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XXII

[Capítulo muy extenso, tómese un té para leer esto. tqm]

Lisa Manoban.

Al parecer el señor Cai logró que Mark no se quedara en casa, cuando regrese al día siguiente el muchacho no estaba.

Todos estaban tan idos en sus cabezas durante un par de días que no me contuve y compré juegos para que hiciéramos los cuatro juntos, las dos hermanas y el señor Cai parecían haber perdido el sueño y las ganas, estaban demasiado quietos e idos.

Instale en la sala de estar el juego musical de Just Dance, al inicio los tres mayores estuvieron escépticos, pero terminaron dándole una oportunidad al juego.

Era divertido ver como trataban de hacer los pasos que aparecían en la pantalla, habíamos elegido una canción sencilla para ellos, era como tratar de armar una coreografía con niños de 3 años que a duras penas lograban aprender una serie de movimientos.

— ¡Esto es tan divertido y a la vez tan complicado! — Exclamó Maylin poniendo una mano en su cintura tratando de hacer con perfección los movimientos, de los tres adultos mayores ella era la mejor en esto.

— ¡Haz lo tuyo, hermana! — La apoyó con alegría la señora Cai esperando de pie su turno para jugar, se podía jugar en grupos, pero habíamos decidido que cada quien lo hiciera individualmente en algunas etapas.

Lian Wen hasta se había colocado un atuendo deportivo para bailar.

Maylin terminó su ronda tan agitada como si hubiera estado corriendo durante 40 minutos sin parar.

—Iré en busca de un vaso de agua. —Les avise. — ¡Suerte, señora Cai! —Ella alzó sus puños contenta y comenzó.

Al salir de la gran sala de estar en el marco que decoraba la entrada encontré a Xu Kun sonriendo mientras miraba a su alegre madre bailar en un juego. Pase por su lado, me miró brevemente y siguió en lo suyo.

En la cocina serví el vaso de agua, decidí llevar una bandeja con una jarra de agua y tres vasos más por si a alguien se le ofrecía. Poniendo todo en orden en la bandeja la puerta trasera de la cocina se abrió, por ahí entrando Mark.

Carajos, ¿Que hacía él aquí?

—Hola. —Me saludo, abrió la nevera y sacó una lata de refresco. —No me quedó claro aquella vez quien eres, ¿Lisa,no?

—Sí, Manoban Lisa. —Me presente. — Creo que no es bueno que estés aquí, Xu Kun está afuera y no creo que tú o él estén buscando ocasionar problemas.

Mark sonrió. — Yo no busco problemas,los problemas vienen a mí.

Oh,sí. Aquí vamos. Frases del filósofo drogo que nunca faltan, siento que Mark es del tipo: No soy rico, solo tengo mucho dinero. 

—Como sea, por favor, no causes problemas. Estoy armando un momento entretenido con ellos y no quiero que tengan caras largas de nuevo.

Mark bebió su refresco, chupó su labio inferior y luego lo mordió.Una táctica sensual que quizás derretiría a alguien, pero no a mi.

—Como ordene, capitán. —Dijo, me guiño un ojo y se marchó por donde había entrado.

Me quedé unos segundos mirando por donde había partido el muchacho,por la forma en la que vestía y como estaba me da la impresión de que él nunca se fue como yo creía.

—Si te demoras más mi tía morirá deshidratada. —Salte en mi lugar al escuchar la voz de Xu Kun a mis espaldas.

Tome la bandeja de plata y me encaminé a la sala de estar.