🍏Jamás olvidaría la cara de sus padres casi deformadas al ver el saco de tela lleno del dinero que Kim Taehyung había traído aquel día, dónde la libertad soñada no era más que una patraña bien oculta.
Han Wooyoung ni siquiera lo había visto por última vez, estaba concentrado en contar los grandes fajos de dinero que se hallaban en la bolsa. Hehjin casi no lo podía creer, pero de todas formas estaba feliz. Por que todo ese dinero le serviría hasta el fin de su vida y eso era mucho tiempo, según ella.
Jisung había aspirado el aire de la libertad en el camino. Taemin se mantenía en silencio con la vista pegada a ese río casi seco. Ya no había marcha atrás.
Habían pasado ya tres meses desde ese día.
El castaño no pudo estar más equivocado al pensar que allí iba a ser feliz, sin embargo con el paso de los días se podría decir que ya estaba acostumbrado. No se reveló contra Taehyung en ningún momento, no dijo nada respecto a las mentiras, se mantuvo al margen y en silencio.
Las cosas nunca fueron como él pensó. Pero a pesar de todo, salió de las garras de su familia, para adentrarse en las garras de Kim.
Su trabajo al principio era seducir a los clientes para que firmarán algún contrato desconocido con Taehyung. Sin embargo algunos clientes eran más caprichosos. A partir de ahí, Jisung se rompió un poco más.
Aceptó acostarse con varios sólo por negocios, para su suerte él podía elegir con quien pasar la noche. Y si Jisung decía que no, era no. Los gigantes guardaespaldas del pelirrojo lo ayudaban en esas ocasiones no tan bonitas.
A pesar de todo eso, Jisung creó un vínculo con su jefe. Eran colegas y amigos.
Minho había quedado en un segundo plano. El Jisung enamorado parecía haber muerto, sólo quedaban sus recuerdos. Y un profundo rencor que crecía poco a poco. No sólo por el hecho de ser abandonado por el escorpiano, sino por el hecho de que ya no podía sentir el mismo placer que ese pelinegro le daba.
Jisung apoyó las manos en el pecho de... ¿Jaemin? ¿Jaehyung? ¿Jaebum?, ah... no lo recordaba en ese instante.
El hombre pelinegro debajo de él, estiraba su cuello hacia atrás, sintiéndose extasiado por tanto placer. El menor se esmeró para seguir saltando sobre él sin cansarse.
-Oh... si...- gimió el hombre cuando llegó al orgasmo, llenando todo el interior de Jisung, quien soltó un suspiro al sentir el liquido caliente. No lo iba a negar había sido uno de los mejores, pero no había logrado venirse, al igual que había pasado con todos los demás-. Jisung... Eres precioso.
-Tu más- sonrió de lado dejando un beso en la mejilla del contrario-. Jaemin...
-No, mi nombre es Jaebum, cariño- Dijo, mientras veía como el menor se levantaba y se limpiaba. Jisung no pudo evitar soltar un gruñido, cariño... así le decía el idiota de Minho.
-Como sea, Taehyung te espera en veinte minutos en su despacho- Cuando terminó de vestirse se dirigió hasta la puerta- No llegues tarde, lindo- Sonrió y salió del cuarto, cerrando la puerta detrás de él.
Una vez solo, sus labios formaron una línea recta y sus ojos perdieron ese brillo tan característico. A paso lento se dirigió a donde su Jefe se hallaba sentado frente a un gran escritorio.
-Jisung- lo llamó Taehyung al verlo, el nombrado soltó un suspiro y se delimitó a sonreír escasamente- ¿Cómo te ha ido con Jaebum?
-Mmm, yo diría que bien. Parecía estar bastante satisfecho- Rió entredientes, Taehyung lo imitó.
-Estoy seguro que no has llegado al orgasmo- lo provocó con la mirada, Jisung negó con la cabeza-. Deberías pensar en mi propuesta de ser mi amante.
-Es una buena oferta- confesó el menor, tomando asiento al frente del pelirrojo-, pero ni loco.
-Piénsalo, nuestros dioses son compatibles- Le giñó el ojo-. La Diosa Virgo y El dios Caprinornio se complementan a la hora de la pasión...
-Que raro que me digas esto, si a ti sólo te importa el dinero- Jisung le siguió el juego y Taehyung soltó una carcajada.
-Es verdad- aceptó volviendo a mirar sus papeles-. Sin embargo, estoy medio perdido... Hoy ha llegado un esclavo, es virginiano como tu- lo señaló con la pluma-. Tiene unos ojos de inocencia pura...
-No me digas que el gran Kim Taehyung se ha quedado flechado por un esclavo- se burló Jisung. El mayor sonrió dando por terminada la conversación.
-Hoy iremos al centro, Los Park harán una celebración- anunció el pelirrojo. El menor sintió un misterioso escalofrío recorrerle la espalda-. He investigado sobre los invitados- sonrió cínico-. irá la familia Lee.
Jisung se mordió el labio y asintió tensando cada parte de su cuerpo. Vaya día.
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Minho no podía estar peor.
Al llegar al centro se había encontrado con la horrible sorpresa de que su padre y su madre se habían comprometido por segunda vez. Minho sintió que el mundo se le caía encima al ver la cara de ese desalmado sujeto, que se hacía llamar su padre.
El hombre le sonrió como si fuera una persona totalmente inocente, el escorpiano sólo pudo sentir asco y decepción. No entendía como su madre era capaz de volver con él, después de todo lo que pasó entre ellos y el maltrato... Era una locura.
Lo peor es que había insistido en buscarle una pareja, a lo que Minho sólo pudo negar incontables veces, con la escusa de que aún era joven y prefería trabajar en sus proyectos por un poco más de tiempo.
Minho pensaba en Jisung todas las noches. Estaba irremediablemente perdido. Le gustaba un hombre. Un hombre que desbordaba sensualidad y pureza a la vez. Al principio no quería admitirlo, pero ahora que lo sabía sentía un sin fin de sensaciones.
Por ejemplo, miedo.
Por más que intentó seguir su vida como si nada. Se halló a si mismo jadeando el nombre del menor cuando tenía relaciones con mujeres.
Y se dió cuenta de lo idiota que fue.
Unos meses después le informaron que Han Jisung había sido comprado por Kim Taehyung. ¿Y cómo lo sabía?, porque en secreto le había ordenado a Hyojin que investigara al menor.
La desesperación que sintió al enterarse fue épica. Pero ya no había vuelta atrás... como siempre decía. Si su padre se llegaba a enterar... le esperaba la muerte, sin dignidad y humillante.
-Señor Minho- lo llamó una de las empleadas, el nombrado also la vista un poco desorientado-. Su madre me ha dicho que te informe... sobre la celebración en la casa de los Park. Hoy en la noche.
-Ya veo...- suspiró cansado-. Esta bien, gracias.
Tal vez se podría distraer un poco esta noche...
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gracias por leer.