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O L I V I A

Escuché el teléfono vibrar en la mesita de luz, la alarma, pensé. Traté de alcanzarlo para apagarlo pero Neo me tenía abrazada contra su cuerpo, estiré más mi brazo y finalmente logré alcanzarlo. Lo apague para que no volviera a sonar la alarma, Neo se movió acercándose más a mi cuerpo, parecía que no quería que me levantara.

Me parecía tan tierno verlo todo tranquilo, acaricie su mejilla y dejé un beso en su frente. Traté de salir de su agarre, él se removió quejándose y se dió vuelta, sonreí con ternura al verlo, cubri su espalda con la frazada para que no tuviera frio.

Me levanté de la cama, busque mi ropa y me vesti, me puse un buso de Sebas, que había encontrado sobre el sillón que decoraba la habitación, para no entrar a buscar un abrigo mio en la habitación donde los demás dormían, no quería despertar a nadie.

Luego de la rutina en el baño, salí de la habitación y caminé a la cocina mientras peinaba mi pelo en un moño alto y desordenado. Bajé las escaleras, la casa estaba a oscuras a pesar de que eran las 10 de la mañana, y en completo silencio porque todos dormían.

Entré a la cocina, corrí las cortinas de los ventanales gigantes y dejé entrar la luz del sol, prepare la cafetera para luego encenderla, busque pan para tostar mientras esperaba a que el café estuviera listo.

Puse un individual limpio sobre la mesa, busqué una taza, cuchara, y saqué la mermelada de frutilla de la heladera. Tenía un desayuno rico y en tranquilidad, algo que hace mucho que no tenía, y de hecho amaba desayunar en completo silencio sin que estuvieran rompiendome las bolas.

Escuché pasos en el living y a los segundos ví entrar a mi hermano en la cocina, buscó una taza y se sirvió café, se sentó frente a mi. Ambos estabamos en silencio, creo que debía aprovechar el momento para poder hablar y arreglarnos, no me gustaba estar peleada con él.

- Nacho yo te pido perd... -susurre y el negó rápido mantenía su mirada en un punto fijo de la mesa.

- No Oli, vos no tenés que pedir perdón por nada -habló, subió su vista para mirarme a los ojos- Yo te pido perdón por enojarme, es tú vida y yo no debo meterme -agregó.

- No me gusta que peleemos, no me gusta tenerte lejos -comenté mientras lo miraba, él asintió y habló rápido.

- A mi menos, creeme -murmuro- Te quiero boluda -sonrió y lo miré, él encogió sus hombros- hay que cortar con lo cursi, me da cringe

- Sos más pelotudo, pero así te quiero -ambos reímos. Nos quedamos en silencio mientras tomabamos nuestro café, le puse mermelada en una tostada y se la pasé, él sonrió y susurro un "gracias"

- Dormiste con él anoche, ¿no? -sonrió y señaló el buso que me había puesto- Lo tenía puesto ayer  Sebas -encogió sus hombros y rió, se ponía en modo pesado.

- Si, dormi con él -hablé en voz baja esperando un reto o algo así.

- Dios, parecen dos pendejos, realmente -rió y se levantó, llevó la taza al lavavajillas- la verdad que prefiero mil veces que estés con Neo, creo que todos te vimos mejor estos días, sos otra, posta y es lindo tenerte de vuelta -se acercó y me abrazó, dejó un beso en mi mejilla- en cuanto al pelotudo de Agustín, no me lo banco asique mejor que te hayas separado de él -habló mirándome-

- Bueno pero nos levantamos mimosos hoy -escuché la voz de Valen, entró a la cocina, dejó un beso en la mejilla de Nacho y un beso en mi frente, se fue a servir café.

- Hay que aprovechar que la familia está junta -comentó Nacho, sonreí y asenti estando de acuerdo con él.

— Creo que nunca estuvimos tanto tiempo todos juntos —comentó Valen antes de bostezar, tenía su taza de café y se sentó en el lugar que Nacho había desocupado minutos antes.

— ¿Que vamos a comer hoy? —preguntó mi hermano mientras miraba dentro de la heladera para ver que opciones teniamos.

— Creo que hay para hacer unas hamburguesas, igual nosé a que hora se van a levantar para que comamos todos juntos —hablé mientras juntaba mi taza vacia y limpiaba todo.

— Pero comemos igual bro, que se jodan por no levantarse temprano ahre —habló Nacho, cerró la heladera nuevamente.

— No creo que se levanten temprano, se acostaron todos tarde —comentó Valen.

Terminé de lavar las cosas que había usado en mi desayuno, subí las escaleras, entré a mi habitación a buscar el cepillo de dientes para luego ir al baño y limpiar mis dientes. Al terminar, volví a la habitación para guardar nuevamente el cepillo de dientes, ví a Juli sentada en el colchón donde dormía, estaba llorando. Me acerque a ella poniendome de cuclillas.

— ¿Que pasa, Juli? —susurre, Mile, Cloe y Cande aún dormían.

— Nada —susurro entre medio del llanto, la abrace mientras hacia mimos en su espalda. Me separe un poquito y pasé mis dedos por su cara quitando un mechon de pelo paea ponerlo detras de su oreja.

— Contame —hablé mirándola, ella agachó su cabeza mientras jugaba con sus uñas.

— Lo extraño a Tomi, no puedo verlo y no poder abrazarlo o besarlo, siento que tiene a otra chica, no puedo... —mordía su labio para no llorar fuerte, volví a abrazarla y ella me correspondió el abrazo.

— Ya se van a arreglar mi amor, ¿Que hablaron anoche? —pregunté. Anoche Tomi le había pedido hablar cuando estabamos en la cocina.

— Me dijo que necesitaba tiempo, pero me está matando gorda, yo lo amo, y no quiero que Mile sufra por todo eso, nosé que hacer —susurró.

— A ver, es dificil, si, pero ahora vos tenés que estar tranquila, si él necesita pensar, dale esa oportunidad para que arregle esas dudas que le rondan en la mente, yo voy a hablar con él y aunque sea contra las reglas, voy a ver como puedo ayudarlos —hablé mirando a Juli, pasé mi pulgar debajo de su ojo para secar la lágrima que caía.

— Gracias Oli, te quiero mucho amiga —susurro Juli, sonreí y me acerqué a abrazarla.

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🖤
Voy a tratar de actualizar más seguido:(

вєиʝαмιи •кнєα• Tercera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora