El tres de septiembre del 2019 nacieron seis cachorros de la perrita de mi mamá y si bien en un primer momento quise uno de esos perritos para nuevamente tener una mascota, era complicado porque estaba viviendo con mi mejor amiga y ella no quería otro perrito en su casa que ya eran dos.
Pasaron unas semanas y para mi sorpresa, mi mejor amiga me dijo que sí adoptemos uno de los cachorros y ahí fue como Blippi llegó a ser mi nuevo amigo.
Lo venía a ver todas las semanas hasta que tuvo la edad correcta para llevarlo conmigo y siempre que lo tenia en brazos me daba besos, era super mimoso, le gustaba jugar conmigo y me reconocía.
Siendo sincera, pensé que me costaría mucho ser una buena compañera para él. Cuando uno adopta una mascota, debe hacerse cargo como corresponde: vacunas, comida, remedios cuando necesita, baños, corte de pelo. ¡Es obvio! Y no tenia problemas ni complicaciones para cumplir con todo eso, lo que principalmente me preocupaba al momento de adoptarlo, era darle el amor y la atención que el se merecía y necesitaba día a día y que por cuestiones de mi entonces trabajo, a veces creía que no podría hacerlo de la manera correcta.
Trabaja todos los días, ocho horas si es que no hacía más horas extras o si no surgía problemas que me exigían salir corriendo al local entonces ese tiempo que me demandaba ya me quitaba tiempo con él, luego las horas de sueño que a veces eran muchas más de las recomendadas por trabajar de noche hasta tarde. Sin embargo, se fue a casa conmigo todavía sin tener el nombre elegido para él.
Me di cuenta que siempre me haría tiempo para él, me ocupaba de todo lo que necesitaba y jugaba conmigo, dormía conmigo y también disfrutaba mucho de estar corriendo por el jardín.
El nombre Blippi se lo puso mi sobrino, bueno, se me ocurrió ponerle así porque a mi sobrino le encanta un artista de contenido infantil con ese nombre y aunque después me puse a pensar que hay millones de nombres mejores, creo que le va muy bien este que tiene.
Blippi es bajito, de cabello ondulado y largo (aunque ahora lo lleva corto ✂️) de color negro, con patas grises por la mitad y algunas tonalidades marrones también en sus cejas y patitas.
Tiene una personalidad casi siempre alegre, pero tampoco super hiperactivo, a veces es bastante tranquilo y no se la pasa saltando como otros perritos, pero sí que le gusta que le dé atención siempre. Me sigue a cada habitación que voy y siempre que me ve quieta, esta a mi lado o me pide que le haga upa.
No es de dar mucho besos, pero sí que disfruta la paz de estar acostados mientras yo leo o escribo, y aguanta cuando le canto feo o cuando le hablo chistoso y le digo que es mi bebé.
Hace unas semanas atrás, me di cuenta del amor que me tiene luego de bañarlo una tarde soleada. Lo bañe, le seque el cabello y lo peine, siempre él portandose genial, sin quejarse y luego de eso, salimos afuera de casa para estar bajo el sol y no sé cómo explicarlo, pero cuando lo mire a los ojos mientras le ponía su collar, me di cuenta de un brillo tan noble y hermoso en sos ojitos redondos que me conmovieron como jamas lo habían hecho y me dieron ganas de llorar al sentirme tan querida.
Ahora que nos mudamos, él se vino conmigo obviamente y espero que no extrañe la casa en la que creció ni a los amigos perrunos que dejó allí. Sé que siempre que estemos juntos vamos a estar bien, pero estoy atenta a que nada le pase y siempre esté de buen humor.
Pensé que no iba a querer tanto ahora de grande a una mascota, pero claro que me equivoqué y me emociona pensar que todavía nos quedan muchos, muchos años juntos.Abril 20, 2020
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CHALLENGE DE ESCRITURA (30 días)
Non-Fiction~ABRIL~ La cuarentena me trajo mucho más tiempo para escribir y si bien ya terminé mi novela "RONAN AND BABY'S FRIENDSHIP" y tengo una nueva en curso, se me ocurrió utilizar un Challenge de 30 días para escribir todo el mes y así trabajar en mis dis...