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Los señores Han se encontraban sentados juntos en el gran sofá de la casa, mientras que Minho estaba en uno individual. La tensión se podía palpar en el aire, era una situación incómoda, pero no para Lee, quien parecía tener una crisis existencial, deliberando lo que debía hacer a continuación, ¿Sería lo correcto?, tenía miedo de que luego Jisung lo odiara y no quisiera verlo jamás. Aún tenía tiempo para dar marcha atrás, aún podía salir por la puerta como si nada, sin dar explicaciones.
Pero empezó a pensar, Jisung fue vendido una y otra vez a personas desconocidas, no les importó que él fuera un pequeño niño, un joven sin infancia, sin amigos y el único que tenía también se lo arrebataron. Los Han eran monstruos, sin corazón ni alma. Si ellos hubieran sido buenos padres, tal vez Jisung no hubiese sufrido tanto, sería un joven puro y de noble corazón. Pero ellos fueron los primeros en corromperlo, sacándole las esperanzas de vivir una vida normal como la de cualquier niño.
Y así se decidió, debía hacer lo correcto. Para tener a Han Jisung en sus manos y nadie más le haría daño. Era una promesa, que tenía que cumplir.
—¿Qué lo trae por aquí?— Preguntó Wooyoung sin apartar su atenta pero meticulosa mirada del pelinegro frente a él—. Ya no hay nada que pueda servirte, llegaste tarde.
Al darse cuenta de a que se refería, Minho sintió ganas de vomitar. Ese sujeto hablaba de su hijo como si fuera comida.
—Oh... ¿De verdad?— sonrió con falsedad, fingiendo estar decepcionado—, yo... me quería disculpar, tal vez no tienen una buena impresión sobre mi, pero en un futuro su hijo será muy feliz a mi lado, se los juro.
—¿De qué diablos estás hablando?— El señor Han frunció el ceño, mientras que su esposa se daba auto-apaciguadores en las manos— No me importa nada que tenga que ver con ese prostituto.
La sonrisa de Minho se dobló un poco, pero logró mantener la compostura. debía tomarse su tiempo para la dulce venganza.
—Ya veo— habló con dificultad el menor—. Oh, quería saber sobre Lee Felix, ¿Saben algo de él?, Jisung lo entraña.
La señora Han desvió la mirada con cierta culpabilidad, el hombre a su lado ni de inmutó.
—Esta muerto, dile a Jisung que su estúpido capricho por irse mato a su mejor amigo— Wooyoung sonrió cínico—. Es su culpa, por haberlo abandonado.
—Creo que es todo...
—Si no tienes nada más que decir, te sugiero que te marches— Habló por primera vez Hehjin—. A nosotros no nos importa lo que hagas con nuestro hijo.
—Incluso tienes el descaro de llamarlo hijo...— murmuró Minho, la adrenalina comenzaba a correr por su cuerpo, no iba a controlarse y si lo hacía era un milagro— Creo que ya es hora— se levantó del sofá pequeño, asimismo alarmando a la pareja. Sin pensarlo dos veces sacó el arma, que parecía brillar por lo pulida que estaba, los ojos de los Han se agrandaron impresionados.
—¿Qué h-haces con eso?— cuestionó la mujer levantándose seguida de su esposo—. Vete, no queremos problemas.
—Jugaremos un juego— empezó a decir el pelinegro mientras alzaba el arma y los apuntaba a ambos—. Empecemos con usted señor Han— se dirigió hasta él, el hombre dió un paso atrás—¿Por qué decidió hacerle tanto daño a su propio hijo?
—¿Estás loco?, largate de mi hogar ahora mismo— alzó la voz. Pero lo único que recibió en respuesta fue un desagradable dolor en la pierna izquierda. El ruido del disparo era demasiado fuerte, tanto que Hehjin tuvo que taparse los oídos. La sangre brotaba de la herida de bala y el hombre cayó sentado en el sofá sin creer lo sucedido.
—Yo hago las preguntas y órdenes aquí— Minho se señaló a si mismo, mientras miraba con desagrado al sujeto—. Responde.
