🍎Lee Daeyong era un hombre muy especial, sobretodo para Minho, el cual había sido marcado de una forma brusca y aterradora. Los ojos del peligro se llenaban de lágrimas cuando ese hombre aparecía.
Desde niño, sufrió y sufrió por cumpla de su padre, Lee Daeyong, quien no le importaba absolutamente una mierda los sentimientos de su hijo.
Sólo a los ocho años de edad Minho era obligado a hacer un entrenamiento de tipo militar, por que su padre era eso, un general desquiciado que quería que las cosas fueran como el lo ordenaba y deseaba.
Su madre también tenía un gran carácter así que no soporto tanto tiempo al lado de la bestia, como solía llamarlo ella cuando él no se encontraba. Entonces Minho se creyó libre, para su desgracia, no fue así.
Los fines de semana le tocaba ir a donde su padre se encontraba y era una completa tortura.
Daeyong le enseñó sus pensamientos, le demostró que el mundo estaba podrido y que él también lo estaba.Los rumores de que hombres se acostaban con otros hombres llegaron de alguna manera a sus oídos. Allí el señor Lee juzgaba y maldecia en voz alta, dejandole en claro a Minho que esas personas eran enfermos.
"Que asco, Minho tu tendrás una mujer que te respete y haga todo lo que dices"
Le había dicho cuando el pelinegro cumplió los trece años, Minho sólo asentía con la cabeza, sin embargo sabía que lo que su padre decía estaba de alguna manera mal...
por que su madre le enseñaba otro tipo de cosas.Minho no se acercaba a otros niños por que no quería defraudar a su padre. temía estar enfermo y que lo mataran. Así que cuando cumplió los quince sólo se dedicó a las mujeres. A pesar de que su madre lo observaba con decepción al verlo entrar a la casa con una mujer diferente a la del día anterior.
Pero Minho cayó en la tentación, no era la primera vez que caía, pero si era la primera vez que caía tan profundo, jamás hubiera pensado que en ese momento se encontraría desesperado por volver a tener a Han Jisung entre sus fuertes brazos.
En el pasado se hubiera reído, pero ahora quería llorar por no saber lo que realmente sentía, estaba perdido, divagando en oscuras aguas que reflejaban su pasado, le daba miedo ahogarse.
Una vez frente a frente, el menor lo miró atónito, sus ojos avellana reflejaban dolor, ni siquiera se asemejaba a los ojos que tuvo en la madrugada llena de pasión desenfrenada.
Minho en un bruto intento de separlo de Woojin, le agarró el brazo y tiró de él con fuerza.
Jisung tambaleo quedando peligrosamente cerca de Lee, aquello le recordó la primera vez que se encontraron, con una situación totalmente diferente.—¿Qué demonios crees que estas haciendo?—especto el ariano levantándose de el asiento de forma rápida— ¡Sueltalo!
—No.— respondió Minho sin una pizca de temor, mientras que Woojin parecía querer matarlo.
—Minho...— Jisung lo llamó en un susurro, el cual le costó mucho pronunciar. El nombrado se mordió el labio sin saber muy bien que hacer, claramente había actuado gracias a sus impulsos y ahora quería desaparecer otra vez.
—Jisung... yo quiero hablar contigo— dijo mientras lo miraba escasamente a los ojos, ¿Por qué su Jisung parecía estar roto?—, por favor...
—Jisung no irá conti-
—Woojin— interrumpió el menor tratando de no temblar más de la cuenta— Yo quiero hablar con él, cubreme.
Eso era demasiado, pensó Kim, sin embargo aceptó. Por que Jisung era feliz con un desgraciado y tenía que respetar esa decisión por más de estar en desacuerdo.
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El baño no era un lugar muy adecuado para hablar ese tipo de cosas, pero acorde a las circunstancias era la mejor opción.
Minho soltó el brazo de Jisung cuando lo escuchó quejarse. Su piel blanca ahora tenía marcas rojizas por culpa del mayor, quien al darse cuenta de lo que había provocado habló:- ¡Lo siento mucho!, no quería hacerte daño, sólo... no estoy bien.
—No me duele Minho, haz hecho cosas peores, eso si duele— El menor agradecía a su dios por darle el coraje de decir aquellas palabras. Minho tragó saliva sintiéndose peor, pero no se iba a mostrar débil.
—¿Cómo puedo hacer que me perdones?— cuestionó, sus manos viajaron hasta el mentón del contrario para alzarlo ligeramente. Jisung palideció al instante, eso no iba a terminar bien. Cuando Minho lo tocaba las cosas nunca terminaban bien.
—Sólo quiero que te disculpes... Y yo perdonaré y olvidaré lo que hiciste.
—¿Tan grave fue?— preguntó esta vez con una sonrisa. Han supo que el Minho de antes había vuelto.
—Para un enamorado, no hay peor cosa que ser abandonado por su amante— A decir verdad el mayor estaba sorprendido, no esperaba que Jisung estuviera de pie con la cabeza en alto diciéndole todas esas palabras que lo hacían ver como el mismo diablo, más bien esperaba que el menor lloriqueara en sus brazos.
—Entiendo...— murmuró el pelinegro—, Lo siento Jisung, fui un idiota anoche.
—Esta bien Minho, estoy feliz por que estas conmigo ahora— la sonrisa de Jisung apareció de un momento a otro, dejándolo deslumbrado.
Minho jamás había caído tan bajo, pero caer era como volar, Jisung lo hacía volar.
Sin dudarlo lo besó con dulzura, absorbió y mordisqueo los belfos del castaño como si fuera la última vez. Jisung cerró los ojos y se dejó llevar, porque estaba enamorado y nada más importaba.
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BUENOO
hola gente :( los extrañe muchoantes q nada les quería informar q perdí mi celular, el primer día de clases re yeta la mina. por lo tanto ahora me prestaron uno muy viejito y me cuesta MUCHÍSIMO escribir por acá lloro sangre
tengan paciencia porfi
igual estos días me rompí la cabeza contra la pared pero logré escribir unos cuantos capítulos,,, por suerte tengo la imaginación bastante prendida!
hay maratón entonces
ah y el próximo cap tiene lemon