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Personas ebrias, música a todo volumen y parejas besuqueándose en cada rincón del lugar.

Eso era lo que pasaba dentro de aquella enorme casa, donde se realizaba la gran fiesta del año.

—¡Oh demonios!— gritó Jimin para que sus amigos lo escucharan. —¡Debí imaginar que él estaría aquí!

Los otro dos siguieron su mirada hasta parar en uno de los sillones, ahí estaba Hoseok, con un vaso de licor en la mano, mientras tenía la mirada fija en su celular.

Llevaba puesto: una chaqueta de cuero negro, un polo blanco y un pantalón de mezclilla, lo típico que usaba un chico malo.

Para Taehyung, se veía realmente atractivo, lo que provocó que sus mejillas enrojecieran, por milésima vez.

—Bueno, hay que ignorarlo.— declaró MinHo, entregándole un vaso de licor a los chicos. —Vamos a beber un poco para entrar en ambiente.

Jimin agarró el vaso que le ofreció con una sonrisa e ingirió el líquido rápidamente, haciendo una mueca por el amargo sabor de este.

—¡Vamos a bailar!— gritó, acercándose a donde todos estaban bailando.

—Taehyung, no es necesario que tú...— antes de que Minho terminará la oración, el pelirosa ya estaba acabando su bebida.

—Es amargo, pero lo puedo soportar...— sonrió, dejando a la vista su sonrisa geométrica. —Vamos a bailar, MiMi.

Tomó la mano del más alto y se acercaron a Jimin, Taehyung decidió que hoy iba a divertirse y no dejaría que nadie le arruinara la noche, mucho menos, cierto castaño que le hacía sentir un zoológico en el estómago.

Las horas habían pasado volando, algunos jóvenes dentro de la fiesta estaban dormidos sobre los sillones, contrario a Taehyung, quien estaba ebrio en una esquina de la sala, sonriendo como idiota a quién se le acercaba, sus amigos habían desaparecido de su vista hace ya mucho.

Unos metros más alejado, Hoseok lo examinó de pies a cabeza.
Tenía: una camisa de seda floreada con unos cuantos botones abiertos, dejando ver parte de su pecho ligeramente bronceado; un short negro ajustado resaltando sus curvas y sus piernas canela que al parecer había depilado, junto a unos tenis blancos y su cabello rosa estaba ondulado, el maquillaje que se había hecho hacia resaltar sus bonitas facciones.

—Carajo...

Se levantó de su asiento, empujando a un par de personas para llegar hacia el pelirosa, éste al ver a Hoseok enojado, formó un puchero. El castaño lo tomó de la muñeca y subió las escaleras junto al menor sin importarle que alguien lo hubiera visto.

Al llegar al segundo piso, entró al primer cuarto que vió y puso el pistillo a la puerta.

—¡Dije que no quería que te maquillaras!— lo estampó contra la puerta, colocándo ambas manos a cada lado de la cabeza contraria.

—¡Deja de hacer eso!— Taehyung se cruzó de brazos, desviando la mirada. —Me gusta maquillarme.— susurró con voz adorable, claramente ebrio.

—Deja de desobecerme.—- habló el de ojos avellana y el pelirosa lo miró a los ojos con burla. —Incluso coqueteas con ese tipo que apenas llegó solo para joderme, ¿no es cierto?

—¿Acaso estás celoso de que pueda gustar de mí?— se asomó una sonrisa inocente  y voz empalagosa. —¿Tienes celos de que vuelva con MiMi?

HOMOFOBIA || H O P E V  [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora