Capítulo 12

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Jose/

Por fin llegue a mi planeta y ahora tengo que estacionarme, pero sin que se den cuenta, entró a la cuenta de mi nave para que me deje entrar sin llamar la atención, aunque a esta hora ya están dormidos. Decido aterrizar en la planta alta de mi nave que es mi casa, una inmensa, decirles que es la más grande de mi planeta y herencia de mis padres, bajo para la sala principal, pero justo cuando estoy por llegar, escucho voces y uno es de Glonex, pero el otro no lo reconozco bien, me pongo atrás de mi stand de libros y veo que el de la otra voz, era Browg.

Sabes que no nos dejarán en paz hasta que vean el cadáver del príncipe- dijo Browg, pero no entiendo de que habla.

Lose, pero ya se me está ocurriendo una idea, les diremos que buscaremos al príncipe, durante 8 meses, cuando en verdad estaremos de vacaciones - dijo Glonex sonriendo- y al día siguiente ya nos habrá entregado Enzo, el muñeco del príncipe, así les diremos que llegamos tarde y le encontramos muerto.

Estás seguro, pero si el príncipe regresa- dijo con miedo Browg- sabes que nos pueden quitar todo lo que tenemos y nos mandarán al planeta de la nada- dijo con más miedo y con voz cortante, ya que en el planeta de la nada están todos aquellos que van contra las leyes de los planetas superiores, como el nuestro, que es el primero en tecnología y además a quien le envían al planeta de la nada jamás regresa.

No creo que regrese, paso más de un año y hasta ahora no regreso- dijo seguro Glonex- aunque más seguro debe estar muerto ya que era un planeta desconocido, aparte ellos son bajísimos en tecnología y el príncipe no podría sobrevivir, con lo que está acostumbrado- pero su sonrisa se puso seria de un rato a otro- aunque si el sabandija no se habría hido por otro lado, lo habríamos llegado a matar con nuestro equipo- dijo un poco molesto- pero no me preocupare, se quedará ahí, hasta que el planeta avance en tecnología ya que sin eso no tiene forma de regresar aquí.

De ahí ambos se quedaron tomando unos licxi (que son como el café) para después irse. Pero para asegurarme que no volverán chequeo la cámara desde mi celular, que estén lejos para poder poner seguro toda la nave. Y joder ellos me iban a matar, como no me di cuenta de eso, Glonex siempre quiso ser mejor que yo; pero les explicare mejor las cosas, resulta que yo soy el príncipe de este planeta, por eso mi inteligencia es superior que los demás, no pensaba en que debía de volver en el futuro acá, pero no puedo dejar este planeta en manos de Glonex, él quiere la corona porque su padre quiso estar con mi madre en tiempo de juventud, pero no pudo, ya que mi madre se había enamorado de mi padre, pero dirán que tiene que ver con lo de ahora; resulta que como príncipe tengo que casarme primero para tener la corona y tiene que ser con alguien que tenga una alta capacidad de inteligencia, cosa que los consejeros supremos me consiguieron una prometida, que jamás acepte y resulta que mi supuesta prometida es de quién está enamorado Glonex, aunque yo le dejé en claro que no siento nada por ella y que no me casare con ella, cosa que a él le da igual. Por eso si él tiene la corona le tendrá a ella, ya que él es la segunda familia más poderosa del planeta, pero jamás les dieron la corona, porque según la leyenda mi familia esta bendecida por una diosa que nos dio una bendición que es, que cada primera relación sexual que tengan los de mi sangre quedará embaraza y su bebe será un varón, aparte que cada uno tenemos un supuesto poder, pero jamás creí en eso.

Ahora lo primero que tengo que hacer, es buscar la dosis, ya tengo un plan para no dejar que Glonex se quede con mi corona, decido dejar mi nave cerrada donde solo la entrada la tenga yo, y cada vez que alguien intente entrar, le dirá:

«está prohibido la entrada, hasta que llegue mi príncipe»

Y si intenta hackear o llegan a pensar que yo regrese, le dirá:

«fui planificado por el príncipe, donde si él no aparece por un año y medio yo prohibiera la entrada de todos los seres»

Sé qué pensarán que es verdad ya que siempre fui precavido en esas cosas, veo mi sala y no puedo creer, todo está en su lugar, mi stand con sus libros que yo escribí en toda mi vida, seguro que aún los empleados vienen hacer limpieza, pero mañana ya no podrán hasta que yo regrese, así que subo a la planta que aterrice con mi capsula, para moverlo de su lugar ya que tenía que bajar mi nave de última generación, antes de viajar al planeta tierra estaba en mi proyecto que era superior a los demás, porque es invisible nadie lo puede ver, por eso lo colgué arriba por si alguien intenta buscar algo para su beneficio no encontrarán mi mayor posesión, aunque lo cree con el fin de poder conocer todo el universo y sin miedo de los piratas ya que así no nos podrían ver.
Pero esto usaré para ir al planeta Mayunami y conseguir la dosis, subo todo lo que necesito a mi nave y algunas cosas extra.

Todo listo- digo feliz porque ya es hora de conseguir el antídoto.

Abro el techo para poder despegar y aviso a la nave central que cierre cuando salga, ya que le di un poco de vida para que todo sea con voz. Es hora de partir y está vez sin miedo, ya que nadie me logrará ver; estoy hiendo en la máxima velocidad hacia el planeta del antídoto porque quiero estar con mi familia lo más pronto.
Pasó 23 horas y por fin llegue, sí que estaba lejos, ya aterrice encima del museo porque abajo está el antídoto.
Bajo con cuidado por las paredes del museo y entro por una ventana, hay muchas reliquias, pero sé que si toco uno empezará hacer una bulla inmensa, sigo mi camino hasta el fondo del museo donde se ve el antídoto, pero para poder sacarlo sin que haga bulla tengo que dejar mi huella alrededor de el antídoto y echar en el medio una gota de mi sangre.
Por fin se abrió, decidí agarrar el antídoto y salir, pero por suerte nadie sabrá quien fue ya que vine con traje de invisibilidad, llego hacia la escalera de mi nave y entro para después partir hacia la tierra que esta vez me demorare un mes en llegar hasta allá.

Un Amor Interplanetario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora