Nuestro acuerdo » liskook

XI

Lisa Manoban.

Salimos del elevador, al poner un pie afuera mi teléfono suena, con apuro lo sacó de mi bolsillo trasero. Al mirar en la pantalla veo el nombre del "Jefe", resoplo, llevo dos días sin presentarme en el club, se me ha pasado comentarle acerca de mi renuncia.

JungKook sigue caminando dejándome atrás, como el buen caballero que es.

— Hola, — Escuchó un suspiro pesado desde la línea. — ¿Jefe, es usted? — Cuestionó. 

— ¿Quién más sino,Lisa? — Bromea y de la nada comienza a toser, debo imaginar que debe estar fumando, aún cuando el sujeto sabe que prácticamente se ahoga al solo tomar un par de caladas. — ¿Por qué no has venido, niña? — Pregunta. Hay un leve tono áspero en su hablar. — ¿Es que no te hemos tratado bien aquí? — Puedo sentir el reproche.

Aclaro mi garganta. — No es eso, jefe, es solo que debo tomarme un tiempo. — Notificó, sigo caminando guardando casi unos cinco pasos de diferencia con JungKook. Él parece haberse olvidado de mí, dando grandes zancadas. — He estado un poco enferma, — Estoy enferma de ese club y todo lo que tenía que hacer allí. — no regresaré a trabajar durante un largo tiempo.

— ¿¡Qué!? — El hombre suena un ronco y fuerte grito, provocando que aleje el artefacto de mi oreja. Hago una mueca al no haberme prevenido de aquel tono más alto. — ¿Lisa, como puedes hacerme esto? 

—¿Disculpe? — Inquiero, ¿hacerle yo algo?  

— Me debes mucho, Lisa, no puedes irte del club así como así.

Suelto una risa divertida. Es increíble, no puedo con tanto. — ¿De verdad lo cree? — Muevo mi cabeza negando divertida. — Solo mire como no regresó más a ese lugar, — le digo. — no vuelva a llamarme, por favor, adios. — Me despido, antes de que diga una palabra más he colgado.

Sigo caminando detrás de aka imbécil, de la nada este se detiene. Hago lo mismo, él se gira.

— ¿Quién en este año tiene un Iphone 4, Lalisa? — Pregunta negando, yo solo suelto un bufido. Pensé que diría algo de valor, algo serio. — ¿Estás en la edad de piedra? 

— No tengo dinero para gastar de forma innecesaria, — Contestó. — este teléfono está bien, funciona correctamente, puedo llamar, enviar mensajes y recibirlos también. — Expresó, lo tengo hace más de 6 años. Incluso parece nuevo de lo bien cuidado que lo tengo. — Mira su pantalla, — Le muestro el artefacto. — sin un rasguño. Está como nuevo. 

— Debes comprarte un teléfono, — Dice sobando su ceja derecha mientras niega. — te llevaré a un tienda de celulares en este instante, vamos. 

— ¿No tienes que regresar a trabajar?

— Necesito distraerme. — Responde caminando delante de mí. 

LLegamos a una tienda de teléfonos y artefactos electrónicos bastante grande cerca a la compañía Jeon, varios empleados de la tienda se nos acercaron de inmediato ofreciendo distintos tipos de teléfonos, planes y demás.

— Solo dame el último Iphone del mercado. — Dijo JungKook a la primera chica que corrió hacia nosotros apenas entramos. Puse una mano en el antebrazo de él.

— Jefe, — Lo llamé por lo bajo. Él me miró y enarcó una ceja. — ¿no crees que es demasiado? — Pregunto en susurro, buscando que ningún empleado me escuche.

— No. — Contesto, me dio una rápida mirada, se centro en la empleada que traía el teléfono. 

La chica nos habló de las maravillosas referencias del teléfono que según ella eran de lo último y mejor en el mercado, todo lo que supuestamente podía hacer con el.  JungKook lo compro sin dudar por un segundo, lo pago con su tarjeta y lo recibió.