Capitulo 1

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Pilar

La noche cayó y con ella una fuerte lluvia, estaba en casa de uno de mis mejores amigos, Purre, y solo estábamos el y yo , solos

Renata y Santiago adelantaron el viaje que teníamos a Acapulco, dentro de muy poco, pero prefirieron tener un tiempo a solas, como la pareja que son.

Su hermana pequeña , Gaby, se quedó en casa de una de sus amigas, y sus padres en su natal Argentina.

Ambos nacimos en el país del mate, solo que el llego a Mexico muchos años después que yo , por lo que aún mantenía aquel característico acento.

Lo conocí hace cinco años gracias a Rena , sus familias llevan siendo amigas desde tiempos remotos, y me lo presento la misma tarde que llego a Mexico.

En poco tiempo fuimos buenos amigos, pasábamos demasiado tiempo juntos y juro que no podría vivir sin el, es algo así como mi hermano de otra madre .

Es un poco pesado,bromista e inmaduro pero cuando las situación lo amerita se pone serio.

Alto, ojos mieles, algunas pecas debajo de los ojos, sonrisa gigante, cabello castaño y ruloso, y un acento muy marcado, ese era mi mejor amigo.

— que tanto miras pilu — pregunto el detrás de mi, llamándome con aquel característico apodo.

— nada — respondí rápido — solo me hacía la idea de que tendré que pasar la noche aquí

— bueno no tiene que ser tan malo pasar la noche con un bombón como yo — reímos juntos — ¿te parece ver una película?

Asentí y fui a seleccionar algunas que probablemente le gustasen a purre , mientras que el hacia palomitas.

— que elegiste —puso las palomitas en la mesa y se sentó a mi lado de un brinco

— quería ver alguna romántica pero se que las odias así que elegí una de comedia — lo mire buscando aprobación

Coloque la película y me concentre en ella , conforme pasaba el tiempo me pesaban más los ojos hasta que los cerré por completo

Purre

La película que puso pili era muy aburrida y a la mitad de ella se durmió.

— pili, pili — la moví lentamente para que despertara — vamos no puedes dormir aquí

— ¡no quiero! — protestó adormilada — déjame dormir aquí — gruñó y reí al ver su cabellera rubia alborotada y los ojos medio cerrados

—vamos la habitación de Gaby te espera — la seguía moviendo hasta que por fin me hizo caso y se paro del duro sofá frotándose los ojos

— pudiste llevarme cargada— reprocho

— claro, como si vos pesaras lo mismo que una pluma — conteste y ella me sacó el dedo del medio .

En cuanto pilar puso un pie en el primer escalón , se escuchó como tocaban la puerta .

Pensé que sería Julio, siempre viene en el momento menos esperado , ademas no es tan tarde y dijo que iba a venir para ver lo de el viaje a la playa.

Pero antes de abrir la puerta, me llego un mensaje de el diciendo que no podría venir ya que le surgió un improvisto.

¿Si no era Julio entonces quien?

No le tome importancia y abrí la puerta.

Ahí fuera, en el piso mojado y frío, se encontraba una pequeña, con los cabellos rubios por toda su cara, parecía estar quemada por el sol, en sus brazos y rodillas tenía algunas heridas, portaba unos shorts amarillos, una playera blanca, o más bien lo era, porque estaba más sucia que mi conciencia, toda su ropa estaba empapada, al igual que ella.

La tome en brazos y mire a mis alrededores para confirmar que esto no era una broma, pero no había nadie más ahí afuera, los únicos locos para salir con la fuerte lluvia éramos esta niña y yo.

Me metí con ella a la casa y Pilar abrió los ojos como platos al ver que venía con una niña en mi regazo.

— ¿quien es ella? — miro el diminuto cuerpo de la niña llenos de herida — ¿y porque está así?

— no lo se — conteste afligido — la encontré tirada frente a la puerta —. informe subiendo las escaleras y Pilar venía detrás de mío.

Recosté a la pequeña sobre la cama y la cubrí con cobijas, para darle algo de calor.

— puedes llamar a un doctor — Pili asintió y tomó su teléfono

— notaste esto — me pregunto mirando la sucia ropa de la pequeña — está manchada de sangre

Asentí con la cabeza, esas manchas eran más que obvias.

La niña respiraba, pero era un hecho que apenas pudo sobrevivir.

— ¿no tenía nada más?

— creo que su mochila se callo cuando la tome afuera — dije

Bajo por ella y volvió a los pocos minutos.

— iré a llamar al médico — dijo Pilar saliendo de la habitación.

Abrí la mochila rosada, que también estaba muy empapada.

Había algunas cosas , una muñeca que al parecer era rusa, algo de dinero, comida podrida, y dentro había una caja, con llave.

Tome una horquilla del tocador de mi madre y traté de abrirla, con éxito.

Fotos, había fotos, era una familia, dos adolescentes, varones, el padre y una bebe de alrededor de cinco meses, con el cabello apenas naciendo de su cabeza y grandes ojos azules, muy parecida al que parecía ser su padre.

Eran muchas, la mayoría de esa bebé, que con el pasar de las fotos, los adolescentes no aparecían más, tampoco el hombre, en su lugar había una mujer rubia, una copia exacta de la niña, en cuanto a ella, en cada fotografía se convertía en una niña un poco más mayor, era la pequeña que descansaba a su lado.

Al final de la cajas, había dos cartas, en una decía Mila, la aparte y vi la otra, sin destinatario.

Más confiado en la segunda, la abrí, y comencé a leer, estaba llena de información, eran detalles de la vida de esta niña, muchos para mi suerte, con los que se lograba entender su situación, y por que apareció de la nada en la puerta de mi casa.

En cuanto termine, supe que nadie debía saber de la existencia de esta carta, ni se está pequeña, que estaba en peligro.

De todas maneras, ella ya estaba a salvo, conmigo y Pilar, estaba a salvo.

— viene en camino — dijo Pili entrando a la habitación  — ¿averiguaste algo?

Negué con la cabeza y escondí las cartas detrás de mi, disimulando mis nervios.

— pues dímelo — insistió

— ¿que puedo decirte?

— su nombre por ejemplo.

Desde ese momento empezó la mentira más hermosa de mi vida

— America ...

Por Siempre Nuestra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora