O L I V I A
— No te vayas por favor, hablemos —habló Agus mirándome, negué rápido.
— No hay nada que hablar —susurre mientras buscaba ropa y guardaba en el bolso.
— Pero..—susurro.
— Nada, no era necesario pegarle a mi hijo, no tenés derecho a levantarle la mano a Benjamín, ni yo lo hago que soy la madre —hablé mirándolo, resople y volví a buscar otras cosas necesarias.
— Pero él siempre está en mi contra —volvió a hablar mientras se sentaba en la cama.
— ¿Y por eso vas a pegarle? Tiene quince años —me voy tuve mirándolo— Agustín, no sos su papá, no sos nada prácticamente para él —comenté, él encogió sus hombros.
— Porque vos nunca me dejaste formar parte de su vida —susurró.
— ¿Yo no te deje? —pregunté— Vos no te dejaste, vos siempre ibas al lado contrario de Benjamín, siempre te dije que tenias que apoyarlo y ser como un amigo más para él —hablé, cerré el cierre de mi bolso y agarre mi mochila pequeña con papeles y los documentos que eran cosasnque siempre tenía que llevarlas conmigo.
— ¿Donde vas a ir? —preguntó, dejó su vista en el sulo.
— No lo sé —susurre.
— Quedate acá, me voy yo —comentó, negué rápido.
— No, ya está, es tu casa —respondí.
— Oli... —me miro, mire sus ojos por unos segundos.
— Cuídate mucho —susurre, caminé a la puerta de la habitación.
Salí de la habitación, entré a la habitación de Enzo, sonreí mirandolo desde la puerta, aún estaba metiendo cosas en su bolso. Pasé por el baño y saque los cepillos de dientes. Bajé a la cocina, ordené todo, y saqué algunas galletitas, y otras mercaderias metiendolas en una bolsa grande de tela.
Minutos antes le había mandado mensajes a Neo para ir a su casa, él siempre ha estado para mi, y no dudo en contestar mi mensaje con que sí podía ir a su casa. De verdad era un amigo increible, siempre estaba para mi cada vez que algo se jodia.
Benja y Enzo terminaron de alistarse, Benja se llevaba hasta la play quizas ya sabia donde íbamos, subimos al auto, comence a conducir en dirección a la casa de Sebastián. Mientras escuchamos una de las playlist de Enzo, tenía puras canciones de su padre, lo cual me hacia extrañarlo un poco. Grave error, aunque bueno después de todo cada uno hizo su vida, y de hecho hacia un tiempo que no lo veía.
— ¿terminaron? —susurro Benja rompiendo el silencio.
— Algo así, supongo —contesté sin despegar la vista del camino.
— Perdón—susurro.
— No es tu culpa hijo — susurre y lo miré, iba sentado a mi lado.
— Si, sus peleas son por mi, supongo que deberia frenar eso —volvió a hablar.
— No Benja, él no tiene derecho a levantarte la mano, no es tu culpa, nunca te sientas culpable de mis problemas, ¿si?—comenté, pasé mi mano por su mejilla, el asintió.
— ¿A donde vamos mamá? —preguntó Enzo.
— A la casa del tío Sebas —sonreí y lo miré por el espejito retrovisor.
— Amadeo ya me dijo —comentó Benja mientras sonreía— llevo la play para jugar fornite, vamos a estar varios días encerrados, es un genio el tio al dejarnos estar en su casa, extrañaba pasar tiempo como antes
— Si yo también los extraño a los chicos, y Neo es el único que siempre está, creo que ya lo debo tener cansado —hice una mueca mirando a Benja y sonreímos— supongo que no le va a gustar nada lo que pasó, ya me imagino sus retos —comenté.
— Si, desde hace tiempo que lo quiere hacer mierda a Agustín, ahora más —comentó y dejó su cabeza apoyada en la ventanilla.
— Ya lo se, pero es al pedo todo eso, me alejare de él, ya no volveré —susurre. Benja asintió dándome la razón.
Llegamos a la casa de Sebas después de unos minutos de viaje, estacione el auto en la entrada del garage, los chicos bajaron, y los ayude a bajar sus mochilas.
Sebas no tardó en abrir la puerta, sonreí al verlo, él saludó a los chicoa y finalmente me abrazó, me sentía tan contenida dentro de sus brazos.
— Amadeo está en su habitación, suban, están en su casa —habló Neo mirando a los chicos, ellos enseguida subieron las escaleras para ir con Amadeo— Veni, ¿me contas que pasó? —susurró mirándome, agarró mis bolsos y los dejó sobre el sillón, caminó a la cocina y fui detrás de él.
— No quiero hablar de eso, es muy repetitivo —comenté, él me miró y encogió sus hombros quitándole importancia a lo que dije.
— Sabes que siempre te voy a escuchar tod, aún así me lo cuentes mil veces Oli —agregó— ¿mates o querés un cafe?
— No podemos compartir mate —susurre e hice puchero, él asintio mientras sonreía— café está bien
— Va a ser lindo pasar la cuarentena con ustedes, Amadeo ya se veía el fin del mundo, ahora se van a olvidar de todo con los jueguitos —comentó Neo mientras reía. Había puesto a calentar el agua para el café.
— Si, supongo que no somos nada sin nuestros mejores amigos —susurre— gracias por todo, por ayudarme siempre, sos de oro
— Solo soy un buen amigo Oli, sabés que daría cualquier cosa por vos, y por tus hijos también —habló mirándome mientras batía el cafe en la taza.
— Gracias —susurre, me acerqué y lo abracé, él rápidamente dejó la taza sobre la mesada y abrió sus brazos rodeandome y apretandome un poquito contra su cuerpo.
— Te quiero, gorda —dejó un beso en mi frente, cerre mis ojos al sentirlo.
— Te quiero más —contesté.
Mientras Sebas terminaba de preparar los cafés, aproveche para guardar las cosas que habia traido de comida, para ayudar un poco y tener más.
Nos sentamos en los sillones del living, tomamos nuestro café mientras hablabamos temas random, entre ellos hicimos planes para pasar estas semanas juntos, igual no sabía por cuanto tiempo exactamente ibamos a tener que estar encerrados.Los chicos bajaron luego de un rato, los tres se veian felices de estar juntos, se prepararon unas chocolatadas y se sentaron junto a nosotros, Neo puse una de las películas de Shrek que le gustaban a Enzo, y pasamos el rato ahí, olvidando de todo lo mal que habíamos pasado anteriormente.
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perdón, tengo cero inspiración:(
La cuarentena me está matando.
Hare maratón hoy, subo dos capítulos ahora y tres a la noche 🖤👌
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вєиʝαмιи •кнєα• Tercera Temporada
FanfictionCreo que con esto ya finalizo la saga ahre Voten, y siganme;)