Pasan las dos semanas indicando; la aproximación de los exámenes, las fiestas navideñas, la preparación de nuevas coreografías para los próximos partidos y la inscripción a algún acto benéfico. En estas semanas mi mente ha estado muy concentrada en los exámenes, son las primeras notas del último curso, algo muy importante para el principio de mi futuro. Algún día que otro he salido con las chicas y con Ellie para distraernos un poco de toda la saturación que llevamos encima. Connor ha venido a comer a casa con sus padres, pasando así una muy buena tarde, ya que sus padres y los míos se reencontraban después de muchos años.
Cuando acaba la semana de exámenes de Matías, quedamos para tomar un café donde la última vez para probar un nuevo café, el cual me encantó. Después fuimos a jugar a los bolos, un sitio que no solía frecuentar mucho, su carisma hizo que no parara de reír durante toda la tarde, disfrutaba mucho de su compañía. También tengo que admitir que no se me daba bien jugar, al contrario de él que no dejaba de hacer plenos.
Con Eyden solamente he salido cuando hemos quedado todos para cenar en el McKenzy's o en casa de Connor. Después de la conversación que tuvimos, nos hemos mantenido algo distantes. Es como si no hubiera pasado nada entre nosotros y solamente fuéramos amigos. Algo que entre nosotros no ha cambiado es nuestras miradas y algún que otro acercamiento, omitiendo los besos.
Con Adam ha pasado más o menos igual, hemos quedado dos veces con Ellie y Clark para tomar un batido y para cenar. Estando solos, solamente hemos quedado una vez para cenar en su casa, ya que James le había enviado las grabaciones de la noche en casa de sus abuelos. Cuando las vimos, nos sorprendió mucho, porque no había rastro de algún vehículo o de alguna persona. Llegamos a la conclusión de que, si había alguien, estaba entre los árboles y algo alejado de las cámaras. También ha sido al único, a parte de mis padres, que le he había contado lo sucedido con Elisabeth, a lo que se sorprendió respecto a una venganza contra mí, él me conocía y sabía que en mí no había maldad.
Cuando les conté a mis padres las palabras textuales de Elisabeth, se preocuparon mucho, su teoría era que me querían utilizar para sacarles dinero. Después de esa noche, pusieron más seguridad a los alrededores y Caleb se volvió realmente mi sombra junto a otro chico llamado Alexis, él era un poco más mayor que Caleb y también muy simpático, por lo que se llevaron muy bien, algo importante para mí. ¿Por qué? Porque mi seguridad estaba en sus manos y trabajarían mejor, o eso he visto en las películas.
Miraba fijamente los voluntariados que había este año para la época de navidad, había mucha variedad y muchos de ellos me llamaban la atención, aunque fuera un acto benéfico, era algo obligatorio porque aparecería en nuestra carta para las universidades. A mí me gustaban mucho los niños, por lo que finalmente me decanté por el orfanato Einsburg. Las tareas eran; ayuda en cocina, cuentacuentos y actividades con los menores.
—Así que escoges esa —me sonríe Nina.
—Si, me gustan mucho los niños y creo que, en estas épocas, necesitan cariño —miro nuevamente la hoja para inscribirse en ella con una sonrisa.
—Pienso como tú, por eso mismo yo también me voy a apuntar —me guiña un ojo y me quita el bolígrafo azul.
—Me encanta la idea de ir juntas —le abrazo cuando termina de escribir su apellido.
—Así que un orfanato —habla Eyden a mis espaldas y asiento con la cabeza mirándole.
—¿Tu que has elegido? —le preguntamos Nina y yo a la vez.
—Ryan, Maddy y yo iremos de voluntarios a un hospital.
—¿Con niños también? —pregunta esta vez Nina, haciendo asentir a Eyden.
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Desde el primer momento
Genç KurguHannah Collins, una joven rica de la zona Hiffield, uno de los barrios más ricos de Nueva York. Hija de los dueños de varias multinacionales y la chica más popular de su instituto. Su tez blanca, el azul profundo y cristalino de sus ojos y su sonris...