—Y-yo... estaba seguro de que Jisung nos sacaría de la miseria, era demasiado bello y cuando sus cualidades maduraron sentí el impulso de... de venderlo— Habló con total sinceridad, pero aún así recibió el disparo en la otra pierna—¡Mierda!, Estas demente esto no tiene sentido...
—Eres un ser despreciable, no mereces la misericordia— Minho le pegó una patada a la herida. La señora Han lloraba mientras tapaba su boca totalmente asustada—. Usted—Ahora la apuntó a ella— Váyase.
—¿E-eh?— logró articular temblando.
—¡Quiero que se largué de mi vista ahora!— gritó sin pizca de paciencia—Diez, nueve, ocho...
La mujer aún confundida, le dió una mirada a su esposo quien tenía una expresión de enojo. Sin embargo salió corriendo lo más rápido que pudo, si tenía la oportunidad de sobrevivir lo haría.
—¡Maldita bruja!— Vociferó Wooyoung cuando la observó escapar—, traicionera y perra, igual que su hijo.
Y otro disparó se oyó en el lugar, sacándole un gritó desgarrador a su garganta. Dolía como los mil demonios. Esta vez la bala fue incrustada en su brazo izquierdo.
—Usted no tiene respeto por nada ¿verdad?— Minho sonrió.
—¿Por qué no le disparaste a ella también?— preguntó el hombre tocándose la herida con la única extremidad sana. El menor negó con la cabeza.
—Yo jamás mataría a una mujer, ni a un niño— explicó restándole importancia—, en cambio, sí mato a mierdas como tú— su sonrisa se amplió—. Aunque allí afuera tengo un refuerzo que se encargará de ella.
—Ah... ahora entiendo—El señor Han rió sin fuerzas—. Eres un maldito marica, jamás te respetarán así— esas palabras calaron muy dentro de Minho, tanto que logró recordar a su propio padre. Estuvo unos segundos en silencio antes de soltar un suspiro de cansancio y estrés. Otra vez apuntó, pero ahora el disparo iba directamente a la cabeza—. Hazlo, seguro no te atre-
Literalmente le voló la cabeza.
Minho arrugó la nariz, sintiendo una ola de sensaciones, sin darse cuenta comenzó a llorar, sus manos temblaron tanto que el arma terminó cayendo al suelo, las lágrimas eran incesantes, pero su pecho ya no dolía, lloraba de alivio. Jisung y él habían pasado por mucho, atracción, deseo mutuo, confusiones, dolor y amor por último.
deseaba que el amor fuera la última etapa, que no se iría jamás y que todo marcharía bien cuando se volvieran a encontrar con el menor.
Sin mirar a su víctima, tomó el arma que descansaba en el suelo y se marchó del lugar, ahora de verdad necesitaba ver a Jisung. ¿Qué mierda le diría?, no tenía idea. Sin embargo esperaba que todo saliera bien y que el castaño no se enfadara con él.
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Jisung reía alegremente mientras jugaba con Jeongin y Jungkook, este último se encontraba haciendo bobadas, tenía un humor increíble a pesar de todo lo malo que pudo llegar a vivir en ese sitio.
—No puedo creer que tengas diecinueve— habló Jisung tocándose el estómago que le dolía de tanto reír, Jungkook lo empujó levemente de forma amistosa.
—Soy mayor que tú, respetame— lo regañó, para después soltar una carcajada. Jeongin se mantenía en silencio, pero con una sonrisa en su rostro.
Taehyung miraba la escena desde la puerta, sin poder creer todo lo que sentía y todo lo que iba a hacer por ese joven que lo volvió loco.
—Jisung— lo llamó el mayor de todos, el nombrado se giró completamente asustandose por no darse cuenta de la presencia de su jefe—. Minho... esta aquí.
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frutilla= matar a los padres de ambos
manzana= matar a uno de los protagonistas.GANÓ FRUTILLA POR SUERTE
les dedico este cap a las hermosas personitas que fueron a votar por los chicos e hicieron su esfuerzo.
las tqm 💗