—Gabriella. —Abrió los ojos y tiró de mí de manera brusca. Me sentó en su regazo y hundió la cabeza en mi cuello.
Parecía un niño pequeño, indefenso y nervioso. Sin decir nada me limité a acariciar su pelo mientras su respiración se iba calmando. El Eric duro, oscuro y controlador se había esfumado dejándome ver a un hombre tembloroso. Me arrepentí de haberme marchado ayer como lo hice.
—Vamos. —Dije después de casi quince minutos en aquella posición. Sus manos hicieron más presión en mi y su cara se hundió más en mi cuello. —Vamos dentro Eric.
Se levantó conmigo en brazos y sin dejar de abrazarme me puso en pie dejándome que abriera la puerta. Conseguí cerrarla detrás de nosotros.
—Se que estuvo mal lo de ayer y te pido disculpas. Hay otra cosa de la que tenemos que hablar.
—Antes de que digas nada yo también quiero disculparme por haberte llevado.
—No es eso, Eric...—Esto tenía que acabar ya. —Tú y yo no somos compatibles.
—¡Tonterías! ¿Lo dices por Marta?
—¿Esa chica que no paraba de tocarte delante de mí descaradamente e invitándote a su hotel? Pues quizás sí que lo diga por eso.
—No tengo nada con Marta, es parte de mi pasado. —Su voz se notaba pesada, cansado. —Ni siquiera sabía que iba a estar ahí.
—Pues ella no lo ve como pasado.
—A mi me da igual como ella lo vea. —Eso fue directo a mi orgullo y lo derribó un poco.
—El caso es que no ...
—No Gabriella, no voy a dejar pasar esto. Me he disculpado porque sé que estuvo mal y fue egoísta llevarte ahí para que todo el mundo se diera cuenta de que eres mía. Me he equivocado y no puedo cambiar eso pero tienes que darme un margen de error con esto. Nunca me he tomado nada más en serio que lo nuestro.
—¿Quién es Marta?
—Es una chica con la que yo me acostaba hace unos años. Pero no quiero hablar de ella, necesito saber que estamos bien. Te necesito Gaby.
—Necesito tiempo, Eric.
—¿Por qué?
—Porque esto es demasiado. —Hice aspavientos con los brazos. —Todo esto. No sé qué es lo que buscas de mí porque tú ya lo tienes todo. Eres el señor Walter y diriges más de veinte empresas. ¿Y yo qué? Aun tengo que terminar de pagar la universidad en la que estudié, vivo de alquiler y ni siquiera sé conducir, por ejemplo. Todo esto me abruma Eric, no soy para ti.
—Seré el señor Walter con millones en el banco pero contigo puedo ser Eric. —Vi que se echaba las manos a la cabeza revolviéndose el pelo. — Te dejo este fin de semana para que te aclares Gaby pero el lunes te quiero en la oficina.
Y se marchó dejándome allí sin saber qué decir. Dedique el fin de semana para pensar qué es lo que quería hacer, me fui de compras y como, no cuando bajé estaba el Mercedes, el cual no acepté. Lucas se limitaba a reír cada vez que le decía que no iba a ir con él pero ahí seguía. Me compré una falda nueva y un par de tacones rebajados, comí fuera y caminé más de lo habitual. Intenté desconectar la mente y decidí que iba a ponerme a buscar otro trabajo, pero como ya sabía la cosa no estaba de mi parte. Había muchas ofertas de hostelería, niñera y también de secretaria, pero nada de lo mío que fuera para más de tres meses y algo más que un contrato de prácticas.
Olivia llegó por la tarde contándome lo bien que le iban las cosas y me alegré, porque por lo menos a alguna de las dos nos iba bien. El domingo se pasó bastante rápido para mi gusto y los nervios comenzaban a aparecer al pensar que iba a tener que verlo al día siguiente. Limpié la casa, lavé la ropa y cociné casi para toda la semana, pero cuando miraba el reloj las horas saltaban de dos en dos.
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Mi equilibrio.
Roman d'amour- Ni te levantes Gabriella. -¿Cuál es el problema? ¿Que haya estado con Jorge? ¿El instagram? ¿Que él me haya hecho la foto? Somos amigos Eric y tener amigos no es incompatible con tener una relación. -¿Tengo que recordarte cómo bailabas con tu "ami...