VII

3.1K 329 174
                                    

[Advertencia: Capítulo largo,bastante largo. PD: Espero no se aburran]


Lisa Manoban.

Caminamos, JungKook decide entrar a una tienda que tiene el icono de Gucci afuera, hace mucho no entraba a una tienda de estas. 

Cuando aún éramos ricos, a mamá y a mí nos gustaba comprar algunas cosas de la marca Gucci, aunque mi madre nunca fue del tipo de cosas de marca, ella era una mujer simple, no necesitaba ostentar, pero de vez en cuando nos gustaba comprar una que otra cosa. Yo tampoco solía usar muchas cosas costosas, unas cuantas de diseñadores recientes en el mercado.

— Señor Jeon. — Una empleada de la tienda se inclina ante el castaño y le sonríe al alzar su rostro. Es muy bonita, creería que es un par de años mayor que yo, hasta que JungKook.

Hablando de eso, ¿Qué edad debe tener este imbécil?

Muevo mi cabeza negando para sacar aquellas preguntas que no debería estar haciéndome. Que estupidez.

— Necesito algo para esta señorita. — JungKook me señala con la palma de su mano abierta. 

La empleada tiene una mirada un poco recelosa, pero la disfraza con un breve asentimiento y una sonrisa un tanto fingida.

— ¿Que talla es, señorita? — Me pregunta, da un paso adelante. Queda frente a mí, incluso con tacones se ven un poco más pequeña que yo. — ¿Buscas algo en especifico? 

Miro a JungKook.

— ¿Crees que estás en el médico y soy tu madre para responder a una pregunta que te han hecho a tí?

Muerdo la punta de mi lengua.

Prometo que cuando el acuerdo acabe te golpearé el rostro.

— Soy talla 2, ¿Qué tal un vestido? — Le preguntó a la empleada. — ¿Podría ayudarme con eso? 

Ella asiente y me guía más adentro del lugar, miramos ciertos conjuntos, todos son muy bonitos y otros... no demasiado. 

Con la mujer que me atiende tomamos algunos bonitos vestidos, miró un bolso en la estantería bastante arriba y me concentro en el, es tan bonito.

— ¿Que tal este? — Miro a la empleada, el vestido que sostiene es de color lila con una tela que luce muy fina y delicada. 

— Es de un color precioso. — Comentó.  

La mujer asiente. 

— Es  un modelo que recién llegó. — Informa, yo asiento. — ¿Es usted novia del señor Jeon? — Ella cierra su boca de la nada, apenada de lo que dice. — ¡Lo siento! — Se reverencia.

— No, no, — Dios me libre. — yo soy.. — No le diré que soy ese tipo de empleada. — soy como una especie de obra de caridad. — Expresó. 

La empleada asiente no muy convencida, se puede ver en su rostro.

— Yo solo pensé que el señor había dejado de ser el soltero codiciado que es, lamento mucho ser tan entrometida. — Le sonrió.

"No seas tan entrometida. No es una buena cualidad". Aka imbécil.

— Señorita obra de caridad, — Mis ojos se abren, él nos escuchó. Giro y ahí lo encuentro sosteniendo un vestido de color rosa. — ¿Que tal este vestido, no te gusta?

Miro bien la prenda en su mano, es horrible, el color rosa de aquel vestido es del tipo casi chillón y la parte de abajo parece un tutú. Se ve incomodo de llevar.

Nuestro acuerdo » liskookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora