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B E N J A M Í N

— Alta ganas de matarlo, te juro eh —habló Nacho mientras caminaba de un lado a otro.

— Ya está bro, no podemos hacer más nada —comentó Duki mientras se armaba un porro.

— Si, Oli tiene que denunciarlo —dijo Ivo sentándose a mi lado.

— Los giles esos no hacen nada, y si el boludito le vuelve a hacer algo, lo re cago matando y fue —habló Neo en lo que salía al patio, había acompañado a mamá a que durmiera un rato.

— ¿Se durmió? —preguntó Ivo mirando a Neo, el asintió sonriendo.

Estábamos afuera, en el patio de la casa, ya eran como las ocho de la mañana, ninguno tenía sueño asique nos pusimos a tomar mates, las chicas dormían, y mamá se había ido a dormir a la habitación de Sebas.

— No puedo creer que nunca vimos nada de lo que pasaban —Nacho me miró— ¿Por eso Oli se alejaba de nosotros?

— Agustín no quería que ella se hablara con ustedes, de apoco la dejaba salir con Cande y Juli, y a Enzo y a mi, no nos quería ver en su casa —hablé.

— Alto pelotudo es ese vago, hay que hacerlo boleta —dijo Neo mientras negaba, nadie le iba a sacar esa idea de la cabeza.

— Bueno ya fue che, ¿cocinamos hoy asi las chicas aprovechan a dormir? —preguntó Duki mirando a los pibes.

— Dale, hacemos algo —asintió Tomás.

— Delen, yo voy a terminar de organizar unas cosas para sacar unas cancioncitas —habló Ivo y tomó el último mate, lo dejó sobre la mesa y entró a la casa.

Terminamos de tomar mates y cada cuál se fue a hacer lo suyo, yo subí a la habitación con Amadeo, él se acostó en su cama y yo me tiré en el colchón al lado de Enzo, él dormía como si nada.

(...)

Me levanté porque la luz del sol me pegaba en la cara y era re molesto, salí de la habitación y entré al baño que estaba justo frente a mi puerta. Hice mis necesidades y por último lave mi cara.

Escuché que alguién caminaba en el pasillo, enseguida escuché la voz de Ivo, abrí la puerta un poquito y justo vi por la ranurita, que estaba junto a mamá.

— ¿Como estas? —preguntó él mientras acariciaba su mejilla.

— Bién, nosé —mamá encogió sus hombros quitandole importancia a todo, esa era su personalidad de hacer como si nada importara.

— Sabés que podés contar conmigo para lo que quieras, Oli —comentó, se moría de amor por mamá.

Sonreí mirandolos porqué se notaba el amor que él le tenia a ella, me costaba mucho perdonar todas las cagadas que se mandó con mi vieja pero bueno, tenía lo suyo el gilaso. Abrí la puerta para salír del baño, mamá sonrió al verme y Ivo se notaba incómodo, sonreí y los salude con un simple hola.

— ¿Como estás mamá? —pregunté, ella asintió y se acercó para dejar un beso en mi frente.

— Estoy bien, no te preocupes mi amor —asenti sonriendo, ella entró al baño, Ivo entró a la habitación y yo bajé las escalera, se veía que todos estaban afuera, se escuchaban sus risas.

Salí al patio y sí, todos estaban acá, los saludé y me senté al lado de Cande, quién enseguida me paso un mate, sin duda ibamos a terminar verdes de tanto mates.

— ¿Cómo estás hijo? —pregunto mi viejo al sentarse a mi lado, asenti dándole a entender que estaba bien, apareció mamá y los chicos la miraron.

вєиʝαмιи •кнєα• Tercera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora